El Almería logra una victoria con más valor que lo aparente

Todo tras un partido con mucho miedo en la primera parte, sobre todo por fuera de lo que limitan las líneas del campo. El Valencia, valiente por obligación, tuvo el balón, pero no le dio el uso que pretendía. Le faltó acierto, claro que Fernando también juega y hasta Babic, que sacó sobre la línea el fin de una jugada con una acción similar a la que debió acabar en penalti en Balaídos. La segunda parte la jugó el Almería con inteligencia, sobre todo cuando su planteamiento sirvió para imponerse a la ansiedad che y en once minutos, los que van del 48 al 58, fue al trueque y cambió su alma por los tres puntos, con los goles de Gonzalo Melero, al que el rival le dejó aparecer poco en la primera parte, y Srdjan Babic, otro premio al trabajo diario y que tiene en Robertone al 'fabricante' de medio gol. Engañó el Valencia porque no tiró el partido y en ese instante, jugando con ansiedad, se metió en el partido, pero no logró sacar al Almería de él. A base de inteligencia, los tres puntos caen y lo hacen de un modo fundamental. 30 son muchos puntos, cuando todavía quedan esa misma cifra para terminar.

Comenzó el partido con el Valencia empujando y llegando a la portería de Fernando, con más balón, pero sin conseguir embocar. El Almería lo intentó a la contra y, en el minuto 6, una buena acción de Arnau Puigmal puso a Lucas Robertone con opciones de gol, pero el balón, con el campo seco, se quedó frenado y Foulquier cometió una falta que el argentino se la mandó a Mamardashvili. Con ambos equipos obligados a ganar, el Valencia buscó transiciones para sorprender del modo que más le duele a la UDA. Una falta de entendimiento entre Srdjan Babic y Álex Centelles acabó con disparo de Justin Kluivert que logró despejar Fernando Martínez.

El cuadro che tocó en campo contrario ante un Almería empujado a estar atrás que tuvo dificultad para sacar el balón ante la presión alta del cuadro de Rubén Baraja. Además, a la UD le faltó la conexión con Gonzalo Melero y con los dos hombres situados por Rubi arriba y le sobró dudas porque se quedó corto en la presión. En el 14, una galopada de Nico González, por el centro, logró 'descabalgar' a los indálicos y Samuel Lino, desde la izquierda buscó portería, pero el balón se fue por encima del larguero, sin ser la última porque la valentía y la convicción con la que vivió el Valencia el partido le permitió robar pronto el balón y encarar. En el 18, una acción de Gayà en la que se quedó solo acabó con disparo que Fernando salvó metiendo una buena mano.

No tuvo capacidad el Almería para estar tranquilo ante un Valencia que vivió en tres cuartos de campo, con el equipo indálico no encontrando cómo sacar el balón. En el 29, lo logró. Gonzalo Melero bajó para sacar el balón y el gol estuvo cerca en un balón para Chumi, que rompió entre líneas, y su disparo fue sacado bajo palos por Diakhaby, situación similar a la ocurrida en el 33, en una contra en la que Samu Castillejo filtró el balón para Justin Kluivert que encaró a Fernando y su disparo fue salvado por Srdjan Babic, en una nueva fase de más descontrol indálico. Aún así, en el 41, una buena cabalgada por la banda izquierda de Álex Centelles pudo poner a la UDA por delante, pero el posterior disparo de Luis Suárez se marchó fuera, a la derecha de la meta de Mamardashvili.

El inicio de la segunda parte, con el Almería haciendo su partido -el Valencia parecía tener el centro del campo, pero era el equipo indálico el que lo había entregado para salir a la contra-. En el minuto 47, Nico González se fue al suelo, resentido por el esguince de tobillo sufrido el pasado lunes. Y en ese momento el Almería aprovechó el desequilibrio sobre el campo, como consecuencia de la 'retirada' de un futbolista que estaba haciendo un buen partido, para adelantar a la UD Almería. El balón lo recuperó el Almería por medio de Samú Costa y este lo filtró al espacio por donde entró Gonzalo Melero y su disparo no lo pudo detener Mamardashvili.

El Valencia se fue del partido. Pecó de ansiedad y fue obligado a correr. Así, en el 51, el Almería pudo hacer el segundo, pero el balón no se le que franco y su disparo lo detuvo bien Mamardashvili, evitando el segundo. Pero el Almería continuó pisando área con la valentía que no tuvo en la primera parte. Luis Suárez, en el siguiente minuto, mandó fuera y ligeramente cruzado su disparo. Pero el Almería no escondió sus formas. El equipo de la Liga con más capacidad para convertir en gol los saque de esquina aprovechó el magisterio de Lucas Robertone para ponerlo al segundo palo por donde apareció Srdjan Babic para aprovechar la indecisión de Mamardashvili y cabecear para poner el segundo.

Parecía que el Valencia estaba cubierto de ansiedad, sin capacidad de reacción. Lo metió en el partido Sánchez Martínez con una falta inexistente de la que Samu Castillejo sacó fruto a un balón de Samu Lino despejado por Rodrigo Ely para acortar distancias, con lo que el Valencia recobró vida porque volvió a meterse en el partido y era obligada su propuesta. En el 63, un centro de Lino se paseó sin encontrar rematador.

El acoso del Valencia fue más por impaciencia y ansiedad que por ideas. El Almería aguantó a base de un excelente comportamiento táctico que permitió al equipo sufrir pero consciente de que era dueño del control del partido. El Valencia, que había dado entrada antes a Edinson Cavani, siguió intentándolo, tropezando una y otra vez con el trabajo defensivo de los rojiblancos. Largie Ramazani, en el 90, pudo destrozar el sufrimiento, pero su disparo se marchó por la línea de fondo, con cinco minutos para sufrir.

Llegados a esa fase, el Almería, más acostumbrado a sufrir -lleva toda la temporada 'viviendo en el alambre', se hizo gigante a la par que el Valencia comenzó a empequeñecerse colgando balones que no encontraron el destino pretendido. El Almería le 'cerró' el pasillo.