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El Almería juega un pulso que no cae
Rojiblancos y cordobesistas escenifican un duelo intenso que termina en empate y que mantiene la racha sin perder de ambos equipos
El partido de la UDAlmería en Córdoba concluyó dejando un aire de tensión contenida, como si cada acción, cada pase y cada carrera hubieran sido ... parte de un delicado equilibrio entre la UD Almería y el Córdoba. Ambos equipos mostraron su carácter en cada momento. El equipo rojiblanco, vestido de negro y violeta para la ocasión, insistente y paciente, buscando abrir grietas en la defensa rival; el Córdoba, firme y sólido, bloqueando cada intento con disciplina y precisión. La intensidad fue una constante, con alternancia de dominio y presión, sin que nadie lograra imponerse del todo, dejando la sensación de un enfrentamiento donde la resistencia y la fuerza de voluntad marcaron cada minuto de la contienda.
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Córdoba CF:
Iker Álvarez; Carlos Isaac, Franck Fomeyem, Rubén Alves (Álex Martin, m. 84), Carlos Albarrán; Isma Ruiz, Jacobo González, Dani Requena (Theo Zidane, m. 60);Cristian Carracedo (-Sergu Guardiola, m. 84), Adrián Fuentes (Pedro Ortiz, m. 69) y Dalisson (Kevin Medina, m. 69).
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UD Almería:
1Andrés Fernández; Daijiro Chirino, Chumi (Aridane, m. 33), Federico Bonini, Álex Centelles; Dion Lopy, Iddrisu Baba (Stefan Dzodic, m. 80);Arnau Puigmal, Sergio Arribas (Marko Perovic, m. 80), Adrián Embarba (Nico Melamed, m. 69), y Leo Baptistao (Patrick Soko, m. 69).
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Goles: 0-1. m. 25: Arnau Puigmal. 1-1, m. 30:Jacobo González, de penalti.
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Árbitro:_ Ais Reig, valenciano, auxiliado en el VAR por el valenciano Caparrós Hernández. Amonestó a Jacobo González (m. 53), Kevin Medina (m. 88) y a Aridane (m. 30), del Córdoba, y a Aridane (m. 39), Centelles (m. 67) y Rubi (m. 76), de la UD Almería.
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Incidencias: Partido de la décima jornada en Segunda A, Liga SmartBank, celebrado en el Bahrain Victorius Nuevo Arcángel, con 16.700 espectadores.
Los goles llegaron en medio de la incertidumbre, fruto de errores, aciertos y la habilidad para aprovechar instantes concretos. El Almería encontró el primer tanto con un golpe inesperado que alteró la dinámica del encuentro, cuando su rival mejor estaba, pero el Córdoba reaccionó con contundencia desde el punto de penalti, restableciendo la igualdad, justo cuando el Almería parecía haber encontrado el camino. Cada disparo fallido, cada intervención decisiva y cada balón despejado contribuyeron a un duelo de resistencia mutua, donde la tensión y la urgencia se alternaban con la paciencia y la estrategia, transformando cada minuto en un ejercicio de equilibrio y esfuerzo compartido.
Al final, el empate reflejó la igualdad y la constancia de ambos equipos. La UD Almería prolongó su racha de cinco encuentros sin perder, mientras el Córdoba mantuvo su fortaleza después del mismo número y tras dos partidos consecutivos sin encajar. Más allá del marcador, quedó la sensación de un enfrentamiento memorable, donde la persistencia, la concentración y la determinación definieron el desarrollo del duelo, demostrando que la verdadera victoria reside en mantenerse firme, resistir y sumar, aún cuando la superioridad absoluta nunca llega a consolidarse.
Acoso local
Rubi resolvió dudas dando entrada a Chumi en el centro de la zaga, pero reforzando el carril diestro con la entrada de Arnau Puigmal, que con su gol le dio la razón al vilarense, trasladando a Adrián Embarba a la banda izquierda y situándose el rubinense por delante de Chirino. El Córdoba, con presión adelantada, aprovechó las pérdidas del Almería, poco activado. Los primeros quince minutos fueron de arreón cordobesista, con dos disparos altos, de Carlos Isaac, primero, y Dalisson, después. El Almería estaba dejando mucho protagonismo al equipo blanquiverde, que generalmente entraba por su banda derecha. Carlos Isaac, en el 12, lo intentó desde fuera del área con Andrés Fernández deteniendo el balón. Jacobo, en otra pérdida, en el 13, disparó demasiado cruzado.
El Almería no se mostraba cómodo, tampoco se hacía con los rechaces. En el 17 forzó la primera llegada, con conexión entre Leo Baptistao y Dion Lopy, que acabó en saque de esquina. Pero el Almería, cuando no tenía el balón, se tuvo que dedicar a correr porque el equipo de Ania siempre tenía alguien cerca del poseedor del balón, obligando a los de Rubi a tener que jugar balones en largo desde atrás. Puigmal, en el 20, probó desde lejos, pero Iker Álvarez detuvo el balón con comodidad.
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Golpes cruzados
En medio de la incomodidad y el desorden del juego, el gol tenía que llegar de un modo extraño, casi como una consecuencia inevitable de lo que estaba ocurriendo sobre el césped. Corría el minuto 25 y, con sólo un equipo imponiendo su autoridad sobre el terreno, el Almería encontró el premio. El centro de Sergio Arribas desde la banda izquierda, preciso y tenso hacia el segundo palo, lo remató con fuerza Arnau Puigmal. Sin embargo, el balón no siguió la trayectoria esperada, pero golpeó en la espalda de Albarrán, cambió de dirección y sorprendió por completo a Iker Álvarez, que nada pudo hacer para impedir que el esférico se colara en la red. El tanto rojiblanco, tan trabajado como fortuito, desató la euforia visitante, aunque el precio fue alto, ya que en una acción posterior Chumi cayó lesionado, justo cuando el Córdoba reclamaba penalti. El central gallego, visiblemente dolorido, tuvo que abandonar el campo para dejar su sitio a Aridane, mientras el conjunto blanquiverde se sumía en una fase de atasco y confusión que evidenciaba su falta de ideas.
Pero el equipo de Iván Ania no se dio por vencido. En el minuto 29, tras una pérdida en la medular, Carlos Isaac metió un pase en largo a la espalda de la defensa para Adrián Fuentes, que se coló en el área con determinación y fue derribado por bajo por la pierna del central canario. El árbitro señaló el punto de penalti ante las protestas de los jugadores rojiblancos. Jacobo González asumió la responsabilidad y, con temple, superó a Andrés Fernández para establecer las tablas. El duelo entraba entonces en una fase vibrante, de ida y vuelta, en la que cada posesión parecía anunciar peligro. En el 36, un pase de Lopy hacia Sergio Arribas volvió a generar inquietud en la zaga local, aunque el madrileño, al intentar un envío largo al área, vio cómo Fomeyem se anticipaba con acierto para despejar el balón y mantener vivo un partido que, pese a su caos, resultaba apasionante. El Almería pudo marcar en el 44, en una acción a la contra que Sergio Arribas aprovechó para mandar el balón al palo y el rechace lo mandó alto Adrián Embarba. Lopy, en el 45+3, buscó disparo desde la frontal, pero el disparo se marchó fuera por poco.
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Ocasiones frustradas
Sin cambios, aunque sí es cierto que hubo más control de balón por parte de la UD Almería, incluso con mayores aproximaciones al área rival. Leo Baptistao, en el minuto 50, probó fortuna desde la frontal tras una recuperación en la salida del Córdoba; su disparo, potente y bien dirigido, se marchó fuera por muy poco. El que sí obligó a intervenir fue Carracedo, cuyo centro en el 55 encontró a Adrián Fuentes, que remató a bocajarro, pero Andrés Fernández apareció con reflejos felinos para evitar la remontada cordobesista. También es cierto que Arnau Puigmal pudo poner el 1-2 en el 59, tras un disparo que Iker Álvarez consiguió atajar en dos tiempos.
El Almería estaba mejor, con llegadas constantes que no terminaban de cuajar. Tras un empujón sobre Embarba, idéntico al que se le sancionó al madrileño un minuto antes, el colegiado valenciano no lo consideró punible y, en la contra, Adrián Fuentes mandó el balón por encima del larguero. En el 67, Theo Zidane buscó portería con un tiro desde la frontal que Andrés Fernández detuvo sin problemas. El meta rojiblanco volvió a ver el peligro en el 71, cuando un balón colgado al área fue rozado por Adrián Fuentes sin llegar a conectar del todo, permitiendo a la defensa indálica despejar el esférico y mantener la igualdad en el marcador.
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Racha viva
El encuentro avanzó con un guion equilibrado, lleno de idas y vueltas, donde tanto Córdoba como Almería tuvieron opciones claras de romper el empate. El conjunto rojiblanco, más firme con el paso de los minutos, mostró un mayor control del balón y una mejor disposición táctica para resistir los intentos locales. Baptistao, Puigmal y Arribas mantuvieron la amenaza constante sobre la portería de Iker Álvarez, pero sin el acierto necesario para transformar la superioridad en ventaja. La solidez defensiva y las intervenciones decisivas de Andrés Fernández sostuvieron al equipo cuando más lo necesitaba, permitiendo que el duelo se mantuviera abierto hasta el final.
El empate, finalmente, dejó un sabor agridulce, pero también la confirmación de una tendencia positiva que consolida el crecimiento de la UD Almería. El conjunto indálico acumula ya cinco partidos consecutivos sin conocer la derrota, con tres victorias y dos empates que fortalecen su confianza y mantienen la dinámica ascendente del equipo. Este nuevo punto, más allá del marcador, refuerza la idea de un equipo que ha recuperado la competitividad, que se siente sólido y que continúa sumando en su objetivo de asentarse entre los aspirantes de la categoría.
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