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Thalys da un pase atrás que Perovic, arriba, espera para hacer el 0-1. A. Lof
UD Almería

El Almería gana con la calma del que domina sin ruido

La crónica ·

El Almería se impone con solvencia al Lorca marcando en los minutos finales de cada tiempo; Perovic hizo el 0-1 y Embarba dejó al rival sin ilusiones

Juanjo Aguilera

Almería

Miércoles, 29 de octubre 2025, 22:41

El Almería avanzó con la serenidad de quien conoce el pulso del partido y no necesita levantar la voz para imponer su autoridad. Desde el ... primer toque, el balón parecía obedecer al ritmo pausado y paciente de un equipo que se sabe superior sin necesidad de estridencias. El debut de Lucas Robertone devolvió al centro del campo la cadencia de un metrónomo que mide el tiempo con sabiduría. Cada pase fue una caricia al cuero, cada avance, una línea más en la partitura de un dominio sereno. El Lorca resistía como quien trata de detener la marea con las manos, pero el agua encontraba su cauce, lenta, constante, inevitable.

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Lorca Deportiva:

Fran Árbol;Héctor Galiano, Jaime Escobar, Fromsa Lillo (Saturday, m. 46), Álvaro Martínez (Guillermo Hernández, m. 65);Kiko López, Dani Albiar, Tafalla (Gabri, m. 46), Acevedo;Tomás Inglés (Naranjo. m.  46) y Gabri López (Adri Heredia, m. 54).

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UD Almería:

Fernando Martínez;Marcos Luna (Daijiro Chirino, m. 80), Pedro Fidel, Aridane, Álex Centelles; Selvi Clua, Gui Guedes (Patrick Soko, m. 73);Arnau Puigmal (Adrián Embarba, m. 62, Lucas Robertone (Dion Lopy, m. 62), Marko Perovic (Nico Melamed, m. 62), y Thalys.

  • Goles: 0-1, m. 44: Marko Perovic. 0-2, m. 89: Adrián Embarba.

  • Árbitro: Fuentes Molina, valenciano. Amonestó a los locales Kiko López (m. 22), Gabri (m. 36), Acevedo (m. 65) y Heredia (m. 83) y a los visitantes Marko Perovic (m. 24) y Dion Lopy (m. 84).

  • Incidencias: Eliminatoria a partido único correspondiente a la primera ronda de la Copa del Rey disputada en el Artés Carrasco de Lorca.

  • La grada: Más de mil almerienses hicieron rojiblancas las gradas del campo lorquino, cantando el himno y haciéndose notar.

El gol, cuando llegó, fue como un amanecer, natural, hermoso, sin artificio. Thalys danzó con el balón dentro del área, dibujando con sus movimientos un engaño de cintura que dejó atrás a su sombra y su pase, suave y preciso, encontró a Marko Perovic, que sólo tuvo que acompañar el destino de la jugada hasta el fondo de la red de un destacado Fran Árbol. No fue una explosión, sino una revelación. El Almería había tejido el tanto con la paciencia del orfebre, con la elegancia de quien entiende que el arte no está en la velocidad, sino en la precisión. El tanto fue el eco de su dominio, una firma discreta en el aire.

En la segunda parte, el cuadro de Rubi no perdió el hilo. Siguió gobernando el juego con la calma del que ha aprendido a no desesperarse ante la resistencia del destino. El Lorca de Sebas López apenas respiraba, asfixiado por el ritmo rojiblanco, y Fran Árbol, convertido en héroe involuntario, sostenía la incertidumbre con intervenciones imposibles. Pero el fútbol, como la lluvia, siempre termina cayendo donde debe. En el minuto final, Adrián Embarba picó el balón con la sutileza de un poeta que coloca el verso final. Fue el cierre perfecto, el triunfo del que no necesita rugir para que todos sepan quién manda, de modo que los rojiblancos ya tienen billete para la segunda eliminatoria, con la séptima jornada consecutiva sin perder –cuatro triunfos en Liga, una en Copa y dos empates ligueros–.

Dueño, sin pegada

El desarrollo del encuentro siguió el guion previsto, con un Almería dominador desde el inicio y decidido a imponer su ritmo. Debutó esta temporada Lucas Robertone, que aportó criterio y fluidez al juego interior; su presencia se notó en la circulación y en las llegadas al área rival. Antes del minuto diez ya habían llegado las primeras aproximaciones, en el 5, Aridane probó desde lejos y Fran Árbol respondió con una intervención segura; y en el 8, Arnau Puigmal desbordó por la derecha y sacó un centro al segundo palo donde apareció Thalys, pero la presión de un defensor impidió el remate, con el brasileño pidiendo penalti que Fuentes Molina no sancionó.

El Almería dominaba la posesión con un Selvi muy participativo, bajando a recibir y de conectar con el ataque. No obstante, el partido se atascaba en tres cuartos de campo, la circulación era paciente, pero apenas generaba remates con claridad. El Lorca se replegaba bien, cerrando líneas y evitando pases interiores; por eso los intentos rojiblancos llegaron más por banda que por combinaciones entre líneas y las oportunidades se sucedía, pero sin una gran ocasión manifiesta hasta mediado el primer tiempo.

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Control

En defensa, los rojiblancos controlaban el partido sin sobresaltos. Fernando Martínez apenas fue exigido y el equipo mantuvo una estructura compacta que impidió que el Lorca encontrara transiciones peligrosas. Aridane se encargaba de ordenar la salida desde atrás y de enlazar con los medios; el visitante buscó siempre mantener la posesión como herramienta para abrir la cerrada defensa local, aunque la efectividad para terminar las jugadas seguía sin aparecer con regularidad.

La insistencia rojiblanca dio frutos en las acciones a balón parado. En el 36, Robertone lanzó una falta que obligó a Fran Árbol y rozó el larguero. Poco después, Álex Centelles envió un centro milimétrico que Robertone remató de cabeza; Fran Árbol se estiró y desvió el balón junto al palo para frustrar el remate y mantener el 0-0, en una intervención que mantuvo vivo al Lorca y evitó el premio al dominio del equipo indálico.

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El premio

El gol llegó en el minuto 44, culminación de una acción de calidad colectiva. Thalys, con una maniobra de cintura en el lateral derecho del ataque indálico y dentro del área, rompió la marca del defensor y al detectar el desmarque de Marko Perovic filtró el pase raso y el montegrino empujó el balón a la red de un Fran Árbol que no pudo hacer nada por evitarlo. Fue una jugada de talento en la que se combinaron conducción, pase y definición y que colocó a los rojiblancos por delante justo antes del descanso, en ese momento el que todos quieren marcar.

El tanto premió la superioridad territorial de la UD Almería y le permitió irse al vestuario con la sensación de haber controlado los principales argumentos del partido. El equipo mostró asociaciones valiosas –con Lucas Robertone aportando pausa, en el partido de su debut– y Thalys desequilibrando– y, pese a los pequeños problemas para convertir la posesión en oportunidades de forma continuada, la mezcla de oficio y pegada dio su fruto antes del descanso.

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Llegadas

De salida en la segunda parte, el conjunto unionista trató de imprimir un punto más de intensidad, buscando resolver el partido con rapidez y evitar sobresaltos en el tramo final del enfrentamiento que si no estás atento suele pasar en esta competición. El dominio rojiblanco se hizo más profundo, con líneas adelantadas y presión constante sobre la salida del Lorca Deportiva, que tenía dificultades para llevarla a cabo. Marko Perovic estuvo muy cerca de lograr el segundo tanto con un disparo ajustado que rozó el palo, en el 50, mientras que Arnau Puigmal protagonizó dos llegadas consecutivas que pudieron ampliar la ventaja. El rojiblanco, en estado de gracia en Liga condos goles, en el ¡minuto 51 vio cómo su remate se fue demasiado cruzado de la meta lorquina y, un minuto después, volvió a rozar el gol después de una combinación rápida por el centro. El conjunto local apenas podía sostener el empuje rojiblanco que en el 54 una cesión defectuosa hacia Fernando estuvo a punto de costarle caro; Naranjo se adelantó con picardía, pero Pedro Fidel apareció a tiempo para cerrarle el paso y evitar el tanto.

El Almería mantuvo el control del juego, alternando velocidad y paciencia para abrir espacios. El balón circulaba con fluidez y las bandas volvían a ser el principal foco ofensivo. Álex Centelles protagonizó una de las mejores acciones del segundo tiempo con una internada por la la bana izquierda que terminó con un centro medido; Thalys, que había seguido la jugada desde el interior del área, remató con decisión, pero se encontró con un Fran Árbol inspirado que le negó el gol con una estirada felina en el minuto 64. Poco antes, Marcos Luna había irrumpido por la derecha con fuerza, devolviendo el balón al brasileño en una jugada de clara intención ofensiva. El conjunto almeriense insistía, generaba, dominaba y merecía más, pero el marcador seguía resistiéndose ante la firmeza del meta lorquino y la falta de acierto en los metros finales.

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Mando

La UD se topó con un espectacular Fran Árbol que logró mantener a su equipo con un marcador en contra, pero con incertidumbre porque el Lorca, pese a los problemas físicos por la intensidad y el ritmo impuesto. por los rojblancos, trataba de salir a la contra por si tenía la ocasión, que no llegó. El Almería lo siguió intentando. En el 78, logró atajar un disparo de Nico Melamed.

Wlliy, desde fuera del área, buscó fortuna con un disparo lejano que acabó del mismo modo y muy por encima de la meta defendida por Fernando, que tuvo escaso trabajo a lo largo del partido. El que sí lo tuvo fue Fran Árbol que no pudo hacer nada, en el 89, para evitar que Adrián Embarba le picara el balón para sentenciar un partido que lo ganó el que tuvo más peso y supo imponerlo.

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