El Almería firma una derrota más digna que muchas victorias

Cuando la segunda parte apareció, volvió la amenaza de la tormenta, pero el Almería no dejó de intentarlo. Rubi fue valiente y fue a por la posibilidad de incomodar con los Robertone, Luis Suárez, Gonzalo Melero. El argentino puso el 4-2 al poco de salir y con los otros dos trató de no perderle la cara. Aunque el Real Madrid se la pudo partir -tres disparos a la madera-, el pitido final llegó para señalar una derrota, pero hay derrotas que son más dignas que algunas victorias.

El desarrollo del partido, desde el principio, se acogió a lo esperado, con el Real Madrid moviendo el balón y el Almería esperando, metido muy atrás, para abortar espacios. En el minuto 2, un centro de Vinicius lo remató Benzema a las manos de Fernando Martínez. El cuadro de Ancelotti aparecía hasta con tres atacantes por la derecha. Sin embargo, fue por la izquierda, por donde Vinicius fue eléctrico ante un Houboulang Mendes que no interpretó la jugada, no espero, y le permitió el centro que remató Benzema, entre los centrales de la UD Almería, para poner el 1-0.

Respondió el Almería en una acción en solitario de Largie Ramazani que aprovechó que Lázaro le puso el balón, aguantando y desubicando a Rüdiger, y el belga corrió desde el centro del campo para buscar el área y al entrar en ella buscar un disparo que se marchó por encima del larguero. El Madrid permitía que el Almería tocara el balón tranquilo atrás. En el 7, la 'tranquilidad' de Lázaro permitió a Militao robar el balón para asistir a Benzema, cuyo disparo lo detuvo Fernando en dos tiempos.

Se animó el Almería, pero 'muriendo' sus acciones en zona de tres cuartos, pese a intentar llevar el balón arriba no de cualquier manera. Sin embargo, la debilidad defensiva de la UD Almería quedó reflejada pronto, con la jugada del segundo gol. El balón nació de un robo en el centro del campo con servicio para Rodrygo, que corrió la banda a la par que Samú Costa, al que dejó atrás bordeando la línea de fondo para asistir a un Benzema en zona de 'francotirador' para firmar el segundo en su cuenta particular y el segundo del Real Madrid, que no necesitaba mucho para plantarse en el área rojiblanca.

El Almería, que veía morir sus acciones en las proximidades del área del Real Madrid, llegó bien en el 26, en una acción de Francisco Portillo que puso un buen balón para que Largie Ramazani demostrara el estado de forma de la defensa merengue porque el belga cabeceó, anticipándose a su marcador, enviando el balón ajustado a la cepa del poste de Courtois, pero por fuera, como pasó poco después, en el 37, tras una pared entre Portillo y Ramazani, el malagueño buscó portería, pero el balón se le fue fuera por poco.

El Almería estaba intentando aparecer, pero sus problemas en defensa los volvió a escenificar en el 41, con una acción de Lucas Vázquez que entró en el área, Largie Ramazani intentó defender, pero pasó lo que sucede cuando los que defienden son los atacantes. No frenó a tiempo y se llevó al lateral madridista por delante para poner a Benzema en zona de disparo y hacer el tercero de penalti, con poco más para llegar al descanso.

Pero el conjunto de Ancelotti sigue siendo un flan en defensa, concede demasiado, y, cuando expiraba el descuento de la primera parte, una gran acción de Largie Ramazani le permitió escorarse en ventaja para ver a Lázaro Vinicius en el segundo palo y ponerle un balón de dulce que el rojiblanco aprovechó para hacer el del honor en un momento que dicen los entendidos suele pasar factura, aunque con tres goles en contra...

El Real Madrid entendió que la forma de acabar con las posibles consecuencias del gol encajado antes del descanso es marcando nada más salir. Lo tuvo fácil, en el 47, porque Houboulang Mendes sacó el balón como si no hubiera nadie y se convirtió en el mejor asistente de Rodrygo, que se buscó el hueco para enchufar su disparo por la mismísima escuadra. La dirección fue la que buscó Ramazani, en el 50, tras una buena salida de balón, pero no encontró portería.

El Madrid sesteó, casi que estuvo en el sofá, casi como contagiándose del Almería. Rubi refrescó el centro del campo y le salió bien porque el recambio le dio vida. Un robo de Lázaro Vinicius en el área del Madrid, que jugaba a ver pasar los minutos, habilitó a Francisco Portillo como gran asistente. El malagueño puso el balón medido a la cabeza de Lucas Robertone, que había entrado de refresco, y que cabeceó a donde Courtois no pudo llegar para poner el 4-2.

El vilarense mostró sus intenciones de sacar un premio mejor que el conquistado por su forma de jugar el partido, dando entrada a Luis Suárez, pese a que este estaba apercibido de suspensión. El equipo madridista también 'rectificó' el once, con las entradas de Nacho, para mejorar en defensa, y de Marcos Asensio para buscar finalización. En el 81, el VAR actuó en favor de la UDA porque convirtió en falta a favor un penalti empeñado en señalar Cuadra Fernández para que Benzema hiciera el cuarto de su cuenta. Paso atrás y todo como estaba, aunque siguió intentándolo el cuadro madridista que, en el 89', mandó un balón al palo por medio de Marco Asensio en la última ocasión clara de un partido en el que el azul de la camiseta indálica llevaba el brillo de la dignidad.