El Almería es fiel a su historia y se salva con mucho sufrimiento

El Espanyol –ojalá juegue con el honor como escudo como lo ha hecho en este partido para volver a Primera y será posible– Vse hizo fuerte ante una UDA que era un manojo de nervios, incapaz de estar en el partido, muy metido atrás y sin capacidad para frenar a los de Luis Suárez. Por eso llegó el 2-1, en otra acción mal defendida, que aprovechó Pierre-Gabriel para que los rojiblancos sufrieran. Embarba, en una gran acción nacida en pies de Ely, puso las tablas de nuevo. El partido era una noria, un balón distinto al de juego cayó al campo y Koleosho metió a la UDA en las tinieblas, muerto y enterrado. Pero se olvidaron de la 'lápida'. Soto Grado había firmado el certificado de defunción y el VAR, dichoso VAR, le mostró la imagen de una equivocación que puso más valor si cabe porque había que marcar el penalti. Embarba pidió el balón. No titubeó y puso el 3-3 definitivo, el punto a ese dicho que de 'Almería nunca se rinde'.

El partido comenzó con rarezas, con muchas pelotas de tenis arrojadas sobre el terreno de juego por las protestas españolistas por los errores que, consideran, han sido influyentes para su descenso a Segunda. Y salió mejor el cuadro perico, más predispuesto, buscando la portería defendida por Fernando Martínez, que detuvo en dos tiempos un disparo, desde fuera del área, de Sergi Darder, en el minuto cinco de partido. La respuesta indálica, tras una buena acción colectiva, fue un disparo de Álex Centelles que se marchó demasiado cruzado.

Con el Almería en bloque bajo y demasiado sobrexcitado, el Espanyol dispuso de acercamientos que la UDA se encargó de despejar. En el 9, Brian Oliván buscó portería con un fuerte disparo desde medio campo que atajó Fernando para marcar una salida en la que el balón lo peleó Samú Costa, el balón se lo llevó Lucas Robertone, este la puso arriba y el centro de Centelles lo remató El Bilal Touré marcando los tiempos para poner a la UDA en ventaja.

Pero la alegría duró poco. En el 12, el Espanyol puso las tablas en una gran acción de Sergi Darder que metió el balón hacia la banda derecha por donde apareció Javi Puado que se sacó un excelente disparo que sorprendió a Fernando Martínez para poner las tablas en el marcador y cerner el peligro sobre las intenciones almerienses de ganar y salvarse sin tener que deambular por el filo del alambre. Con tanto campo abierto y mucho desorden, un centro de Pierre-Gabriel, tras servicio de Edu Expósito, se quedó sin rematador en una primera parte de gran competitividad.

Partido sin gobierno que pudo tener consecuencias en el minuto 17, en una gran acción de Sergi Darder por la banda derecha, se hizo grande dentro del área y acabó con un disparo seco que no pudo detener Fernando, pero sí despejarlo, en fase de acoso perico que, en el 18, firmó otra ocasión con un disparo de Nico Melamed que consiguió detener en dos tiempos el cancerbero rojiblanco, que aún vio cernirse el peligro sobre su meta con un disparo de Nico Melamed que salió flojo.

El Almería no quiso dejarse ir y buscó el gol que le diera ventaja y le permitiera tener dos balas en la recámara. Samú Costa, en el 32, enganchó un zapatazo con la izquierda desde fuera del área que Joan García sólo pudo despejar porque se había envenenado en un partido intenso por parte de ambos equipos, aunque con mucho error y nervios por parte de ambos equipos, con el Almería terminando mejor, con más llegada a campo rival y apareciendo en metros finales. En el 45+1, ya en el descuento, gran acción de ataque de Gonzalo Melero, con servicio para Centelles que se la puso a Embarba y su disparo lo salvó un defensor perico cuando entraba y, en el límite, una falta lanzada por Embarba no encontró rematador en la última acción de la primera parte, en el 45+2.

El partido comenzó en su segunda parte sin dueño, con el Espanyol más metido en busca del gol, en una acción, en el 48, en la que la acción por banda izquierda con Brian Oliván como creador de la acción, poniendo un balón al segundo palo que Pierre-Gabriel se encargó de convertir en el 2-1 para asestar un durísimo golpe en la línea de 'flotación' indálica porque, en el 51, surgieron los problemas, resueltos por Rodrigo Ely que mandó el balón por la línea de fondo, pero con el Almería tocado. Gonzalo Melero, a la salida de un córner, pudo poner las tablas, pero su remate se marchó muy alto.

El Almería se mostraba tocado ante un Espanyol muy metido y tratando de irse a Segunda con el Almería de la mano porque tampoco le acompañaban los resultados de la jornada. Sin embargo, en el 57, una acción nacida con un robo de balón de Rodrigo Ely en propia área y se la puso a Pozo, este a Samú Costa que corrió en busca de Adrián Embarba, entre ambos cocieron el gol, firmado por Embarba con un sutil disparo que sirvió para superar a Joan García.

En el Espanyol se retiró con honores Sergi Darder, 'culpable' de que la UDA lo pasara mal. Rubi reforzó el dentro del campo con la entrada de César de la Hoz y Francisco Portillo en lugar de Lázaro Vinicius y Gonzalo Melero y hubo menos espacios y todavía mucho tiempo por delante en el que sólo había que impedir que el Espanyol llevara a cabo su propósito.

El Almería se pertrechó cerrando espacios y el conjunto perico manteniendo el balón en campo contrario, moviendo balón y buscando la fórmula. La encontró en el 72 por medio de Leo Koleosho, que disparó cruzado para batir a Fernando cuando sobre el campo había dos balones, pelotas de tenis, de todo, pero el gol subió al marcador y Rubi peleó por volver a zona de permanencia con Akieme y Sousa en el césped y el crono jugando en contra.

También las decisiones porque una entrada de Largie Ramazani en el área españolista que luego acabaría en penalti tras revisión de VAR la quiso cerrar Soto Grado con falta y amarilla para el belga. Pues fue penalti y Embarba, con una tranquilidad pasmosa se encargó de convertirlo en el 3-3 para que lo de Almería nunca se rinde se acuñe como lo del 'cañillo', lo de la ciudad donde el sol pasa el invierno, donde para conseguir cosas hay que hacerlo sufriendo. Un año más en Primera, tras días de vida perdidos, pero sin perder partidos.