Eliminados y con daños colaterales

Todo, junto a la reacción del Elche en el segundo tiempo, fue demasiado para que el Almería siguiera en la Copa del Rey y pudiera sumar un nuevo triunfo ante un equipo de la Liga Santander, tal y como hicieron el curso pasado. Eso sí, con todos los males que se le siguen poniendo en el camino a la UDA desde que comenzaron las fiestas navideñas, los rojiblancos mostraron una buena cara y viendo que el plantel puede asumir cualquier circunstancia negativa que se le presente.

Y eso que todo, en el partido, comenzó de manera espectacular para los almerienses. Si en un encuentro de Copa del Rey los dos quieren que no haya prórroga bajo ningún concepto, lo normal es que quieran ir por la vía rápida para solventarlo lo antes posible. Y fue lo que hicieron ambos conjuntos, porque saltaron al encuentro en busca de la portería contraria y adelantarse lo más pronto. Como demostró el Almería con un remate al larguero al segundo minuto, por medio de Centelles. Como demostró, un minuto después, el Elche con un remate fallido, casi en la línea de gol, de Pastore tras un pase de Pere Milla. Zafarrancho de combate en estado puro.

Todo siguió igual durante el primer cuarto de hora. Sin tener que realizar ni Giorgi Makaridze ni Álex Werner paradas de mucho mérito en ese tiempo, lo que sí se vio fue a dos equipos jugando en pocos metros, con las defensas adelantadas y, por tanto, queriendo encontrar la espalda de los centrales para llegar con velocidad.

En el Almería eran Largie Ramazani y Arvin Appiah los que hacían esta labor. En el Elche, tanto Josan como Pablo Piatti (sobre todo el exrojiblanco) eran los que buscaban encontrar los huecos en una zaga de 'circunstancias'. Porque Rubi cambió de esquema, ante las ausencias, y puso a tres centrales (Buñuel, Babic e Iván Martos), para que Nieto y Centelles tuvieran más movilidad en ataque, siempre con cuatro atrás.

Y le salió bien desde el inicio al preparador catalán. Nieto se encargó de mandar centros y buscar la línea de fondo. El primero acabó con el ya mencionado remate de Álex Centelles al larguero. El último fue el que aprovechó Largie Ramazani para lograr el primer gol de la noche. Una jugada entre el exoviedista y el belga para hacer justicia a lo que se estaba viendo desde el ecuador del primer periodo hasta el final.

Fue el premio a un Almería que se hizo el dueño absoluto del partido. Entrando por la derecha, por la izquierda, por el centro y, también, en acciones a balón parado. De todas las maneras pudo llegar el tanto del equipo entrenado por Rubi. Era tal el asedio que Francisco ya no sabía las indicaciones que dar para tapar todos los agujeros que parecía estar teniendo su equipo o que, principalmente, el Almería estaba encontrando.

El gol rojiblanco pudo llegar en cualquier otro momento antes. Álex Werner tuvo que intervenir en dos ocasiones, especialmente ante Arvin Appiah que tuvo en sus botas haber puesto ya por delante a los de Rubi. También en una jugada a balón parado, dentro de que solamente estaba Babic para poner la pelota por alto, en la que el Almería pudo darle la primera alegría a su afición anoche.

En el segundo tiempo todo cambió. Pablo Piatti marcó el gol del empate, en una acción en la que Makaridze ya no pudo lanzarse al suelo para detener el remate cruzado del argentino por estar lesionado. El gol del empate sirvió para cambiar la dinámica del encuentro y, además, para ver que los seguidores rojiblancos tienen sus ídolos y pueden pasar los años y los seguirán venerando. El autor de la igualada pidió perdón y el respetable se lo agradeció con una ovación cuando fue cambiado por un Fidel que, por contra, recibió silbidos.

Con la moneda en el aire, al no haber un ganador en el luminoso, los dos entrenadores quisieron ir a por el partido y poner su nombre hoy en el sorteo de los octavos de final. Pero las cosas no le salieron nada bien a Rubi. Metió a Dyego Sousa, que llevaba desde antes del 'no' partido en Lugo lesionado. La aportación del brasileño fueron 10 minutos en el rectángulo de juego. La mala fortuna seguía cebándose en los atacantes rojiblancos. Eso provocó que, con Ramazani ya en vestuarios, tuviera que acabar el encuentro Appiah como falso '9'. Eso y que, tras el gol de Raúl Guti (no podía ser otro), Babic terminó como si fuera el Alexanco de Johan Cruyff.

Tampoco hubo fortuna y el encuentro acabó como lo empezó, con un centro de Juanjo Nieto y un remate que no encontró el gol de Álex Centelles. Era el final a un choque en el que el Almería pudo haber goleado en el primer tiempo, que sufrió en el segundo y que, de cara al futuro, vio que todo le salía mal en cuanto a las lesiones de los dos delanteros que están en Almería (Sadiq se encuentra disputando la Copa de África con Nigeria) y que Makaridze también tuvo que retirarse. En su caso, quizás, tras haber jugado sus últimos minutos con la UDA en esta campaña.