La UD Almería dará la vuelta a España casi cuatro veces

Por ejemplo, con 15.343 km se podrían dar entre tres y cuatro vueltas completas al perímetro de España, recorriendo todas las comunidades autónomas, atravesando sistemas montañosos, costas atlánticas y mediterráneas, y regresando al punto de partida en Almería. Una cifra que convierte a todo el territorio nacional en un mapa perfectamente alcanzable varias veces sin agotar el trayecto.

Desgaste físico

El recorrido de la temporada, por tanto, obliga a un desgaste físico y mental adicional a los jugadores y al cuerpo técnico, especialmente cuando se considera que muchos de estos viajes se realizan en espacios de tiempo reducidos debido a la concentración de partidos en ciertos periodos. Desde los relativamente cortos desplazamientos a ciudades cercanas como Granada (166 km), Málaga (211 km) o Córdoba (355 km), hasta los largos viajes a destinos más lejanos como Las Palmas (cerca de 1.500 km), A Coruña (aproximadamente 1.130 km) o Gijón (unos 1.000 km), el abanico de distancias es muy amplio y supone un importante reto de organización.

El propio entrenador Rubi ha manifestado públicamente en varias ocasiones su preocupación por el impacto que tiene el calendario, especialmente en relación a las ventanas internacionales. Durante estas fechas, jugadores clave del equipo pueden verse convocados para compromisos con sus selecciones nacionales, tal y como ha sucedido este recién concluido curso con futbolistas como Marc Pubill, Bruno Langa, Marco Perovic o Dion Lopy, con la huida final de la primera convocatoria de Luis Javier Suárez en el tramo más importante de la temporada, lo que implica bajas importantes en el plantel justo en momentos decisivos. Estas ausencias, sumadas a la fatiga acumulada por los desplazamientos, aumentan la dificultad para mantener un rendimiento constante en la competición doméstica.

La concatenación de partidos con desplazamientos largos en plazos breves es especialmente exigente. Por ejemplo, tras un viaje de más de 1.000 kilómetros a una ciudad del norte de España, el equipo puede verse obligado a jugar pocos días después en otra ciudad situada a cientos de kilómetros en dirección contraria. Esta situación no solo genera un desgaste físico, sino que limita las posibilidades de recuperación y preparación táctica, aspectos fundamentales en una competición profesional.

Diferentes modos

En cuanto a los medios de transporte, la UD Almería realiza vuelos para los desplazamientos que implican largas distancias o insularidad, como en el caso de Las Palmas y Ceuta. Los vuelos permiten acortar notablemente los tiempos de viaje y reducir el impacto del traslado sobre la condición física de los jugadores, aunque su planificación debe ser precisa para evitar acumulación de fatiga por horarios poco adecuados o retrasos. En los trayectos dentro de la península, el equipo combina distintos medios de transporte, aunque la mayoría son en avión, salvo los realizados a Granada o Málaga y puntualmente a Córdoba.

Esta realidad obliga a la entidad a diseñar una logística que garantice la mayor eficiencia posible, minimizando los tiempos muertos y maximizando los periodos de descanso. La calidad del descanso y la recuperación son factores cruciales para que los jugadores puedan rendir en óptimas condiciones, a pesar de la exigencia del calendario y la dispersión geográfica.

La dispersión territorial de las sedes rivales, que abarca desde ciudades costeras del Mediterráneo y el Atlántico hasta poblaciones del interior o en zonas montañosas como Andorra, añade complejidad a la planificación. Las diferencias de clima, altitud y condiciones ambientales también afectan a la preparación y adaptación del equipo antes de cada encuentro.

El calendario internacional

Por otro lado, la temporada se disputa en un contexto de calendario internacional que reduce las semanas disponibles para entrenar y preparar los partidos con tranquilidad, incluso puede darse la circunstancia de que el futbolista se pierda dos jornadas si la ida se solapa con un partido agrandado en lunes y la siguiente jornada es un sábado, sin apenas tiempo para el retorno. La coincidencia con competiciones de selecciones nacionales implica que, además de los viajes propios de la liga, algunos jugadores afrontan desplazamientos adicionales para representar a sus países, lo que puede impactar directamente en su estado físico y mental al regresar a su club.

Por tanto, la combinación de largos desplazamientos, variabilidad geográfica, condiciones ambientales diversas y el condicionante de las fechas internacionales hacen que la UD Almería deba afrontar esta temporada con una estructura de planificación muy robusta. El éxito no dependerá únicamente del talento o la táctica, sino también de cómo el club gestione estos factores externos que, a menudo, pueden marcar la diferencia entre la victoria y la derrota.

Cada viaje, desde el más corto hasta el más lejano, es una prueba de resistencia y capacidad de adaptación para el equipo. El desgaste acumulado por el constante movimiento a lo largo de la geografía española y las islas, junto con las complicaciones del calendario internacional, dibujan un escenario de gran exigencia física y mental para jugadores y cuerpo técnico.

El sorteo

El sorteo condicionado del calendario de Primera División tendrá lugar el martes 1. Como es habitual desde la temporada 2018/19, el calendario será asimétrico. Es decir, no se mantendrá el mismo orden de las jornadas de la primera y la segunda vuelta ni habrá jornadas idénticas en cuanto a los 10 enfrentamientos.

LaLiga 2025/26 empezará el fin de semana del 16 y 17 de agosto, aunque podría haber partidos ya el viernes 15 o incluso el jueves 14. Únicamente habrá una jornada intersemanal fijada la próxima temporada, mientras que el parón de Navidad se prolongará entre el 22 de diciembre y el 2 de enero, parando únicamente el fin de semana del 27/28 de diciembre.