El Almería cae por la calidad del Atlético y por los centímetros

Tal vez lo hiciera tarde. En los últimos diez minutos, para ser más concretos. Hasta entonces, las sensaciones dieron un duelo perdido por no tener más de lo que había, puede que también por no hacer más. El caso es que con el Atlético 'echándose' la siesta -en el horario antiguo podría ser hora para 'sestear'-, el Almería se metió en el partido. Y ahí fallaron, como al término de la primera parte, los centímetros. Entonces, Correa se salvó de estar en fuera de juego por el talón de Kaiky y Griezmann hizo el segundo. En esa recta final, que 'puñetero' intento de Portillo de rematar un balón centrado por Arnau Puigmal que no remató, con mano de Giménez y estar cerca del gol -que podría, aunque fuese de penalti-, que no fue posible. Luego más que centímetros fueron metros, los que había entre donde Díaz de Mera Escuderos estaba y lo mismo no había cobertura para que el VAR le hubiese dicho que en el 92 Yannick Carrasco le pegó un 'revolcón' dentro del área a Arnau Puigmal que al no señalarlo pudo impedir que la UDA estuviera cerca del 2-2. Lo mismo falló el bluetooth.

El partido lo controló el Atlético desde el pitido inicial, manteniendo el balón ante un Atlético presionando muy arriba, sin dejar espacios y 'atosigando' a un Almería sin capacidad de coger confianza. Griezmann avisó pronto, con una falta lanzada, desde la frontal, que se marchó por encima de la portería de Fernando Martínez. Y el Almería, tan dado a hacer goles de córner, encajó el primero de ese modo y ante el segundo en saber aprovechar ese tipo de acciones. Tras el primer saque de esquina, en el 4, el balón colgado por Yannick Carrasco lo tocó de cabeza Correa, en el primer palo y anticipándose a Hounboulang Mendes, y el balón le llegó a Griezmann que se anticipó a Álex Centelles para poner a los de Simeone en ventaja con un gol de cabeza.

Con el Almería obligado a defender su área, el Atlético siguió insistiendo, con velocidad y una presión alta y 'conquistadora'. De este modo, el cuadro colchonero pisó área y, en el 10, un despeje de Samú Costa que tocó en el galo pudo poner el segundo en el marcador, con mucho más ritmo que el cuadro indálico, incapaz de asustar lo más mínimo en ataque. En el 13, el que lo intentó fue Koke, con un lanzamiento desde fuera del área, que mandó ajustado a la escuadra, pero sin encontrar la red.

Pasado el primer cuarto de hora, el cuadro indálico encontró el modo de presentarse en el campo, con posesiones más largas, pero 'con el dedo acusador' hacia las pérdidas porque, aunque el Atlético cometió más, las del Almería ocasionaban llegadas colchoneras, aunque la amenaza atlética decreció en 'número'. De todas formas, siguió dando guerra implantando su solvencia futbolística. En el 26, Ángel Correa lo intentó de rabona, tras un movimiento espectacular para deshacerse de Rodrigo Ely y Srdjan Babic, tras un excelente pase de Antoine Griezmann que se convirtió en protagonista en el 32, tras un robo de balón en el centro del campo que acabó con mala definición porque su disparo se marchó fuera, aunque ajustado al palo izquierdo de la meta de Fernando Martínez.

El partido bajó en cuanto al control atlético, que se mostró cómodo y eso fue lo que permitió que el Almería, atento a las contras, aprovechara para poner las tablas. Fue en el minuto 36 y un balón retrasado por los colchoneros desde el centro del campo por Correa lo 'recogió' Leo Baptistao, que logró subir por la izquierda para entrar en el área, por la derecha Luis Suárez le pedía el balón, pero el brasileño exatlético buscó portería, el balón 'sibilinamente' tocó en Giménez y superó a Jan Oblak para poner las tablas.

Había cambiado el rostro el Almería, pero ante un Atlético con prisas por controlar el marcador, con el partido siendo suyo. En el 41, Griezmann estuvo cerca de marcar el 2-1, pero su disparo se marchó fuera por poco. El que no fue fuera fue el posterior, en el 42 y que subió al marcador en el 43 tras ser revisado por el VAR. La jugada se inició con posible fuera de Correa, que no fue, roto por el talón de Kaiky Fernandes. El balón le cayó a Yannick Carrasco, por el costado izquierdo del ataque colchonero aprovechando que Mendes no tapaba, y su centro lo 'embolsó' en la red indálica el galo para irse al descanso con triunfo.

La segunda parte comenzó como empezó la primera. El Atlético volvió a poner ritmo, con presión alta para propiciar el robo siempre arriba. De este modo, en el 47, una falta lateral botada por Carrasco y tocada por Griezmann la mandó fuera de sus inmediaciones Fernando Martínez con la primera de dos intervenciones mayúsculas. La segunda tras una petición de penalti por mano de Samú Costa. En el 49, fue con un disparo de Marcos Llorente que acabó con un espléndido manotazo del cancerbero rojiblanco que evitó el tercero.

Lo de evitar se prolongó en el tiempo porque en el 55, evitó que el disparo de Marcos Llorente, tras centro desde la derecha, entrara con un despeje casi con el tobillo. El Almería vivía constantemente en dificultades ante un Atlético pisando cercanías del área. Así, en el 59, una entrada perpendicular de Marcos Llorente sirvió para que Griezmann, de espaldas, asistiera a Yannick Carrasco para un disparo tan cruzado que se quedó frenado en el palo izquierdo de la meta de Fernando, que volvió a aparecer, en el 60, para despejar un disparo ajustado de Griezmann.

Obligado a cambiar el decorado, Rubi reaccionó e introdujo a César de la Hoz en lugar de un menos 'provocador' Gonzalo Melero, además de meter a Portillo por Robertone y a Largie Ramazani por Leo Baptistao. Antes, Arnau Puigmal sustituyó a Houboulang Mendes, con molestias, en el 59. Consiguió alejar al Atlético de las inmediaciones de Fernando Martínez, pero careció de la electricidad necesaria para meterle el miedo en el cuerpo a un cuadro colchonero que fue echándose atrás, pero sin sufrir porque el Almería careció de profundidad para evitar la 'siesta' del Atlético.

La tuvo con el final en la retina. Ahí, el Atlético no fue capaz de llegar al área del Almería, ¿por iniciativa propia? Puede que sí, aunque el Almería empujó de lo lindo en busca de las tablas, tal vez era ese el 'guion' de partido de los de Rubi. En el 85, un balón colgado al área por Arnau Puigmal, desde la derecha, lo tocó con la mano, claramente, Giménez, pero en el VAR se miró si Portillo, que había entrado al remate, estaba en posición antirreglamentaria. Y el VAR evitó que el Almería estuviera cerca del empate, que luego el penalti habría que tirarlo. El que no hubo posibilidad de convertir fue el cometido en el 92, en el que Yannick Carrasco derribó dentro del área a Arnau Puigmal y este sí que no estaba en fuera de juego ni nada por el estilo, pero Díaz de Mera y, sobre todo, González González no usó el 'pinganillo', no fuera a ser que fuese penalti. Ganó el Atlético, perdió el Almería. Nada nuevo, pero jugaron los centímetros y puede que los escudos.