La UD Almería, del avión al diván
La tercera derrota consecutiva de los rojiblancos les saca de los puestos de descenso directo después de 18 jornadas en ellos
Quien pensara que lograr el ascenso es como 'coser y cantar' está muy equivocado. En 42 jornadas hay días buenos y menos buenos. El Almería, ... que parecía tener el ascenso en la mano después de tener hasta once puntos de ventaja sobre sus perseguidores, ha visto cómo entre el covid, las lesiones y un mal rendimiento en el que ha faltado el control de las áreas –puede que como consecuencia de lo primero– la ventaja se ha ido 'esfumando' jornada tras jornada hasta incluso perder la posición de privilegio que conduce al ascenso a la máxima categoría.
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Puede que coincida con lo 'normal', aunque duela sobre todo después de ver al equipo manejarse como 'pez en el agua' durante muchas jornadas. No hay que olvidar que la derrota en el Carlos Tartiere ha supuesto perder posición de ascenso directo, en el que había estado en 18 jornadas consecutivas, con quince en la primera plaza.
De estudio
Esos son solo aspectos superficiales, que no tienen más estudio. Lo importante es lo 'profundo' y más allá de lo que pasó está cómo sucedió. El caso es que la UDA ha perdido la capacidad de sorprender que tenía en la fase 'buena' de la temporada. Desde que comenzó la competición, los indálicos han sido intensos desde la salida en la mayoría, aunque no siempre haya quedado plasmado en el marcador. Sí lo consiguió en siete partidos de los disputados en la primera parte de la temporada, con ocho goles antes de llegar al minuto 20.
Ahora, desde que comenzó la segunda vuelta, con el partido de Lugo 'incluido', los rojiblancos han salido 'despistados', aunque también es cierto que no se haya reflejado en los resultados. Lugo, Eibar y hasta el mismo Real Oviedo impusieron su propuesta, más allá de que después aparecieran las llegadas indálicas, aunque sin acierto cara al marco contrario. Es más, en todos los partidos de Liga, salvo en el duelo ante Las Palmas y el disputado frente al Cartagena, el Almería nunca se identificó, en formas, con su identidad primitiva.
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Además, su rendimiento en las áreas ha sido el detonante de esa 'caída' libre en la que parece haber entrado, incapaz de manejarse en defensa o en ataque, una actuación 'asimétrica' si hubiese que compararla con la tónica general de la competición. Hasta llegar al partido frente al Zaragoza, los rojiblancos se habían mostrado sólidos e infranqueables. Por cada gol que encajaba era capaz de convertir casi tres goles (2,84). En ese tramo, que consta de veinte partidos, en ocho mantuvo su portería a cero y solo en tres encuentros se quedó sin marcar –ante Ponferradina y Eibar acabó perdiendo y empató en casa con el Huesca–.
Llama la atención
El contraste con lo sucedido ahora es elocuente. En cuatro partidos de Liga, a los rojiblancos le ha costado hacer el gol y cada vez que lo logró la estadística dice que encajó cuatro. En los cinco partidos disputados en Liga en 2022, la solidez atrás ha sufrido un bajón inquietante. Poco expeditivo en defensa, encajó goles por errores en casa frente al Cartagena, a la salida de un córner; el que recibió en Gran Canaria, el primero en el Anxo Carro y puede que hasta los dos goles del Carlos Tartiere.
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Indudablemente, el problema viene en la falta de contundencia en defensa y en la falta de acierto en ataque porque los rojiblancos disfrutaron de llegadas en todos esos partidos disputados. De todas formas, una cosa son las llegadas y otra el 'acierto' entre palos, que ha sido escasísimo, también por la ausencia de referencia arriba por la indisponibilidad de jugadores como Sadiq Umar, Juan Villar o Dyego Sousa, o de un jugador clave como José Carlos Lazo, que abrió el marcador en tres partidos y a las primeras de cambio. El sanluqueño inauguró el marcador en el partido de ida ante el Oviedo, en el minuto 5; ante la Real Sociedad B, en el 4, y frente al Burgos, en el 2, o cerró el disputado en El Molinón-Enrique Castro 'Quini', que permitió al equipo ganarle al Sporting.
En este 2022, ante el Cartagena, el partido que nunca debió jugarse por las dificultades de disponer de jugadores del primer equipo para jugar, de los 17 disparos realizados solo dos fueron entre los tres palos, algo que también sucedió en Las Palmas, aunque con menos presencia arriba, con solo seis intentos, pero suficientes para haber hecho méritos incluso para acabar venciendo.
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La relación
En Lugo y ante el Eibar, la relación 'calidad-precio' no fue ecuánime. En el Anxo Carro, la UD Almería disparó a portería en 21 ocasiones, de las que solo 7 fueron entre los tres palos. El gol, sin embargo, fue en propia meta. Ante el Eibar, casi lo mismo, con uno de cada tres disparos entre los tres palos –8 de 24–, mientras el cuadro armero disparó dos veces a puerta e hizo dos goles, de un total de 9 intentos.
En el Carlos Tartiere, la situación es algo más 'sangrante'. La UDA disparó más que el Oviedo, también entre los tres palos, pero acabó cayendo por un gol al segundo intento y otro en propia meta.
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