El Almería no se va, al Almería lo echan

Lo cierto es que la UDAlmería jugó mejor, según cánones que no hablan de goles, mereció mejor resultado, pero el conjunto 'pepinero' acertó en las dos llegadas más claras de las que dispuso. Adriá Altimira puso un golazo cuando mejor estaba el Almería. Luis Suárez no quiso quedarse atrás y puso las tablas, cinco minutos después.

La segunda parte fue del Almería, con llegada y tal vez falta de definición, con el Leganés obligado a echarse atrás. Sin tiempo, Lázaro Vinicius firmó una acción coral que arrancó en el balón de Gonzalo Melero, la actuación de Arnau Puigmal llevándose a su defensor para dejarle la banda entera a Marc Pubill y su centro lo finalizó el brasileño, que jugaba su primer partido como titular, de un taconazo perfecto. Pero un gol que, por ejecución, debió ser definitivo, acabó por un penalti de Marc Pubill sobre Raba que Miguel de la Fuente convirtió en gol y, tras un posible penalti por agarrón a Luis Suárez que pudo ser el paso firme hacia la victoria –de haber sido pena máxima habría que marcarla–. En la acción siguiente, un resbalón de Lopy habilitó a Juan Cruz para centrar un buen balón al área que Diego García se encargó de convertir en el del triunfo que echa al Almería de la Copa, porque está claro que el equipo indálico hizo méritos para no irse.

Comenzó mejor el Almería, que tuvo el balón en los inicios y hasta marcó, aunque el fuera de juego semiautomático le quitó validez, en el minuto 1, a una buena acción de Luis Suárez que puso un balón para Arnau Puigmal y el rubinense encaró a Juan Soriano para batir de un potente disparo. No subió al marcador, pero sí que fue aviso que tuvo casi 'réplica', en el 8, en una acción de Arnau Puigmal por la derecha que golpeó Lázaro Vinicius y Juan Soriano la sacó con el pie a córner.

El Almería era dueño del balón, pero sin dejar de descuidarse porque el Leganés recuperaba balón para salir a la contra como único recurso, con Renato Tapia incrustado en el centro del campo. En el 14, el centro desde la izquierda no llegó a Luis Suárez, por poco. En el 17, contestó Darko Brasanac, con un cabezazo que se fue alto y, en el 19, Diego García no llegó por poco a rematar un centro desde la izquierda, con el equipo pepinero tomando el mando del partido.

El partido se vivió con más pausa, a la espera de sacar esa velocidad que pide la Primera División y que también la tiene la UDAlmería, porque lo ha demostrado, pero el partido se desarrollaba por las 'vías' de la pausa y del respeto. En el 33, una acción de Brasanac, por la derecha, despejada por Kaiky le cayó a Altimira que le pegó con la zurda sin que Fernando pudiera llegar a atajar el lanzamiento.

Al Almería no l e amilanó el tanto. Su fútbol de otra categoría le hizo reaccionar muy pronto. En el 38, nació una acción notable por banda izquierda con la colaboración entre Luis Suárez y Sergio Arribas. El cafetero se valió del madrileño, éste tocó de tacón hacia atrás y el pichichi rojiblanco –también en Copa– la enganchó para poner las tablas en el marcador y, en el 41, estar cerca del segundo, con una acción también por la izquierda en la que se quitó de encima a Renato Tapia y buscó el primer palo por donde Juan Soriano, atento, mandó el balón a saque de esquina.

En partido se reanudó también pausado, porque así lo quería el Leganés, pero no el Almería. En el 51, el Almería fue la Filarmónica de Viena y el UDAlmería Stadium la Ópera. Gonzalo Melero se sacó un pase desde atrás al sitio. Arnau Puigmal se fue al centro arrastrando jugadores y dejando vía libre para Marc Pubill. Éste la puso al primer palo y Lázaro Vinicius se sacó un taconazo que superó a su marcador y a Juan Soriano.

El Almería empezó a gustarse y el Leganés a impacientarse. Los rojiblancos aparecieron y poblaron el área, con cuatro o cinco jugadores llegando y marcando la atención del cuadro de Borja Jiménez, con Renato Tapia bajando para sacar el balón, pero sin encontrar conexión arriba para tratar de igualar el partido.

El equipo almeriense se mostraba mejor, más metido en el partido, jugando al toque y al sitio. En el 61, pudo llegar el tercero en una acción de Lázaro Vinicius con pase para Álex Centelles que se encontró con Juan Soriano, pero logró superarlo y Sergio González despejó la ocasión a córner.

Borja Jiménez buscó 'otra cosa', más profundidad por banda con la entrada de Juan Cruz, sobre todo, y Neyou. En una subida por banda apareció Raba, que fue uno de los que entró y el balón, que le llegó antes que a Pubill acabó con éste tratando de despejar, aunque la anticipación del 'pepinero' acabó en penalti firmado por Miguel de la Fuente que celebró el gol con un gesto hacia la grada.

Rubi siguió intentándolo con cambios de corte ofensivo y demostración que no se quería llegar a la prórroga, que quería ganar antes. El equipo indálico lo siguió intentando y estuvo a centímetros de ponerse de nuevo por delante en una acción en la que Luis Suárez sufrió un agarrón dentro del área, descartado por De Burgos Bengoetxea, primero, y por Soto Grado, en el VAR, después. El Leganés montó una contra en la que Dion Lopy resbalón y no llegó a tiempo, y la llegada por banda izquierda de Juan Cruz, acabó con éste poniendo un buen centro para que Diego García lograra batir a Fernando Martínez. Con diez minutos por delante –cuatro para llegar al 90 y seis de descuento–, el Leganés supo manejar el partido e imponer las tablas de un equipo de Primera División ante otro que puede serlo, pero que tuvo descuidos en ese último cuarto de hora para quedarse sin Copa del Rey, pero marchándose con la cabeza bien alta por competir de tú a tú y casi mirar al Leganés por encima del hombro, aunque sí que es cierto que el equipo pepinero dirá aquello de 'dame pan y dime tonto'.