Alerta máxima en Zaragoza para el próximo rival de la UD Almería

La marcha de Raúl Guti en el mercado veraniego con dirección hacia un rival de la misma categoría, como es la UD Almería, sólo abortado por la intermediación de un equipo menor de Primera División, el Elche, marcaban claramente que las cosas no iban bien en el club maño. Pero nadie presagiaba que fueran tan mal, hasta el punto de que el objetivo actual es conseguir la permanencia con el menor sufrimiento posible.

Con una racha de doce partidos seguidos sin ganar, a Rubén Baraja se le abrió la puerta de salida. Mientras el club busca un nuevo técnico y un nuevo estilo de juego, ha sido un hombre del club, Iván Martínez, el que se ha hecho cargo, con éxito, de la nave zaragocista, rompiendo la mala racha con una victoria ante el Fuenlabrada. Con ello, además, ha conseguido que la moral de la tropa se levante y afronten el partido contra la UD Almería con otro ánimo.

Con la única referencia del partido pasado, el Zaragoza resucitado por Iván Martínez mostró aspectos esperanzadores. Apoyado en un dibujo 1-4-4-2 en el que las líneas se mantuvieron bien juntas ahogando al rival, sin llegar a tener la posesión de forma mayoritaria, ya que estuvo repartida por partes iguales con el Fuenlabrada, lo cierto es que el equipo zaragocista mostró más orden y convicción en sus posibilidades. Crearon muchas ocasiones, más que el rival y más aún que las vistas en partidos precedentes. Y, además, marcó un ex de la UDA, Juanjo Narváez, para sumar tres puntos de oro que confirman, sin duda, la forma de jugar que mostrarán frente a los de Gomes mañana miércoles.

Lo cierto es que el Real Zaragoza que va a visitar el Estadio de los Juegos Mediterráneos es un equipo en construcción. O, mejor dicho, en reconstrucción. Seguramente nada de lo que se vea el miércoles será lo que quede en los próximos días, ya que el puesto de entrenador está por determinar, aunque un buen resultado de Martínez podría darle la oportunidad de seguir. Además, se busca director deportivo y hasta directivos de confianza. Tanta inestabilidad se traduce, necesariamente, sobre el césped, ya que los propios futbolistas no saben quién les dirigirá y si el club contará o no con ellos con el mercado invernal a punto de abrirse.

Así las cosas, lo que garantiza el Real Zaragoza en su duelo ante el Almería es orgullo y mucho orden, el impuesto por un entrenador interino de la casa. Está por ver si el amago de resurrección tras la victoria ante el Fuenlabrada le da para competir de tú a tú con una UDA en clara progresión o sus esperanzas a corto plazo quedan enterradas. No será, ni mucho menos, un Almería-Zaragoza como los que se pudieron vivir en el anterior campeonato.