Hologramas del pasado
«caso, hemos de quedarnos con algo que nos permitirá respirar con esperanza. Una vez superado el mes de abril, aquel que nos aterraba sobre el papel, el equipo está fuera del descenso. Ahora, a ganar»
Fue el segundo gol de Luis Suárez en Getafe, el pasado miércoles, el que me levantó de la silla y motivó con el objetivo de ... buscar la posibilidad de comprar entradas para el partido en el Santiago Bernabéu. La consecuencia; días después estaba en los aledaños del estadio madrileño ataviado con mi bufanda rojiblanca al cuello. Comenzaron en ese momento a asaltarme recuerdos que, como hologramas que representaban escenas del pasado, se aparecían en cada esquina: el bar donde tomé un refresco junto a mi padre, el lugar en que saludé a aquel amigo que ya no está, la puerta por la que centenas de rojiblancos cantaban, en éxtasis, canciones básicas. Muy básicas.
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Ya en el presente, comparaba con la experiencia que dan los años lo que fuimos y lo que somos. La forma en que familias, grupos de chavales o aficionados con solera coloreaban con los colores de Almería las calles. En cada escena, holograma y presente enfrentados, llegaba a la misma conclusión: lo que somos ahora, una afición de Primera División, y lo que éramos entonces, una afición con ilusión pero falta de historia. El Santiago Bernabéu recibió en este abril de 2023 a otra hinchada diferente a la que debutaba en la máxima categoría en la temporada 2007/08. A una afición con himno, con canciones propias. Un grupo de gente que, aun disperso por la grada, se comunicaba a pesar de encontrarse en gradas diferentes.
Esta anécdota personal tendría un final mucho más bonito si contase además un partido épico del Almería con una victoria sonada. Un equipo alegre que fue capaz de hacer sufrir al vigente campeón de Europa. Pero no. Ojalá. Vivimos la enésima derrota a domicilio con la imagen de siempre; miedo, nerviosismo, falta de confianza...
En cualquier caso, hemos de quedarnos con algo que nos permitirá respirar con esperanza. Una vez superado el mes de abril, aquel que nos aterraba sobre el papel, el equipo está fuera del descenso. Ahora, a ganar.
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