Los rojiblancos celebran un triunfo que permite soñar. Agencia Lof/Carlos Barba
UD Almería

Casi 900 noches, y un día... llega la segunda victoria en el Almería

El equipo indálico no ganaba dos partidos seguidos desde el 13 de mayo de 2022, tras vencer al Sanse en Anoeta, poniendo fin a un ciclo de cuatro triunfos, al empatar una semana después el día del 'AlcorconLos rihubkabcis cekebrab azo'

Juanjo Aguilera

Almería

Viernes, 25 de octubre 2024, 23:38

La UD Almería ha alcanzado un hito que parecía inalcanzable: sumar dos victorias consecutivas después de casi 900 días de espera. Este logro no sólo ... aporta tres puntos esenciales en la tabla, sino que revive las esperanzas de una afición que ha acompañado al equipo en su lucha constante por regresar a la gloria. La última vez que los rojiblancos lograron encadenar triunfos fue en mayo de 2022, cuando una serie de cuatro victorias les catapultó hacia la cúspide de la clasificación, acercándolos al ascenso a Primera División. Sin embargo, aquella temporada también trajo consigo una dura realidad, el 'alcorconazo', un empate inesperado en el Estadio de los Juegos Mediterráneos frente al Alcorcón, que frenó las aspiraciones del Almería de alcanzar el ascenso directo.

Publicidad

Esa serie de triunfos de 2022 fue la base sobre la cual se cimentó el ascenso del Almería y ha sido el estándar que se ha perseguido desde entonces. En esta ocasión, el equipo dirigido por Rubi volvió a saborear las mieles del triunfo consecutivo frente al Real Zaragoza y el Albacete Balompié, en partidos disputados en La Romareda y en el UD Almería Stadium. Para los seguidores rojiblancos, cada victoria representa mucho más que tres puntos. Es una inyección de moral y un recordatorio del potencial que el equipo lleva dentro.

El camino desde 2022

Desde aquella gloriosa racha de victorias en 2022, la UD Almería ha vivido un periplo de altibajos en su travesía por las ligas española, tanto en Primera División como en la categoría de plata. En estos dos años y medio, el Almería ha disputado 81 partidos de Liga, logrando un total de 17 victorias. Sin embargo, la racha de victorias consecutivas seguía siendo una asignatura pendiente que no lograban aprobar. En la última temporada, los aficionados vieron cómo el equipo tenía dificultades para mantener la consistencia necesaria, quedando en una zona de peligro que terminó en descenso.

Las recientes victorias frente al Real Zaragoza (1-2) y el Albacete (3-1) podrían marcar un punto de inflexión. La consistencia en el rendimiento y la capacidad de anotación del equipo han sido notables en estos partidos, con actuaciones individuales y colectivas que destacan. En particular, el guardameta Fernando Martínez fue clave para asegurar la victoria frente al Albacete, mostrando seguridad y reflejos que ayudaron a contrarrestar los ataques del equipo rival.

Potencial ofensivo

En el fútbol, marcar goles es la primera condición para ganar partidos y el Almería ha mostrado una mejoría en este aspecto en las últimas semanas. El equipo ha anotado dos goles en cada una de las últimas siete jornadas, algo que subraya el potencial ofensivo que poseen los rojiblancos, liderados por un Luis Suárez que está de dulce, viendo portería en los últimos cuatro partidos, con seis goles, que se unen a los conseguidos frente al Racing, en la primera jornada, y ante el Castellón, en la quinta. En su último enfrentamiento contra el Albacete, la UD Almería logró marcar tres goles, un 'hito' que muestra su capacidad para generar oportunidades y convertirlas en puntos. Esta habilidad para anotar se convierte en una poderosa herramienta cuando el equipo busca mantenerse en una posición favorable en la tabla.

Publicidad

Además, este impulso ofensivo recuerda las rachas goleadoras del pasado, cuando el equipo venció a Sporting, Burgos, Amorebieta y la Real Sociedad B en una serie de encuentros que lo catapultaron hacia el ascenso. Ahora, al reencontrarse con su mejor versión frente a la portería contraria, los rojiblancos demuestran que están en camino de construir una trayectoria sólida hacia los primeros puestos.

La defensa, punto a mejorar

A pesar de los logros recientes, el Almería aún enfrenta desafíos defensivos que podrían poner en riesgo su progreso. De los once partidos disputados en la temporada, el equipo ha encajado goles en nueve ocasiones, incluyendo cinco partidos en los que recibió dos o más tantos. La derrota ante el CD Castellón, en la que el equipo encajó cinco goles, resalta los problemas que han experimentado en defensa.

Publicidad

La debilidad defensiva no puede ser atribuida exclusivamente a los jugadores de la línea de atrás; más bien es un aspecto colectivo que requiere una mejor coordinación en el balance defensivo. En este sentido, cada jugador en el campo tiene una responsabilidad en la prevención de ataques y en la protección de la portería. Tanto Luis Maximiano como Fernando Martínez, los guardametas que han estado bajo los tres palos en esta temporada, han tenido que enfrentar numerosas llegadas de los rivales, muchas de ellas con cierta ventaja por falta de apoyo en el mediocampo y en la defensa.

La última clave

La actuación de Fernando Martínez en los dos últimos partidos ha sido crucial para los éxitos recientes del Almería. En particular, en el encuentro disputado contra el Albacete, el cancerbero murciano, en su octava temporada como indálico, realizó varias intervenciones clave que evitaron que el rival tomara la delantera. Su presencia en la portería ha brindado seguridad al equipo y ha permitido que el Almería construya desde atrás, ganando en confianza y solidez.

Publicidad

Desde que asumió la responsabilidad en los dos últimos partidos, Fernando ha demostrado estar en plena forma y preparado para asumir el rol de guardián de la portería rojiblanca. La confianza que aporta es un factor que se contagia al resto de sus compañeros, quienes sienten que tienen un último obstáculo confiable para detener los ataques rivales. La consistencia y experiencia de Fernando Martínez se han convertido en un activo invaluable para el Almería y su papel será fundamental en los próximos encuentros si el equipo quiere mantener la racha ganadora.

Perspectivas y futuro

La UD Almería parece estar encontrando su ritmo en la presente temporada. La mejora en el rendimiento ofensivo, sumada a la seguridad que brinda Fernando Martínez en la portería, ha dado al equipo el impulso que necesitaba para escalar posiciones en la tabla clasificatoria para subir a la decimotercera plaza, tras haber estado dos en puestos de descenso. Aun así, el desafío principal será mantener esta racha y lograr una regularidad que permita alcanzar los puestos de ascenso. La defensa sigue siendo un área que requiere atención y la clave para continuar el camino ascendente será un balance entre el ataque y la defensa.

Publicidad

La próxima jornada, con viaje a Huesca, se presenta como una nueva prueba para la consistencia del equipo. La afición espera que esta serie de victorias sea sólo el inicio de un ascenso sostenido hacia la cima, un objetivo que el club y los seguidores comparten con la ilusión de ver a su equipo regresar a Primera División.

La UD Almería ha demostrado que tiene el potencial y los recursos para competir al máximo nivel y, si logran superar las dificultades defensivas, podrían convertirse en uno de los equipos más fuertes de la competición.

Noticia Patrocinada

Conclusión

La reciente racha de victorias consecutivas ha revivido las esperanzas de los seguidores del Almería y ha mostrado un equipo con capacidad para competir y triunfar en la categoría. La figura de Fernando Martínez, en particular, ha sido fundamental en este resurgir, brindando seguridad bajo los palos y transmitiendo confianza a sus compañeros.

Los rojiblancos han demostrado que pueden sobreponerse a las adversidades y que están dispuestos a luchar hasta el final para alcanzar el objetivo del ascenso. Con cada partido, la UD Almería se acerca un paso más a recuperar su lugar en la élite del fútbol español.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €

Publicidad