¿Qué medidas de higiene son imprescindibles para reducir el contagio del coronavirus?

Según explica Guadalupe Fontan, enfermera perteneciente a la Organización Colegial de Enfermería de España, lo más importante es la higiene de manos. Hay que mantener las manos limpias y evitar el contacto de las mismas con los ojos, nariz y boca, lugares por los que puede entrar el virus al organismo.

Explica Fontan que las mascarillas sólo deben usarlas aquellas personas que estén contagiadas del COVID para «evitar que las gotitas que se producen al estornudar, toser o hablar puedan ser proyectadas y contaminen superficies y personas». Señala esta enfermera que «no tiene sentido» que las utilicen personas sanas. «Estamos gastando los recursos que necesitan en los centros sanitarios» asegura.

Con respecto a los guantes, es recomendable su uso si hay algún contagiado de coronavirus en casa y hay que limpiar superficies en las que haya fluidos procedentes del mismo. El uso continuo de guantes puede ser contraproducente ya que, según explica Fontan, «dan una falsa seguridad que puede llevar a relajarnos en otras acciones que resultan más efectivas contra el virus, como la higiene de manos. Al quitarse el guante se puede apoyar la mano en el mismo y al final se hace una dispersión del virus».

En caso de que en la vivienda no haya ningún enfermo con coronavirus, las tareas de limpieza, lavado de ropa y fregado de utensilios de cocina pueden ser las mismas que habitualmente. Tan solo hay que lavarse mucho las manos y seguir la recomendación de no tocarse ojos, nariz y boca, especialmente si se sale a la calle. Según explica Guadalupe Fontan, tampoco es necesario quitarse los zapatos al entrar en el domicilio.

En cuanto al cuidado de las personas mayores, esta enfermera recomienda que «tengan una persona asignada para atenderlas y que no haya rotación, ya que así se reduce el riesgo de que alguno de los cuidadores esté contagiado». Lo importante es que las personas mayores estén cuidadas, atendidas y acompañadas pero «por el menor número de personas posible».

En el caso de que en la vivienda haya algún enfermo de COVID-19 lo más recomendable es que permanezca en una habitación con la puerta cerrada, aunque con buena ventilación a la calle. Dentro de esta habitación debe haber un cubo con bolsa de autocierre en el que tirar desechos como pañuelos de papel. «Hay que salir con la bolsa cerrada de la habitación y no manipularla fuera para evitar que el virus se disperse», explica Fontan. Lo mismo se debe hacer con la ropa del enfermo: «hay que trasladarla en una bolsa cerrada hasta la lavadora y meterla separada del resto, a una temperatura de entre 60 y 90 grados con el detergente habitual». Los utensilios usados para comer también deben limpiarse a temperaturas altas y en un lavaplatos si es posible.

En cuanto al uso del baño, las autoridades sanitarias recomiendan que los enfermos tengan un baño para ellos solos pero, en caso de que no sea posible: «hay que hacer la limpieza con agua y lejía cada vez que la persona lo utiliza», señala esta sanitaria.

Aún está por determinar el tiempo que el virus puede permanecer en las superficies y, de hecho, este puede variar en función de la temperatura y la humedad. Según explica esta enfermera: «el tiempo no es estándar, depende de las condiciones ambientales. Por ello es recomendable limpiar las superficies con una solución formada por 10 centímetros cúbicos de lejía por litro de agua». Asimismo, conviene aplicar esta solución con frecuencia a aquellas superficies que se usan continuamente, como interruptores y pomos de las puertas.