Reproducen con precisión el contagio por coronavirus de tres familias en un restaurante

El hecho en el que se ha basado el estudio tuvo lugar en la noche del 24 de enero de 2020, en un restaurante abarrotado de Guangzhou. Entonces, no se conocía la importancia de los aerosoles en la transmisión del coronavirus. Tres familias, denominadas en el artículo publicado como A, B y C, fueron contagiadas en dicha cena. Se sentaron en mesas contiguas, con la familia A en medio. En este grupo se encontraba una mujer de 63 años, desplazada desde Wuhan, que empezó a toser y a tener fiebre aquella misma tarde.

El equipo de investigación colocó las mesas y las sillas en la misma ubicación en la que se encontraban entonces y activó los cinco sistemas de aire acondicionado del local a la misma temperatura que estaban. En lugar de personas, los científicos situaron maniquíes térmicos en las sillas y reprodujeron las exhalaciones de aire. En las mesas, colocaron bombillas para reproducir el efecto de la comida caliente. Para imitar la expulsión de los aerosoles, emitieron gas trazador.

Las mediciones realizadas por los científicos demostraron que se formó una nube de aerosoles que infectados en torno a las mesas de las citadas familias A, B y C. De los siete miembros de este último grupo, dos resultaron contagiados, como sucedió con tres de las cuatro personas pertenecientes a la familia B y otras cinco personas de la A. Uno de los contagiados se sentó a 4'6 metros de distancia de la mujer que presentaba síntomas.

Según concluye este estudio, la única hipótesis sostenible que argumente esta circunstancia es el contagio por aerosoles. Las grabaciones de las cámaras de seguridad del restaurante permitieron comprobar que no hubo interacción entre los comensales, ni siquiera al ir al baño o al abandonar el recinto.