Las razones por las que la DGT puede rechazar la renovación de tu carnet

Estos exámenes miden las capacidades físicas, motoras, psicológicas y cognitivas de los conductores. A partir de esto se determina si las personas están en condiciones de conducir un vehículo y si es seguro para sí mismos y los demás usuarios. Algunas de las enfermedades por las que la DGT puede negar la actualización de tu carnet de conducción son:

· Enfermedades cardíacas: incluye la arritmia, así como intervenciones que involucren marcapasos, desfibriladores automáticos, o prótesis cardíaca. En estos dos últimos casos se debe esperar que pasen tres meses tras la operación para realizar la renovación. Y se requiere en cualquier caso un informe favorable para aprobar el permiso.

-Enfermedades vasculares: contempla afecciones como aneurisma de grandes vasos, disección o cirugía vascular. En el último caso podrás obtener informes favorables del cardiólogo que demuestren tu exitosa recuperación.

-Enfermedades psiquiátricas: se contemplan trastornos cognitivos, amnésicos o demencia. Estos incluyen enfermedades como delirium, trastorno de ansiedad, trastornos catatónicos, trastornos de personalidad, ansiedad, depresión y trastorno del sueño. Así mismo, trastorno obsesivo compulsivo, trastorno del desarrollo intelectual, abuso y dependencia de drogas y alcohol.

-Enfermedades endocrinas: tales como la diabetes mellitus insulinodependiente, así como hipotiroidismo y paratiroides. No obstante, en todos los casos es posible obtener informes favorables que permitirán renovar el carnet al menos por 5 años.

-Enfermedades respiratorias: son consideradas enfermedades como la apnea del sueño, disnea permanente o en reposo.

-Otras: otras enfermedades incompatibles con la conducción de acuerdo a la DGT son la nefropatía con diálisis, trasplante renal, pérdida de conciencia, epilepsia o accidente isquémico transitorio. No obstante, si se hace seguimiento médico y se presenta informe favorable, la renovación será posible por cierto número de años.

Por último, la DGT advierte que quienes aún con informe médico negativo se pongan al volante de un vehículo, pueden ser sancionados con multas de hasta 6.000 euros.