Una nutricionista advierte de los peligros de las dietas détox en septiembre

En este contexto, justo por esta época es normal empezar a escuchar sobre recetas, dietas y prácticas milagrosas para deshacerse de aquello en lo que te sobrepasaste. En concreto, las dietas détox post-vacaciones se publicitan como una manera de «limpiar» el organismo tras los excesos. Pero ¿qué tan cierto, beneficioso y aconsejable es seguirlas? De acuerdo con Nuria Romero, dietista y nutricionista. Recurrir a este tipo de planes solo potencia nuestra mala relación con la comida, incrementa nuestro sentimiento de culpabilidad cuando consumimos algo «no saludable» y puede generar daños a nivel del organismo. La razón, tal como lo explica la experta es que, «tu cuerpo no necesita una depuración. Tus riñones e hígado son los responsables de filtrar la sangre de tu organismo, y no necesitas una dieta ni bebida especial para limpiarlo».

Adicionalmente, «tu cuerpo está preparado para pequeños excesos. Es bueno ser flexibles, movernos en los grises. Pero si pasamos del blanco al negro de manera continua en nuestra alimentación y hábitos, estamos haciendo cambios bruscos en el organismo, afectando masa muscular, ósea, e incluso microbiota». En consecuencia, más que seguir un tipo de dieta o estrategia détox, lo ideal sería retomar o iniciar rutinas saludables. Enfocándonos más en el cuidado que en el autocastigo o la compensación. De acuerdo con Romero son muchas las estrategias que podemos desarrollar en este sentido. Por ejemplo:

1. Retoma tu alimentación saludable: reincorporando o aumentando más el consumo de legumbre y vegetales.

2. Reduce el consumo de dulce poco a poco: el verano es una época perfecta para el helado, si lo has tomado mucho durante esta época, plantéate disminuir su consumo paulatinamente. Por ejemplo, un día sí, dos no. Espaciándolo, tu cuerpo terminará por desacostumbrarse a su consumo y te lo pedirá menos.

3. Ten a la mano fruta dulce y refrescante: este tip ayuda para el anterior y como el calor seguirá unos días más, opciones como el melón, sandía o piña son excelente opción.

4. Retomar gradualmente o iniciar actividad física: si has estado todo el verano quieto(a) inicia gradualmente. La idea es evitar lesiones y agotar rápidamente tu entusiasmo haciendo que lo dejes al mes de haber comenzado. Los entrenadores siempre recomiendan comenzar un acondicionamiento físico tras un parón de ejercicio o si vamos a empezar una actividad demandante.

5. ¿Y la bebida?: Ya sabemos que el agua es siempre la mejor opción. No obstante, si hemos estado tomando más otro tipo de bebidas y nos cuesta hacer el cambio, podemos alternar el agua con, agua con gas o con fruta. Probar más zumos naturales e ir espaciando aún más el consumo de cerveza o el tinto de verano.