El aviso sobre el té matcha de una famosa nutricionista: «Hay personas que no deben tomarlo»

Basta con ir a una cafetería de moda para ver como, además de cafés, venden 'matcha latte' o con acercarse al supermercado para comprar matcha en polvo. Y es que lo que antes era un producto poco común que solo consumían unos pocos, ahora se ha convertido en el último grito del bienestar moderno hasta el punto de que muchos ya lo han sustituido por el café.

Pero, ¿es todo lo relativo al matcha tan bueno como parece? Según explica la conocida nutricionista Laura Jorge en Esquire, el 'boom' que está viviendo en matcha no es casual: «Cada vez estamos más concienciados con cuidarnos. Buscamos alimentos que no solo estén bueno, sino que nos hagan sentir mejor». Y en ese sentido, detalla que el matcha es rico en antixidantes y cuenta con un perfil nutricional «potente» que ofrece una combinación perfecta de «salud, bienestar y estética».

A diferencia del té verde tradicional, en el que se infusionan las hojas y luego se desechan, en el matcha se muelen dichas hojas enteras. Así, tal y como añade Laura, «consumimos todo el contenido nutricional de la planta», que cuenta con antioxidantes como las catequinas y con vitamina A, B2, C, D, E y K, así como minerales como el potasio, el hierro y el calcio.

Pero lo que hace que el matcha sea una alternativa al café es su efecto energizante. Se trata de un producto con cafeína, pero no es igual que la del café. «Gracias a un aminoácido llamado L-teaina, el matcha proporciona un estado de alerta calmada. Una energía sostenida que puede durar hasta seis horas sin los picos de nerviosismo que da el café», segura.

Pese a que cuenta con muchos beneficios, la nutricionista recomienda en Esquire no endiosar a esta bebida ya que no se trata de un producto mágico. «Tiene contraindicaciones, especialmente en personas con ansiedad, insomnio o sensibilidad a la cafeína», explica.

Y no es lo único, ya que su consumo también puede interferir en la absorción de hierro si se toma con las comidas y, en exceso, «puede irritar el estómago». Por ello, explica que la dosis ideal de este produzco es «una taza al día», sin abusar y mejor lejos de las comidas principales.