La DGT aclara cómo colocar la etiqueta medioambiental para evitar multas

Estas etiquetas clasifican a los vehículos en función al impacto ambiental que producen por su utilización. Los vehículos más viejos directamente no tienen ningún distintivo y no podrán acceder a las ZBE, como ya ocurre con Madrid Central o las Rondas de Barcelona. De hecho, si circulan por ellas corren el riesgo de llevarse una multa.

Existen un total de cuatro tipos de etiquetas medioambientales:

• Etiqueta 0 emisiones: es de color azul e identifica a los vehículos más eficientes, que son los eléctricos e híbridos enchufables con más de 40 kilómetros de autonomía.

• Etiqueta Eco: para los vehículos híbridos o a gas, así como para los híbridos enchufables con autonomía menor de 40 kilómetros.

• Etiqueta C: es de color verde y son para los vehículos de combustión interna con emisiones Euro 4, 5 y 6 para gasolina y 6 para diésel.

• Etiqueta B: es de color amarillo y corresponde a los vehículos con especificaciones Euro 3 para gasolina y Euro 4 y 5 para diésel.

La DGT es clara al respecto de la obligatoriedad de esta pegatina: mientras que la de la ITV es obligatoria, la etiqueta medioambiental no lo es, aunque recomiendan utilizarla para facilitar las labores de reconocimiento de la policía. Sin embargo, explican que algunos ayuntamientos sí que pueden exigir su obligatoriedad, por lo que es aconsejable informarse para evitar problemas.

En caso de colocar la etiqueta en el vehículo, la DGT explica dónde debe ponerse: en la esquina inferior derecha del parabrisas delantero, por dentro del cristal. De hecho, si no se coloca en ese lugar se corre el riesgo de recibir una multa. En concreto una sanción por el hecho de que la etiqueta pueda obstaculizar la visión del conductor, que está penada con 200 euros.