Los beneficios fiscales a quienes se acojan a un plan de pensiones

Para ello, las personas interesadas realizan una serie de aportaciones periódicas de las cuales podrán disfrutar una vez logran la jubilación. Complementando así su pensión contributiva de la Seguridad Social. En suma, se trata de un ahorro extra que se suma a las mensualidades correspondientes por los años cotizados. Con lo cual, una vez pensionadas, las personas podrán optar por un mejor nivel de ingresos y calidad de vida.

Al ser un esfuerzo por el ahorro y una mayor cobertura para los años de retiro, la Agencia Tributaria reconoce a las personas que deciden hacerlo, una serie de beneficios fiscales. A través de la ley ya mencionada el ente fiscal establece unos límites de aportación a los planes de pensión. Sobre los cuales se pueden realizar a su vez ciertas deducciones a la hora de declarar IRPF. Dichos límites son los siguientes. De acuerdo con entidades financieras, los aportes a planes de pensiones pueden realizarse de manera puntual o periódica. Eso sí, sin superar el límite anual de 1.500 euros. Ahora bien, es justo sobre este valor que opera la desgravación aceptada por Hacienda.

Hay que recordar que este tipo de aportaciones se incluyen en la base imponible del IRPF del año en curso. Con lo cual, todo lo que el contribuyente aporte en este sentido, puede reducirse del importe del capital a declarar, y por ende pagar menos impuestos. Por ejemplo, alguien que ha obtenido 21.000 euros como renta de trabajo en el último año y aporta 1.500 euros a su plan de pensiones. Pasa de tener una base gravable de 21.000 a 19.500 euros, con lo cual, su tramo IRPF ya no será del 30% sino del 24%. Es decir, deberá abonar por concepto de impuestos un total de 4.057 euros en lugar de 4.465 euros.

Finalmente, y pese a existir un límite de 1.500 en cuanto aportaciones a planes de pensiones. Hay algunas excepciones que permiten realizar aportes superiores. Es el caso de personas con cónyuge que registre ingresos superiores a los 8.000 euros anuales, quienes podrán aportar como máximo 1.000 euros al plan de pensiones de su pareja, independiente de lo aportado en su propio plan. Lo mismo sucede con personas discapacitadas, cuyo límite es de 24.520 euros.