Menú (aéreo y caro) de reyes
Jamón de 45 euros el kilo y platos para veganos y libres de gluten. Así se come en los aviones que llevan a Felipe VI y Rajoy
francisco apaolaza
Lunes, 16 de mayo 2016, 10:18
Si ayer para comer le sirvieron jamón ibérico de bellota, aperitivo de salmón en cuchara, lubina a la plancha con trigo vaporizado y postre de ... quinoa, yogur, arándanos y miel, es muy posible que viajara en el avión del presidente en funciones de España. Este es uno de los menús que se sirven a bordo de los aparatos del grupo 45 del Ejército del Aire dos Airbus 310 y cinco Falcon 900 que emplean el jefe del gobierno, sus ministros y la Familia Real, y que está compuesto de una carta de platos relativamente frugal. La acaba de adjudicar el Estado a una empresa por un valor aproximado de 480.000 euros. Se trata de Gate Gourmet, que dirige el chef Aitor Paz, y que tradicionalmente viene prestando este servicio de catering en los vuelos de Felipe VI y Mariano Rajoy.
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El pliego estipula que ningún plato puede costar más de 18 euros y marca un precio máximo de los productos, con lo que los mandatarios ya pueden despedirse del jamón de bellota de 250 euros el kilo que se servía antes a bordo. Ahora, el jamón más caro es de 45 euros. Y el cava es de doce euros la botella. Esta medida, que encaja dentro de la austeridad y la corrección política, choca con la misión diplomática de los propios aviones en los que, además de miembros de la realeza, del gobierno y de la prensa, viajan empresarios y otros vips, y que se considera una suerte de embajada volante.Usuarios de esta flota niegan que haya grandes lujos. En los Falcon se come al nivel de la clase business de una aerolínea de bandera.
Componen el menú un total de 15 aperitivos, 21 ensaladas, 20 primeros y 26 segundos, entre los que hay carnes, como solomillo de ternera y hamburguesa de buey con foie, o pescados, como lubinas, lenguados y rodaballos... Este año, la relación de platos incluye cuatro menús libres de gluten, lo que posiblemente responda a una de las preferencias de la reina Letizia, que parece haber eliminado este ingrediente tanto de su dieta como de la de las infantas. También por primera vez, disponen de menús para veganos.
Un contrato suculento
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El Estado adjudica el contrato del catering aéreo del grupo 45 del Ejército del Aire por concurso. Ha vuelto a ganar Gate Gourmet por un valor aproximado de 480.000 euros, 120.000 euros menos que hace cinco años.
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Seguridad. La empresa debe tener una base en el aeródromo de Torrejón, vigilancia las 24 horas y la comida debe llegar al avión en recipientes precintados.
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Las novedades. Este año se ha limitado el precio máximo de los productos y también de los platos, que no pueden exceder los 18 euros. También inauguran menús veganos y combinaciones libres de gluten.
Obviamente, no todo se ofrece a bordo. El menú se escoge antes de cada trayecto y normalmente, se da a elegir entre dos primeros y dos segundos.
El precio final dependerá de los platos que se encarguen hasta el final del contrato, pero la partida para alimentar mandatarios en el cielo se ha ido reduciendo en los últimos años. En 2011, el presupuesto era de 600.000 euros, 120.000 euros más que ahora. Obviamente, las exigencias de la empresa son distintas. Dados los comensales a los que sirve, está obligada a cumplir ciertas medidas de seguridad. Así, disponen de una base en el propio aeródromo militar de Torrejón, en Madrid, de donde despega la flota. Además, la comida tiene que llegar a bordo en recipientes precintados y la compañía tiene que estar vigilada las 24 horas.
En esto, como en todo, cada país tiene sus maneras de hacer. El Air Force One de Barack Obama tiene fama de ser el avión presidencial donde se come un menú más calórico y suculento.
El sándwich de Isabel II
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Pese a la cruzada de Michelle Obama por una dieta sana, pobre en azúcar y rica en vegetales, los platos del primer avión de los EE UU son bombas energéticas, con mención especial a la hamburguesa y a las tortitas con nata que se sirven para desayunar. La Casa Blanca admitió en una ocasión que los platos son contundentes puesto que para gran parte del pasaje, lo que coman en el avión es probablemente el único alimento caliente que van a tomar en todo en el día.
Cada mandatario tiene sus caprichos. Con Bush, que come como un buen tejano, todo eran carne y patatas, y a Clinton le encantaba el verde y pedía ensaladas. A veces, los gustos complican las cosas.En su primer viaje a Rusia en 1994 y antes de despegar para volver a casa, a la reina de Inglaterra se le antojó un sándwich de cordero y tuvieron que registrar Moscú para encontrar algo de ese tipo de carne.
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Sarkozy comía lo que cocinaba su chef personal en ElElíseo, Bernard Vaussion.Le gustaba el helado de café y cuenta Vaussion que un día se lo dejó en tierra y un asistente le recordó el error con tanta vehemencia que parecía que se iba a caer el avión en mitad del Atlántico.Desde entonces, cada vez que preparaban una comida aérea, en las cocinas de palacio se instalaba un gran cartel:«Sobre todo no olvidéis el helado de café del presidente».
En Australia hubo un gran revuelo político porque en 2009 el entonces primer ministro, el laborista KevinRudd, que era adicto a las tostadas con Marmite (un concentrado de verduras), hizo llorar a una azafata porque no quería servirle una comida.El vuelo duraba 20 minutos.
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