¿Hay que estudiar para ser padre?

El Reino Unido va a implantar un polémico programa de escuelas para progenitores con el fin de mejorar el comportamiento y la disciplina de los hijos. Los expertos también lo ven necesario en España

Inés Gallastegui

Viernes, 22 de enero 2016, 00:21

El primer ministro británico, David Cameron, acaba de anunciar la puesta en marcha de un programa nacional de clases de paternidad que ayude a los ... progenitores en «el trabajo más importante de su vida». «Los niños no vienen con manual de instrucciones», argumentó. El líder británico se mostró satisfecho del trabajo de los sanitarios que visitan a los bebés en sus casas para controlar su desarrollo, pero reclamó más atención a las etapas posteriores en la vida de los niños. «¿Qué pasa más tarde, cuando se trata de juego, comunicación, comportamiento y disciplina? Todos necesitamos más ayuda con esto», aseguró Cameron, quien, a pesar de que el programa se enmarca en una iniciativa de lucha contra la pobreza, animó a las familias de clase media a subirse al carro. El anuncio suscitó una inmediata polémica: en las propias filas conservadoras le han acusado de exacerbar el intervencionismo del Estado-niñera en la vida privada de los ciudadanos.

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«Ser padres hoy es muy difícil. Hay que luchar contra la sociedad, los medios, el mercado...»

  • emilio calatayud

  • Sentencias ejemplares

  • Emilio Calatayud (Ciudad Real, 1955) se ha hecho famoso por sus sentencias ejemplares ha condenado a un ratero a aprender a leer, a un hacker a dar clases de informática y a un conductor temerario a acompañar a la Policía en su ronda

  • «Mis padres son tontos»

  • El juez cuenta anécdotas de su ejercicio en un blog (granadablogs.com/juezcalatayud) «Pregunto a un chaval que cuántas asignaturas ha suspendido y me dice que cinco. Pues no te habrán traído nada los Reyes Magos, le digo. ¡Qué va! Me han dejado una moto y un móvil. Es que mis padres son tontos, concluye el chico».

¿Son los británicos particularmente torpes educando a sus hijos o Cameron ha cogido por los cuernos un toro que en España aún no estamos dispuestos a torear? Adecir de los expertos, más bien lo segundo: en nuestro país no existe un programa oficial de formación, pero cada vez son más los ayuntamientos, colegios y ampas que organizan escuelas de padres en forma de cursos, charlas y conferencias, sin olvidar la abundante literatura de autoayuda.

La psicóloga Rocío Ramos-Paúl cree que todos los padres deberían formarse como tales. «Tenemos una motivación muy grande para ser padres, pero no siempre invertimos el esfuerzo necesario en aprender a serlo: muchas veces se dedica más tiempo a decidir el nombre del bebé o a decorar su habitación que a hablar de criterios educativos. Los padres deben adelantarse a lo que va a ocurrir, no dejar que los problemas les sorprendan», resalta la protagonista del programa Supernanny de Cuatro.

En la primera infancia, son el sueño, la alimentación y las rabietas lo que hace a las parejas tomar conciencia de que las habilidades no son innatas. En esta etapa es importante decidir rutinas y hábitos y establecer consecuencias, tanto positivas como negativas, al comportamiento de los niños. De los 9 años 12 años suelen surgir problemas relacionados con las normas y los límites, especialmente en el ámbito de los estudios, y ya en la adolescencia la cosa se complica con las salidas con amigos o novios, el tiempo dedicado a los videojuegos o al móvil, la gestión del dinero, la colaboración en las tareas de casa...

Adolescentes violentos

Quizá la forma más reglada de formación sea la que imparten las asociaciones que colaboran con las instituciones en la prevención y reinserción de la violencia dentro de la familia. Una de ellas es la andaluza Ímeris, con sedes en Granada y Cádiz, que ofrece desde 2009 un taller de entrenamiento para padres en apuros, dirigido a progenitores con hijos adolescentes conflictivos. Casos que corren el riesgo de desembocar en violencia filioparental, es decir, la ejercida por los hijos contra los padres. Un fenómeno en auge.

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«Se dedica más tiempo a decidir el nombre del bebé que a hablar de criterios educativos»

  • Rocío Ramos Paúl Supernanny

  • Hogares desesperados

  • La psicóloga Rocío Ramos-Paúl (Sevilla, 1971) fue Supernanny en Cuatro ocho temporadas. Se metió en decenas de hogares para ayudar a padres desesperados niños que no comían, dictadores a base de rabietas, adictos a la play... Asesora en su web

  • Llegar a la adolescencia

  • «La infancia es maravillosa y, de repente, llega la adolescencia y las habilidades que habían adquirido los padres ya no sirven explica la psicóloga. Algunos son incapaces de cambiar, se muestran inflexibles y la relación se convierte en un intercambio de gritos. No hay comunicación ni negociación».

Chicas que llegan a casa con la piel acribillada a tatuajes y piercings sin permiso paterno; críos que dejan de acudir a clase porque están enganchados a la play o el whatsapp; o aún peor, chavales que roban para pagarse las drogas, son algunos de los escenarios que empujan a las aulas a estos padres desesperados (a menudo, madres solas). Allí se les enseñan técnicas para restaurar los puentes rotos. «La mayoría de las veces hay problemas en el establecimiento de normas y límites, en la disciplina y en el ejercicio de la autoridad»,explican los psicólogos Marisol Lozano y Guzmán Ibáñez, que atienden estos talleres. Por supuesto, admiten, es más fácil reconducir la relación deteriorada con un adolescente si hubo una buena educación en la infancia.

En estas clases se abordan problemas frecuentes en este tipo de familias, como la sobreprotección de los niños o el mito de la armonía familiar. «El ideal de la familia perfecta ha hecho mucho daño, porque es inalcanzable recuerda Lozano. El conflicto es inherente al ser humano y hay que asumirlo».

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Para el juez de menores Emilio Calatayud, una autoridad en el ámbito educativo a través de su libro Mis sentencias ejemplares, el problema es que los padres nadan contra la corriente. «Ser padre hoy es muy difícil: luchan contra la sociedad, contra los medios de comunicación, contra las empresas que tienen a los niños como su mercado... El ambiente no acompaña. La televisión encumbra el éxito inmediato, no el trabajo ni el esfuerzo», lamenta el magistrado, partidario de un pacto por el menor que incluya, por ejemplo, la prohibición de que los chavales tengan móvil antes de los 14 años o que recupere la capacidad legal de los padres de «corregir moderadamente a los hijos» incluso con una bofetada, que el Gobierno de Zapatero suprimió en 2007 del Código Civil.

«Hay personas que no deberían ser padres», zanja el psicólogo Javier Urra: por enfermedad, por adicciones, por egoísmo o, sencillamente, por incompetencia manifiesta para esa tarea. «Para pilotar un avión hay que tener una licencia. Para conducir un coche hay que tener un carné. Y para ser padre no se exige nada, a pesar de que hacen falta conocimientos complejos», lamenta el que fuera primer Defensor del Menor en la Comunidad de Madrid.

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«Algunas personas no deberían ser padres, por enfermedad, por egoísmo o por ineptitud»

  • Javier Urra Psicólogo

  • En defensa del menor

  • Javier Urra (Estella, Navarra, 1957) fue psicólogo forense y Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid entre 1996 y 2001. Reúne sus artículos y libros en la web www.javierurra.com.

  • Críos y lavadoras

  • «Cuando una persona va a comprar una lavadora, se informa primero y, una vez comprada, se lee el manual de instrucciones compara Urra. Cuando alguien quiere ser padre, debería aprender primero leer libros, ir a conferencias, hablar con los amigos o con los abuelos... Luego ya le pondrá a la educación de sus hijos su tono y su carácter».

A su juicio, los padres de hoy se enfrentan a una dificultad añadida: carecen de herramientas educativas para afrontar una realidad muy cambiante, por ejemplo, a causa de las nuevas tecnologías. También coincide con el juez Calatayud en que las familas no deberían estar solas en esta tarea, puesto que los jóvenes son el futuro del país: «Si unos padres admiten que no pueden con su hijo de 6 años, ellos tienen un problema, pero la sociedad tiene un problemón resalta. No solo falla la autoridad de los padres, sino también la del profesor, o la del adulto que le llama la atención a un chaval por dar patadas a una farola».

Perder la paternidad

En España es casi imposible que un padre pierda la patria potestad de sus hijos por ineptitud parental. La retirada de ese derecho solo está contemplada en casos de maltrato, abuso sexual, abandono o negligencia grave en el cuidado de los menores. No obstante, sí hay casos de suspensión temporal de la custodia: en una sentencia del pasado octubre, el Tribunal Supremo negó a una mujer maltratada la custodia de su hija, que le había sido retirada en favor de la Junta de Andalucía en 2010 por desamparo de la menor, al considerar que «carecía de habilidades como madre».

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Más raro aún es enviar a la cárcel a un padre por dejadez en el cumplimiento de los deberes de la patria potestad: a comienzos de los noventa, el juez Calatayud condenó a varias parejas por permitir que sus hijos faltasen al colegio de forma habitual. No llegaron a ingresar en prisión, pero el susto les ayudó a rectificar.

Las escuelas de padres, concluye el psicólogo navarro Javier Urra, son una gran idea. Solo tienen un defecto: «Los que acuden son los padres preocupados... los que menos lo necesitan».

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