Un pregón de Semana Santa con reivindicación a Almanjáyar

En veinticinco capítulos vinculados al texto del pregón a través de sonidos de las campanas de la Basílica de las Angustias, la saeta, el chasquido de dedos, la agrupación musical, el llamador de un paso, el ambiente del Sacromonte en el Miércoles Santo o los tambores y cornetas, entre otros, el pregonero ha ido desgranando su encuentro con un hombre llamado José y que resultó ser al final del texto el mismo San José «vigía del campo santo y tutor de esa parroquia donde Cristo siempre vence a cada instante la muerte», en referencia al Cristo de la Misericordia. Los Titulares de las cofradías quedaron plasmados en el pregón de manera implícita situados en espacios de la ciudad concretos, donde los barrios estuvieron presentes: Zaidín, Realejo, centro de la ciudad, Albaicín y los rincones de Granada.

El pregón ha tenido una extensión en el tiempo de una hora y treinta y tres minutos, iniciados con el saludo a la ciudad y cuyo epílogo fue para recomendar que «el tiempo has de aprovechar, cofrade, en todos sus talentos si quieres saborear todo el fanal de venturas y emociones que estos días tienen aquí», indicó. Un acto que por vez primera estuvo copresidido por el arzobispo Gil Tamayo a quien también acompañó en la mesa del teatro en su primer año de estancia en Granada, el teniente general Jefe del Madoc, José Manuel de la Esperanza. Sobre el escenario también el alcalde de la ciudad, la consejera de Fomento, Marifrán Carazo, y la diputada provincial Fátima Gómez. Una presidencia que se completó con la presencia de la presentadora del pregonero, María Morente.

Una de las iniciativas más señaladas ha sido unir a los barrios de la ciudad, la zona norte «donde se pierde la brújula de la ciudad, donde más tiene que iluminarse la estela de la dignidad y la prosperidad», afirmando que la «espalda de Granada no ha sido nunca la Sabia; es Almanjáyar» realizando una llamada a la conciencia porque «nos hemos resistido también los cofrades a mirar allí, donde el compromiso es más urgente». Habló de la «Gran Dama» que es la Virgen de la Soledad o refiriéndose a los Estudiantes como «la tesis doctoral que se lee cada Miércoles Santo en Granada, como aquel 2005» cuando fue recuperada la cofradía cuando «la perseverancia de la fe y la bondad vencen siempre a la mezquindad».

Un texto en el que deja patente la procedencia del pregonero y su especial devoción a los Titulares de la cofradía de la Esperanza y en especial a la Virgen cuyo palio «es un Dar al-Horra de arcos peraltados con una letanía de santos que te alaban sin fin».

El acto ha contado con las interpretaciones de tres marchas procesionales salidas de la Municipal de Granada. El arzobispo ha tomado la palabra por vez primera para señalar que «el Ayuntamiento está a vuestro lado», dirigiéndose a los cofrades, porque «la Semana Santa merece nuestro empuje». También las palabras de monseñor Gil Tamayo indicó que «Granada ofrece muchas oportunidades de belleza que también lo quiere Dios». Ambos felicitaron públicamente al pregonero.