Julio Alcaráz presenta la restauración del Cristo de la Encarnación

La puesta de largo de esta impresionante talla del siglo XVI contó con la presentación de la historiadora del arte Mirian Tejero realizando un recorrido por la época en la que se realizó la imagen indicando que «aunque no hay ningún documento que lo acredite todas las líneas de los historiadores apuntan a la gubia del burgalés«. Afirmación que suscribe el restaurador de la obra durante la exposición de su trabajo sobre el proceso de conservación. Durante doce meses trabajó en este proceso que fue devuelto a la comunidad religiosa y el costo fue subvencionado por la Delegación de Cultura de la Junta de Andalucía en el ochenta por ciento y el veinte por ciento restante ha sido sufragado por la propia comunidad contemplativa. La imagen que ha recuperado todo su esplendor gracias al trabajo de Julio Alcaraz, fue Titular de la cofradía del Cristo de la Buena Muerte (Ferroviarios) entre 1954 y 1970 y la intervención ha consistido »en la eliminación de repintes añadidos, masilla, eliminación de los repolicromados completos del siglo XIX hasta conseguir la policromía original a punta de bisturí«.

Procedencia de la imagen

Julio Alcaraz declaró a nuestro periódico en cuanto a la atribución a Siloé de la imagen que «si hemos podido comprobar una serie de características técnicas, en las analíticas sobre todo que nos dan hasta el noventa por ciento de posibilidades de la autoría a Diego de Siloé, tales como el uso de cera de abeja en la preparación que era muy usual en su padre, Gil de Siloé o la corladura de la sangre que no es común en Andalucía, que es el uso de pan de plata con una veladura en tono rojo«. No se le conocen intervenciones a la imagen salvo algunos repintes de mala praxis efectuados para tapar daños ocurridos en algunas salidas procesionales a finales de los años cincuenta por motivo de la lluvia, así como otros desperfectos propios de la manipulación.

La imagen estuvo presidiendo la primitiva iglesia de los Santos Justo y Pastor que hoy ocupa la plaza de la Encarnación y que con la exclaustración de desapareció quedando sólo la capilla actual que preside la iglesia conventual.

El coste total de la intervención ha sido de 18.281 euros. Está datada la imagen en el año 1563 y es una de las principales atribuciones de obras al burgalés, autor de la talla de Jesús del Perdón que se venera en la iglesia de San José, del Albaicín, o tracista de templos granadinos como el monasterio de San Jerónimo o de la propia Catedral metropolitana.