La Gran Madre procesiona después de medio siglo con motivo de la Inmaculada

La Virgen del Monte Carmelo es una imagen atribuida a Agustín de Vera Moreno, discípulo de Torcuato Ruiz del Peral, del siglo XVIII. Se había puesto en la calle con un pequeño cortejo en el que participaron algunos hermanos mayores de las cofradías granadinas, fieles devotos de la Virgen y representantes de hermandades.

Se presentaba en el paso de Nuestra Señora de la Soledad, y custodiada por los cuatro candelabros de guardabrisas del Cristo de la Sagrada Lanzada, así como de otros enseres cedidos por distintas corporaciones nazarenas y letíficas de la provincia de Granada.

Partió el cortejo con la cruz conventual y ciriales, participando la representación de la Federación de Cofradías con su presidente Armando Ortiz al frente, seguido del cuerpo de ciriales. En el cortejo participaban también las Damas y Caballeros de la Gran Madre y el coro de la Facultad de Educación, de la Universidad de Granada, dirigida por Pedro Antonio Pérez. Cantaron varios villancicos a la Virgen que fueron muy aplaudidos por el público.

En el interior de la Catedral la Virgen del Carmen fue recibida por los canónigos Enrique Rico Pavés, José Gabriel Martín y Manuel García Gálvez, incorporándose también el deán de la Catedral, Eduardo García. Acompañando a la Virgen tras el paso procesional, adornado principalmente con claveles y rosas en tonalidades blancas y champán, marchaba el capellán de la comunidad religiosa junto al Delegado Episcopal Universitario, David Salcedo, y el Delegado Episcopal de Jóvenes, Luis Miguel Sánchez. La celebración de la Vigilia de la Inmaculada estuvo presidida por el Arzobispo monseñor Gil Tamayo, desarrollándose la Liturgia de la Palabra con exposición del Santísimo Sacramento.

El prelado granadino presidió ayer la solemnidad de la Purísima en la Catedral en la misa estacional de la Inmaculada. Ya por la tarde la imagen de la Gran Madre abandonó la Catedral para regresar hasta su templo conventual.

Y lo hizo por un entramado de calles saliendo por la Puerta de la Encarnación en dirección al Pie de la Torre. Ponía música la banda de Atarfe, dirigida por Alberto Vallejo. «Ciertamente estoy emocionado de ver a la Virgen del Carmen procesionando por las calles de Granada», señaló a IDEAL el director del Museo Carmelita que ha trabajado para conseguir aunar la ayuda de varias hermandades para conseguir su puesta en la calle con singular elegancia y dignidad.

«Hay que plantear lo que la comunidad quiere y es revitalizar la devoción a la Virgen y procurar su salida procesional en cuanto se den las circunstancias necesarias». También el presidente de la Federación de Cofradías quiso felicitar a la comunidad y al equipo de trabajo por haber conseguido poner en la calle a la Virgen y, por supuesto, agradecer toda la colaboración que han tenido.

Durante toda la jornada también en numerosos templos, capillas y conventos se tuvo la celebración azul celeste de la Inmaculada con muchas Dolorosas granadinas expuestas en besamanos por todos los barrios de la ciudad. De manera especial, la celebración de la Purísima en San Juan de Dios con la misa del XXV aniversario de la Virgen del Dulce Nombre, en este templo de la Orden Hospitalaria tan vinculada a la devoción inmaculista.