La Costa Tropical se queda sin orar en el huerto de los olivos

Hoy, Lunes Santo los cofrades motrileños no pueden hacer balance de la primera jornada de la Semana Santa, ni tampoco pensar en el torbellino de emociones que cada año supone la salida de la cofradía del Señor de la Humildad orando bajo su olivo de la calle las Cañas. Está siendo una Semana Santa muy diferente, aunque muchos están pasando las horas echando mano de las hemerotecas y los archivos audiovisuales del Ayuntamiento de Motril. La propia alcaldesa de la localidad, Luisa María García Chamorro, señalaba que como esta iniciativa pretende «llevar a los ciudadanos un mensaje tanto de nostalgia como de esperanza; porque nuestras tradiciones nos definen como pueblo y deben de estar muy presentes en nosotros para poder retomarlas con fuerza». Así, han realizado un spot promocional, de cinco minutos de duración, publicado en la página web del consistorio motrileño. Además, aparece publicado en las redes sociales del consistorio cada día a las horas en las que deberían comenzar su estación de penitencia cada una de las hermandades de la ciudad. También la televisión municipal ofrece cada día imágenes de Semanas Santas anteriores.

Una única cofradía sale a las calles de Motril en la jornada del Lunes Santo, la del Señor de la Humildad y la Virgen de la Victoria. Este año la corporación tenía previsto el estreno de una nueva túnica bordada y una nueva parihuela realizada en madera de pino. También se iba a estrenar un juego de joyas, tembladeras donde aparecen representadas una dalia, flor de pasión, clavel, rosa, margarita y flor de loto, hechas en metal chapado en oro y plata de primera ley, así como un broche de metal repujado y cincelado acabado en oro para el Señor de la Humildad, donde figura su nombre abrazado por una rama de olivo asimétrica, símbolo de la unión con el Señor. Estas piezas han sido diseñadas y realizadas por el orfebre Manuel Casiano Fernández y donadas por hermanos de la corporación. También la cofradía tenía previsto presentar otros estrenos como una pértiga para el cuerpo litúrgico.

Este Lunes Santo no estará en la calle, pero sus hermanos piensan ya en la del próximo año. «El 2021 será el regreso de lo que tanto anhelaremos este año, y que esta maldita pandemia nos ha arrebatado. Este año nos ha quitado horas de trabajo, de limpieza de plata, de organizar la casa de hermandad, de montaje de los pasos y puesta a punto de los enseres, nos ha quitado la sonrisa de aquellos chavales que venían a recoger su túnica; nos deja sin ensayos, sin charlas eternas de costal y trabajadera; nos deja sin pregón y sin traslado, sin poder imponer a nuestros nuevos hermanos la medalla; nos deja sin el olor a flores el Domingo de Ramos; nos quita esos momentos de intimidad con nuestros titulares y la lágrima del momento previo a la salida. Nos quita la convivencia». Desde la hermandad señalan que «ahora mismo el principal anhelo es que todo vuelva a la normalidad, que recuperemos nuestro día a día. Por otro lado, recordamos que sigue operativa la labor social de la cofradía, asistiendo a todas aquellas familias que necesiten artículos de primera necesidad y no puedan salir a adquirirlos. Es prioridad absoluta para la cofradía la ayuda y auxilio a quien lo pueda necesitar», afirman desde la corporación nazarena.

Al igual que en Motril, cada Lunes Santo en Almuñécar crece un olivo, el de la cofradía de Nuestro Señor de la Oración en el Huerto. Miguel Zuñiga es el autor de las imágenes del Señor orante y el ángel que lo acompaña sobre un mar de flores y de hierbas, recuerdo de la vinculación agrícola que siempre ha tenido la corporación.

Este era un año muy especial para la hermandad, ya que celebra el veinticinco aniversario de la bendición de la imagen del Señor. La cofradía se fundó en el año 1992 por un grupo de agricultores y gente del campo sexitano. Dos años después consiguieron una recaudación suficiente para encargar las imágenes, que fueron bendecidas el 18 de febrero de 1995, estando amadrinadas por la cofradía de Nuestro Padre Jesús Resucitado y Santa María del Triunfo. El Lunes Santo de ese mismo año salieron ya a la calle.

Ha pasado un cuarto de siglo desde entonces y, nuevamente, iban a llenar de fe y devoción la noche del Lunes Santo, siendo algo tradicional el acompañamiento musical que tiene la corporación cada año a cargo de la Banda de la Hermandad de Antiguos Caballeros Legionarios de Torremolinos, cuya presencia siempre despierta gran expectación. Aunque la hermandad no va a salir, sí que ha querido mantener la unión de sus cofrades en estos días. Así, por ejemplo, ha desarrollado una acción para que los más pequeños pudieran colorear dibujos relacionados con la corporación dando, de este modo, color a un Lunes Santo gris.