Qué es el cabildo en una hermandad y para qué sirve

El Estatuto Marco de Hermandades y Cofradías de la Diócesis de Granada, aprobado en 1996, es un pilar fundamental que guía la vida de estas corporaciones. Este documento, emanado de un decreto arzobispal, establece las normas esenciales para su organización y funcionamiento. Abarca desde su constitución y gobierno hasta el régimen económico y las diversas actividades que realizan, asegurando así una gestión adecuada y el cumplimiento de sus fines religiosos y sociales.

Al unificar y armonizar la acción de las cofradías, este estatuto garantiza que cada hermandad actúe en coherencia con la doctrina de la Iglesia. Junto a los estatutos específicos de cada cofradía, se crea un marco legal que fomenta su labor espiritual y comunitaria. En esencia, el documento marco no está desarrollado en muchas de sus partes y otras necesidades se han añadido posteriormente. Para mostrar una visión global este curso está previsto que se presente a consiliarios, hermanos mayores y sociedad cofrade granadina el Decreto de 18 de febrero de 2025 con la normativa vigente sobre las hermandades , cofradías y agrupaciones parroquiales.

Un cabildo de hermanos es una reunión formal donde se congregan los miembros de una cofradía para discutir asuntos de interés común. Es el órgano al que debe responder siempre la Junta de Gobierno. Los hermanos deben ser convocados en tiempo y forma. Es deber del secretario de la cofradía asegurar que los hermanos sepan cuándo y cómo se va a celebrar.

En Granada y en la mayoria de ciudades de Andalucía, estas reuniones tienen lugar periódicamente y son el espacio donde se toma el pulso a la hermandad. Los cabildos pueden clasificarse en ordinarios y extraordinarios. Los primeros son aquellos que se realizan de manera regular, donde se tratan temas rutinarios como el estado financiero, la programación de actividades o la organización de la próxima Semana Santa. Los cabildos extraordinarios, por su parte, se convocan ante situaciones imprevistas o para abordar decisiones cruciales que impacten directamente a la cofradía.

Una de las funciones fundamentales del cabildo es la toma de decisiones que afecten al funcionamiento de la cofradía. Las decisiones de un cabildo están por encima de las de Junta de Gobierno y siempre deben cumplir con los estatutos. Las resoluciones de un cabildo no pueden ser contrarias a los estatutos.

Las votaciones son un elemento clave aquí, ya que cada hermano tiene la oportunidad de expresar su voz y voto sobre diferentes cuestiones, desde la elección de Hermano Mayor hasta la aprobación de nuevos proyectos o iniciativas. Este proceso democrático refuerza el sentido de pertenencia y participación entre los miembros. Es importante destacar que en Granada, no pasa en todas las provincias, las corporaciones distingue entre hermano activo con derecho a voto o asociados con voz pero sin voto.

La sustentabilidad económica de una cofradía depende en gran medida de la transparencia y buena gestión de sus finanzas. Durante los cabildos, se presentan informes económicos, se analizan las cuentas y se aprueban presupuestos. Esto no solo garantiza que la cofradía esté en una situación financiera saludable, sino que también permite a los hermanos conocer cómo se utilizan sus aportaciones y donaciones.

Como ocurre en cualquier grupo humano, pueden surgir desavenencias o malentendidos entre los miembros. El cabildo actúa como un espacio de diálogo y resolución de conflictos, donde se promueve la conciliación y el entendimiento mutuo. La habilidad del cabildo para manejar estas situaciones es crucial para mantener la cohesión y la armonía dentro de la hermandad.

Todos los hermanos deben trabajar por la fraternidad. La reciente suspensión del proceso electoral en la hermandad del Santísimo Cristo de los Favores y María Santísima de la Misericordia, decretada por el arzobispo de Granada, monseñor Gil Tamayo, resalta un aspecto fundamental en la vida cofrade: la importancia de la concordia y la unidad entre los hermanos. Este acto eclesiástico, motivado por un sentido pastoral, busca garantizar que la hermandad no solo cumpla con sus tradiciones, sino que también mantenga un espíritu de armonía esencial para su funcionamiento.

José Moreno, quien ha asumido temporalmente como hermano mayor tras la renuncia de Juan Antonio Romera, tiene ante sí la responsabilidad de guiar a la cofradía en tiempos de incertidumbre. La decisión del arzobispo se entiende como una llamada a la reflexión; se invita a los hermanos a centrar su atención en los valores fundamentales de la fe y la convivencia

Cada cofradía se asienta sobre un legado histórico y cultural. En los cabildos, se discuten los esfuerzos por conservar el patrimonio artístico y cultural de la cofradía, desde los pasos y enseres hasta las tradiciones que se transmiten de generación en generación. Este compromiso con la herencia cultural es esencial para que las futuras generaciones sigan viviendo la riqueza de la devoción cofrade.

Las cofradías tienen un fuerte componente social y comunitario. En los cabildos, se abordan iniciativas que buscan ayudar a los más necesitados, impulsar proyectos de solidaridad y fomentar la integración en la comunidad. Esto convierte a las cofradías en agentes de cambio social, extendiendo su influencia más allá de las procesiones y la religiosidad. Todas las cofradías granadinas tienen la obligación de dedicar el 10% de lo recaudado en cuotas a obras de caridad. A esta cantidad se le sumarán las donaciones recaudadas en actos y campañas específicas.

En un mundo en constante cambio, estos encuentros no están diseñados para grandes cantidades hermanos, se suelen hacer en la iglesia o en la casa de hermandad, soportan la influecia; cada vez mayor, de los medios de comunicación social y sus protolocos de convocatoria no son instantáneos.