Cien años de Vía Crucis

A las cinco de la tarde salía la enorme cruz de guía que abre el cortejo de la hermandad, llenando de sabor cofrade la calle San Juan de los Reyes. A esa hora ya estaban ocupados los lugares más importantes de la calle en este día, aquellos que permiten ver pasar a la hermandad con la imponente imagen de la Alhambra al fondo. Nubes de incienso, que filtraban los rayos del sol de la tarde, se elevaban al cielo precediendo los dos pasos de la cofradía, llena de solemnidad, recogimiento y sabor clásico.

El Señor de la Amargura, titular de la Hermandad del Santo Vía Crucis, volvía a lucir ayer la túnica que ya estrenaba en su salida para el Vía Crucis oficial de la Federación de Cofradías, una pieza bordada por el malagueño Sebastián Marchante y donada por el Colegio Farmacéutico de Granada, entidad que es Hermano Mayor Honorario de la Hermandad y que aparecía representada en el cortejo de la hermandad por varios de los integrantes de su directiva. La nueva túnica está inspirada en el barroco granadino de los siglos XVII y XVIII y cuenta con bordados en oro sobre terciopelo morado.

No era el único estreno que presentaba la corporación, ya que la efemérides del centenario va a quedar ya plasmada para siempre en el cortejo de la hermandad con el estreno que ayer hacía de un guión conmemorativo, con diseño y bordado de José Manuel Martínez Hurtado y ejecutado por Alberto Quirós. También se estrenaba el estandarte de la Virgen, diseñado por Álvaro Abril y bordado por Jesús Arco.

El paso de Jesús de la Amargura, acompañado solo por la música de capilla, y el palio de Nuestra Señora de los Reyes, a la que prestó su música, con un cuidado y clásico repertorio, la Banda de los Ángeles de Granada, conquistaron a todos aquellos que presenciaron el paso de la cofradía por lugares tan bellos como el arco de la calle San Juan de los Reyes, el Paseo de los Tristes, la Carrera del Darro, el pasaje Diego de Siloé o la plaza de las Pasiegas. Muy cuidado el exorno floral de ambos pasos, volviendo a destacar las formas cónicas y elegantes de las flores del palio. Ya de vuelta, el elegante y sobrio cortejo de la cofradía volvió a repetir la tradición del rezo de las catorce estaciones del vía-crucis en su retorno por la Carrera del Darro. Una vez pasada la iglesia de Santa Ana comenzó el rezo de las estaciones del vía crucis entre el recogimiento de todos los que acompañaron el regreso hasta San Juan de los Reyes. El buen tiempo de este año ha hecho que más gente que nunca participara en este original regreso que concluía en las puertas de San Juan de los Reyes cuando sonaba la marcha 'Vía Crucis' para el palio de Nuestra Señora de los Reyes.

La corporación está inmersa en un programa extraordinario de actividades, emprendido hace unos meses, que durante todo este tiempo conmemora tan importante aniversario. Todavía le queda a la corporación celebrar más actividades, destacando la salida extraordinaria que realizará el paso de palio de Nuestra Señora de los Reyes el próximo 20 de mayo.