Abrazo entre los jugadores del Real Jaén Adri Paz y Mario Martos tras uno de los tantos. DAVID TORRES
Play off de ascenso

La Victoria volverá a ser decisiva

El Real Jaén igualó, en dos ocasiones, la ventaja que se cobró la UD Almería B gracias a los tantos de Adri Paz y Óscar Lozano

JOSÉ A. GUTIÉRREZ

JAÉN

Domingo, 2 de junio 2024, 16:07

Empate a dos y La Victoria volverá a ser decisiva. Por dos veces el Real Jaén igualó el órdago al que le sometió la osada ... juventud del filial almeriense. Dos golpes que a cualquier otro bloque le hubieran dejado al borde del KO pero que los blancos supieron contrarrestar contagiados de fe y convicción. Los jugadores estuvieron a la altura del momento. La afición, también. Una comunión que empuja hacia Segunda RFEF.

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En este Real Jaén el resultado es irrebatible y el juego opinable. Con todo, tras los 90 minutos del partido de ida al resultado no le cabe un reproche, porque al que lo da todo no se le puede pedir nada. El duelo en el Power Horse Stadium fue un parque temático de emociones: incertidumbre, miedo, esperanza, alegría, tristeza, otra vez miedo, y exaltación final.

El Almería B fue el primero en presentar sus credenciales ofensivas en el área rival. En el primer minuto de un partido con un ambiente especial, de superior categoría. Pero fueron los blancos los que firmaron la ocasión más peligrosa en este arranque. Un cabezazo de Mauro tras un saque de esquina que contó con una segunda opción para Fernando. Salvó la defensa local.

Emociones

Estaba siendo un partido que se jugaba en múltiples velocidades. En corto y en largo, en horizontal y en vertical, al pie y al espacio, subidas y bajadas motivadas por la excitación de lo que supone un encuentro de 'play off'. Emociones a flor de piel.

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Camino del primer cuarto de hora el choque se tomó un respiro, con dos jugadores, uno de cada equipo, tocados. No hubo que lamentar lesiones y el juego se reanudó recuperando su efusividad

Javi Sánchez salvó con el pie ante Hugo Neves. Tras la reanudación, el Almería B agobiaba, y mucho, al Real Jaén. En demasiadas ocasiones, esta temporada, un solo hombre, el cancerbero del Real Jaén, ha bastado para detener una catástrofe anunciada. Sus intervenciones, clave. Aunque en esta ocasión estuvo mucho mejor acompañado.

Minutos de claro dominio del conjunto dirigido por Alberto Lasarte. El esférico se jugaba en campo visitante.

El Almería B estaba destilando un fútbol ofensivo de mucho nivel. Pero no lograba su objetivo. El gol le estaba resultando huidizo. La pregunta era si el buen juego le acabaría premiando.

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Afición blanca en la grada del Almería. MARIO PASTOR

El Real Jaén está mal acostumbrado a alternar la serenidad con la tormenta. Su mejor clasificación durante la temporada regular, segundo, le permite pasar de ronda en caso de finalizar en empate la eliminatoria, tras la disputa de la prórroga. No habrá lanzamientos de penaltis, como sucedió ante la UDTorre del Mar. Jugando con fuego. Territorio conocido para los blancos.

En la recta final del primer round, un disparo de Adri se perdió por el lateral de la portería defendida por Bruno. Cerca del área las jugadas son ventanas que se abren y se cierran en décimas de segundo. YReal Jaén estuvo cerca de sacar provecho.

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Por medio del esférico, los de Roberto Peragón habían logrado cambiar la inercia en los últimos minutos del primer round. Fernando no llegó, por centímetros, a un centro medido al punto de penalti de Migue García.

Hugo Neves era un puñal por banda izquierda. Protagonizando todo el peligro de su equipo.

Al descanso se llegó sin goles con un Real Jaén aportando una continuidad en su fútbol que lo hace confiable.

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El Real Jaén está apostando por un fútbol práctico, de admirables virtudes competitivas de la clase proletaria. Alejado de la genialidad y el virtuosismo, el equipo ha puesto sobre el verde profesionalidad, obstinación, espíritu colectivo, coraje y trabajo, mucho trabajo. Con esas armas estaba maniatando a un Almería B pleno de juventud y de peloteros con clase e inspiración, de esos que agitan la imaginación cuando uno lee la alineación.

El ánimo de la afición

Durante el encuentro los de Lasarte estaban perdiendo los duelos individuales. El Real Jaén no presentó fisuras cuando el partido les reclamó como equipo.

Si en el tapete el choque se mostraba equilibrado, en las gradas la afición blanca y morada reinaba. Más de 1.500 almas unidas, una sola voz, animando y llevando en volandas a los suyos cuando venían mal dadas.

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Álvaro Muñiz, con un disparo lejano, puso a prueba a Bruno.

Pero cuando estaba creciendo el conjunto blanco, por medio del esférico, golpeó el Almería B. Un centro por banda acabó en gol de Josema, que había entrado minutos antes al duelo.

Respondió el conjunto jienense, tres minutos más tarde, por mediación de Adri, tras un centro raso por la izquierda de Urtzi que tocó en Peñalver, se envenenó y el jugador jienense, libre de marca, solo tuvo que empujarla. 1-1 y primera bola de partido salvada.

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Peragón movió sus piezas en el minuto 73. Cambio de referente ofensivo. Fernando dejó su sitio a Carlos Fernández.

El Real Jaén había logrado frenar la revolución indálica. Y el choque regresó a su ritmo inicial. Abortado el intento de motín de los de Lasarte para recuperar la vieja armonía y eludir estrellarse en el habitual muro de cursos anteriores.

Crédito inagotable de fe

Aunque el Almería B firmó el segundo tanto superado el minuto 80. Centro de Aarón que alojó en la jaula Valen. Un extremo toledano, bajito, rematando de cabeza libre de marca en el área jienense. Un error grosero en defensa, tanto en la forma como en el fondo.

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Este Real Jaén tiene un crédito inagotable de fe. Óscar Lozano puso la igualada en la recta final del duelo cuando peor lo estaba pasando. Una acción elaborada que culminó con un remate cruzado en el área cuando el partido cumplía el minuto 90.

Respondió el Almería B con un disparo alto de Hugo Neves. Pero el partido ya no encontró más goles. Tras el pitido final, los jugadores del Real Jaén se acercaron al fondo en el que se encontraba su afición para agradecerles el apoyo recibido. De fondo sonaba el «¡Volveremos, volveremos, volveremos otra vez, volveremos a ser grandes, volveremos a ascender!». Sea.

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