El negocio de los aledaños

Como ejemplo he ahí el Oliva.va. En junio de 2004 se trasladaba, tras tres años en el Ferial (La Vestida), a una explanada de 3.000 m2 junto al fondo norte del Nuevo Estadio de La Victoria, explotándolo la Sociedad Anónima Deportiva (SAD) al principio con el fin de enjugar la elevada deuda y después cobrando el alquiler. Media docena de bares de copas al aire libre, más algunos establecimientos de comida y un escenario con voladizo para diversas actuaciones que amenizaban las noches de quienes pasan el verano en la capital jienense.

Más recientemente el club ha albergado distintos eventos en el estadio, como los espectáculos 'freestyle' (estilo libre), que sirvieron para generar ingresos extra y, verbigracia, lograr en 2011 el compromiso de un videomarcador, principal contraprestación de la empresa organizadora. Ese año el Real Jaén volvió a salvarse 'in extremis', merced a un acuerdo firmado por Teruel con un empresario de Jaén, que se mantuvo en el anonimato, para instalar una estación de servicio en el estadio. Adelantó lo necesario para hacer frente a la deuda con los futbolistas de esa campaña de 165.000 euros. A día de hoy no hay gasolinera alguna.

El presidente blanco, que dispone del 50,9 por ciento de las acciones de la SAD, no ha ocultado nunca que su intención es rentabilizar al máximo la instalación, «no utilizarla únicamente dos días al mes». En sus aledaños Teruel ha apuntado en los cinco años que lleva al frente del Real Jaén a la implantación de, además de la gasolinera (con la posibilidad de que sea una electrolinera, estaciones de servicios en las que el conductor en lugar de poner gasolina en el vehículo realiza una carga rápida de su batería eléctrica), locales comerciales de todo tipo e incluso deportivos como pistas de pádel, y oficinas, entre otros usos terciarios.

El club también trabajó en el proyecto de construcción de una planta fotovoltaica situada sobre tribuna, de hasta 450 KW, por la que el Real Jaén tendría una contraprestación que rondaría los 15 o 20.000 euros anuales fijos, a 25 años. La instalación total de la planta, cuyo acuerdo se firmó en 2009 con el anterior mandatario blanco, Carlos Sánchez, ascendía a unos dos millones de euros. Finalmente quedó en nada, tras la intervención municipal, entre otras razones por el estado del estadio.

Incluso ha estado sobre la mesa la posibilidad de que sirva como sede para la venta ambulante en fin de semana, con un mercadillo que «sólo con los días aprovechables de diciembre dejaría en las arcas de la entidad deportiva unos 20.000 euros», según estimaban en la entidad. No obstante, la complejidad legal de su puesta en marcha dejó en 'stand by' el proyecto.

Desaparición sin él

El Real Jaén cree merecer por su labor de representatividad de la ciudad y por ser una práctica relativamente habitual en el mundo del fútbol el usufructo sin el que estaría 'condenado'; las administraciones públicas no dan directamente dinero a los clubes, empresas privadas, pero ayudan a que estas puedan generarlos por otras vías, como patrocinios o facilitándolos o permitiendo la explotación de los campos. Al club, según subraya el presidente Rafael Teruel, le cuesta 125.000 euros anualmente el mantenimiento del estadio, cuando a muchos otros clubes les sale gratis al encargarse los Consistorios.

De este modo se patrimonializó durante la campaña 2013-14 en Segunda A, evitándose así una ampliación de capital requerida por el Consejo Superior de Deportes (CSD). La concesión demanial del nuevo campo de fútbol, aprobada en pleno por unanimidad, tasada en 6,6 millones de euros, dejó a la SAD en su momento con un patrimonio neto de 3.897.501 euros, superior al capital social (de ser menor sería causa de disolución).

Más allá del posible inversor árabe que ha anunciado Teruel esta semana, o de otros, sin cesión del estadio la situación de la entidad de 93 años sería límite, «estaríamos condenados», ha indicado Teruel.