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El Albaicín y la ciudad de Granada desde el mirador de los Halconeros J. E. GÓMEZ

Sube al mirador de los Halconeros, entre Santa Elena y el cerro del Sol

Rutas y parajes de Granada ·

Más allá de la Silla del Moro, suspendido sobre la ladera, mira al Darro, la muralla de San Miguel y al antiguo arrabal de al-Bayyazin

Jueves, 5 de diciembre 2019

Los cernícalos, el halcón más común en el entorno de Granada, se mantienen casi inmóviles en el cielo mientras observan los terrones de tierra erosionada ... de un cortafuegos que baja hacia lo más profundo del valle del Darro. Buscan pequeños movimientos que delaten la presencia de sus presas favoritas: lagartijas, ratoncillos, grandes insectos e incluso otras aves con las que alimentarse. Vuelan junto a la ladera, a media altura entre el valle y la cumbre del cerro del Sol, al mismo nivel que se encuentra uno de los miradores que desde la Dehesa del Generalife permiten contemplar gran parte de la ciudad de Granada y sus espacios históricos y paisajísticos.

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Un recorrido para conocer el cerro de Santa Elena y las primeras veredas que ascienden hacia el Llano de la Perdiz

Es una plataforma situada sobre uno de los puntos más escarpados de la ladera, junto al barranco de Santa Elena y sobre las veredas que conectan con el camino hacia el completo arqueológico de Alberca Rota y el Aljibe de la Lluvia, ya en el corazón de la dehesa, un territorio protegido como Parque Periurbano.

Aunque su nombre oficial, al menos por un cartel ya desaparecido instalado por la Junta de Andalucía, es el mirador de la Silla del Moro, casi nadie lo conoce por ese nombre y todo el que sube hasta ese punto, se pregunta cómo han de llamarlo, ya que Silla del Moro es un nombre plenamente arraigado entre los granadinos para denominar al antiguo castillo de Santa Elena, situado al otro lado del barranco y a menor altura que este punto. La visión que este mirador ofrece sobre el valle del Darro y, sobre todo, de las zonas altas del Albaicín, Sacromonte y la muralla de San Miguel, podría ser la clave para denominarlo como mirador de los Halconeros, ya que la expresión Albaicín proviene de su nombre en árabe, Rabad al-Bayyazin, que significaba 'Arrabal de los Halconeros' y, además, es un magnífico lugar para observar el vuelo de halcones y otras rapaces, como al parecer hacía el niño sultán Mohammed IV, del que se dice que recorría las veredas del cerro del Sol con su halcón de cetrería para cazar y contemplar la ciudad desde ellas.

Vista de la Alhambra desde el acceso al mirador; Cernícalo, Falco tinnunculus; senderistas ascienden al mirador J. E. GÓMEZ

Hay múltiples formas de acceder al mirador, pero la más cómoda e interesante desde el punto de vista paisajístico es la que primero visita la Silla del Moro y asciende al mirador a través del barranco de Santa Elena y la ladera por la que discurren la Acequia Real y la del Tercio. La ruta parte de la zona trasera del aparcamiento del Generalife. Paralelo al acceso a los edificios de servicios y oficinas del Patronato de la Alhambra, discurre un camino de tierra, entre olivos y pinos que se dirige hacia la Silla del Moro, es un nuevo sendero habilitado para acceder a ese enclave sin tener que hacerlo por la carretera asfaltada situada un poco más arriba. El sendero recorre el exterior de la valle de los Albercones, con vistas sobre Santa María de la Alhambra, y sube hasta la antigua carretera, a solo unos metros de la Silla del Moro, el antiguo castillo de Santa Elena, donde se han restaurado los pocos restos que quedaban de él (los sábados y domingos es posible entrar en este recinto arqueológico con inmejorables vistas sobre la Alhambra).

A la derecha de la entrada de ese recinto se inicia un carril que asciende hacia el Llano de la Perdiz, pero a solo una veintena de metros, otro carril baja hacia el barranco de Santa Elena, que separa la Sabika del cerro del Sol. Abajo, en una explanada, surge una vereda que rodea el cerro hasta encontrarse con un gran cortafuegos que rotura verticalmente la ladera. Pequeñas veredas ascienden en zigzag, hasta encontrar la que posee un improvisado banco de piedra. Hay que tomarla hacia la derecha, hacia el interior de la Dehesa, el mirador se divisa siempre más arriba de las veredas. El camino, de tierra roja, asciende hasta llegar a una confluencia donde se encuentra una señal de madera que dirige, a la izquierda, hasta el mirador.

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Mapa de acceso al mirador

El regreso puede hacerse por el mismo lugar o subiendo desde el mirador en dirección este, para encontrar el complejo arqueológico de Alberca Rota, la zona de estanques a la que llegaba el agua del Aljibe de la Lluvia y las norias situadas en el subsuelo que subían el agua de la Acequia Real. Desde esta Alberca Rota se derivaba el agua al palacio de Dar- Al-Arusa, situado en la cima de la colina de la Sabika, sobre la Silla del Moro. Desde este recinto arqueológico, vallado, una de las 'calles' centrales del olivar de la dehesa llega hasta el carril que vuelve a la Silla del Moro.

Un recorrido fácil para hacer en familia o con amigos en épocas tan atractivas como el puente de Constitución.

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Dehesa del Generalife, la colina donde nace el sol

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El mirador de los Halconeros es la antesala de un gran espacio natural... Reportaje completo en Waste Magazine

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