Una ruta por los faros de la costa de Granada

La llegada del verano invita a 'emigrar' a lo más sur de la provincia. Sus playas arropan a miles de personas en la época estival. El rebalaje y los chiringuitos se llevan el protagonismo, pero hay distintos 'gigantes' que observan la zona durante todo el año sin descanso.

Granada cuenta en sus playas con tres faros, que relucen de dorado en el bello paisaje cuando se pone el sol. Aunque son muchas las distintas construcciones que hay. Aquí destacamos, por su cercanía, cuatro estructuras emblemáticas en el tiempo que merece la pena visitar en coche y disfrutar de su entrono.

El faro de La Herradura se encuentra en lo más alto de la Punta de la Mona. Se sitúa en una zona residencial, en su mayoría casas de dinero que son usadas como vivienda de verano. Tras un empinado y serpenteante recorrido se puede llegar a este faro-torre que, aunque parece bastante moderno, esconde su parte de encanto.

En este mismo punto hubo una construcción defensiva de época nazarí. Sobre sus restos se construyó en el siglo XVIII una torre de vigilancia. En 1990 se restauró para colocar la linterna que hay en su parte superior, que empezó a iluminar en 1992.

El faro de Sacratif ofrece los mejores atardeceres de la Costa Tropical, de película. Las nubes quedan a la altura de la vista, el mar refleja los tonos ámbar de la despedida del sol y el cielo crea una paleta progresiva de tonos que van desde el blanco hasta el magenta, pasando por naranjas y rojos.

Fue construido en 1863 para facilitar la entrada a Calahonda y empezó guiando a los marineros con lámparas de aceite hasta que llegó a su estructura la renovación eléctrica en 1953. Se accede por la N-340. Una vez pasado el caso urbano de Torrenueva hay un desvío a la derecha indicado para acceder al acantilado en el que se encuentra.

No se puede definir como los faros que hoy en día conocemos. Pero tenía una importante función defensiva. La estructura servía de punto de vigilancia en la zona conocida como Punta del Llano, entre Carchuna y Calahonda. Una zona de fácil desembarco y que había que proteger de los ataques piratas que han amenazados las costas andaluzas durante años.

Hoy se puede contemplar una parte de la estructura que se levantó en el siglo XVIII como apoyo defensivo a otras torres y fortalezas de la zona.

El Faro de Castell de Ferro también se conoce como Torre de la Estancia, por el cerro en el que se ubica. La actual construcción data del s XVIII, pero se especula que su base podría ser de época nazarí, idea nada descabellada. Hay documentos anteriores al 1.500 que estipulan que la citada torre debe ser vigilada por tres guardianes.

A principios de los 90, la estructura fue dotada del sistema lumínico que conocemos hoy. Como dato curioso, se trata del faro más alto de la Península Ibérica, ya que está ubicado a 237 metros sobre el nivel del mar.