Por una vuelta ciclista comprometida con Sierra Nevada
Para disfrutar de un evento respetuoso y comprometido con la biodiversidad del que la ciudadanía pueda sentirse orgulloso, el final de la etapa debe continuar como hasta ahora en la Hoya de la Mora
Aludir a la sostenibilidad implica el deseo de asegurar el bienestar de las generaciones futuras. Por ello, todos los sectores sociales están ajustando sus actividades ... para minimizar las afecciones a la naturaleza, mientras satisfacen las necesidades sociales y económicas actuales. Es en este marco en el que entendemos las declaraciones del director de la Vuelta Ciclista a España comunicando a la sociedad la relevancia que tiene para ellos satisfacer los objetivos de sostenibilidad, cuando se enfrentan a la organización de un evento.
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Declaraciones como:«Si la Vuelta no es sostenible, la Vuelta no será», o «todos debemos hacer más por nuestros entornos y nuestra biodiversidad. Somos ambiciosos y queremos demostrar que la Vuelta es un ejemplo en términos de sostenibilidad», son una evidencia clara de su convencimiento en este sentido.
Sin embargo, tales declaraciones pueden convertirse en una pésima herramienta del cambio social necesario para la transición hacia la sostenibilidad si no van acompañadas de hechos coherentes. Es por ello por lo que hacemos una llamada al director de la Vuelta Ciclista a España (Sr. Guillén) y Unipublic (la empresa organizadora) con relación a su intención de trasladar el final de etapa de la vuelta ciclista en Sierra Nevada, desde la Hoya de la Mora hasta el Observatorio del IRAM.
La promoción de estos eventos no puede suponer la merma de la biodiversidad, ni la alteración de la normativa de que dispone la sociedad para alcanzar la tan deseada sostenibilidad. Lo contrario sería una vuelta a un pasado ambiental en detrimento de las futuras generaciones, o lo que es peor, al ejercicio de una práctica de marketing tramposa destinada a crear una imagen ilusoria de responsabilidad ecológica ('Greenwashing'). La Vuelta Ciclista será siempre bienvenida al entorno de Sierra Nevada, donde muchas personas pueden disfrutar de un magnífico evento deportivo, y empresas y particulares pueden obtener importantes beneficios económicos. Sin embargo, un final de etapa en el Observatorio del IRAM, supondría una grave afección a las altas cumbres nevadenses sin que haya ningún beneficio económico ni social añadido, frente a la llegada al paraje de la Hoya de la Mora como en ocasiones anteriores. La Vuelta convoca a miles de personas, e implica un enorme despliegue de infraestructuras organizativas y publicitarias, cuyo impacto supera con creces el que pudieran generar estrictamente los ciclistas pasando por la calzada.
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Es bien conocida la importancia global de Sierra Nevada para la biodiversidad. En nuestras altas cumbres viven decenas de plantas e insectos endémicos, que cuentan además con protección legal a todos los niveles, regional, nacional y europeo. Más allá del previsible impacto sobre esta valiosa biodiversidad, lo que ya está suponiendo la solicitud del director de la Vuelta (a quien la Dirección del Parque debería haber desanimado a presentar), es la ruptura de los consensos sociales construidos durante más de 20 años en torno a la protección de Sierra Nevada. Como todas las sociedades modernas, nos hemos dotado de reglas para ordenar el debate sobre los necesarios cambios sociales y culturales que debemos afrontar para alcanzar el deseado equilibrio medio ambiente, economía y sociedad. Tales reglas están consolidadas en forma de legislación ambiental desde hace décadas, y representan un activo social de enorme valor.
Para dar viabilidad a un nuevo final de etapa por encima de la Hoya de la Mora, habría que modificar dicha normativa sin garantías de lo que pueda ocurrir en el futuro, cuando aparezcan nuevos promotores de la Vuelta desvinculados de los actuales compromisos para minimizar el impacto ambiental. La propia empresa, Unipublic, podría pretender acceder a otros sitios (ya han declarado en prensa que aspiran al mismo Veleta) dentro del Parque Nacional bajo nuevos condicionantes comerciales, lo que sería muy difícil de evitar si se modifica la legislación. Ello, además, generaría una deuda ética frente a otras instituciones, individuos, colectivos o empresas, que legítimamente quisieran desarrollar otras actividades.
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A la luz de estos argumentos es evidente que un nuevo emplazamiento del final de etapa en el Observatorio Veleta rompería con la sostenibilidad que la Vuelta está promoviendo. Dicho emplazamiento contradice, además, las normas de la Red Natura 2000 europea, la Red de Parques Nacionales, y el Espacio Natural de Sierra Nevada y va en detrimento de sus valores y objetivos, e incide muy negativamente en los procesos de concertación social forjados a lo largo de más de dos décadas. Los argumentos ambientales, sociales, económicos y jurídicos no dan lugar a la duda. Tratar de obviarlos solo va a conducir a la polémica, a la frustración y a la mala imagen de la organización de la Vuelta Ciclista a España y del Parque Nacional.
Estamos convencidos de que la Vuelta Ciclista a España es un buen escaparate para Sierra Nevada, y un apoyo importante a nuestros pueblos. Sin embargo, para disfrutar de un evento respetuoso y comprometido con la biodiversidad del que la ciudadanía pueda sentir orgullo, el final de etapa debe continuar como hasta ahora en la Hoya de la Mora.
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* Firmantes: Concha Alfaro (FAM), Javier Cabello (Universidad de Almería), Elvira Martín (Universidad de Granada), Alejandro Ramos (ACPES) y Miguel Romero (Ecologistas en Acción). Miembros del Consejo de Participación del Parque Nacional de Sierra Nevada. El Consejo de Participación del PN de Sierra Nevada, es el órgano de intervención y participación de los ciudadanos en la gestión del Espacio Natural
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