Vergüenza, mucha
«Díaz Ayuso ha desarrollado una enorme capacidad de mirarse el ombligo sin ver nada más y, además, cree que su ombligo es el mejor del mundo y que el resto de ombligos no merecen la pena»
Ángel Iturbide
Periodista
Sábado, 28 de junio 2025, 22:41
El diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, además de su acepción en geometría, dice que un cateto es una persona pueblerina o ... palurda. Sea dicho con todo el respeto a los que somos de pueblo. Pues bien, no pude sentir más vergüenza que el otro día cuando escuché a la presidenta de la comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, decir desde su escaño en la Asamblea de Madrid lo siguiente (lo transcribo porque no tiene desperdicio): «¿Saben lo que es cateto? Llamarse Juan y pedir que por favor en el País Vasco te llamen Jon, porque si no te quedas fuera del sistema, del sistema público o te quedas fuera de las subvenciones. Eso es lo que hacen ustedes utilizando las lenguas cooficiales.
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Cateto es tener un Consejo de Gobierno que habla en español perfecto, pero que luego le exija a los médicos tener que hablar en vasco si quieren atender. Eso sí que es cateto. Cateto es tenerte que llevarte a tus hijos a La Rioja porque el sistema público los abandona y no los escolarizan. Eso es lo más cateto». Y continúa: «Cateto es no defender la lengua de Cervantes. 600 millones de personas que hablamos esa lengua de más de mil años de cultura en español. ¿Y saben lo más interesante de todo? Que lo puedo decir precisamente desde la región más abierta y más libre que existe, que es la Comunidad de Madrid, a la que vienen ciudadanos de todos los rincones del mundo a huir de su comunismo, de su chavismo y de sus trampas. Pero también vienen desde otras regiones de España huyendo del nacionalismo, a ser vascos, catalanes o ser navarros en libertad». En el caso del euskera algunos historiadores defienden que lo hablaban hace 15.000 años los habitantes de las cuevas de Altamira, Ekain o Lascaux. Wikipedia data el euskera hace 6.000 o 7.000 años, de cualquiera manera mucho más antiguo que la lengua de Cervantes que según Ayuso se habla desde hace más de mil años. .
Díaz Ayuso ha desarrollado una enorme capacidad de mirarse el ombligo sin ver nada más y, además, cree que su ombligo es el mejor del mundo y que el resto de ombligos no merecen la pena. La dirigente de la comunidad más libre de España parece no haber salido nunca de sus fronteras, lo que denota un catetismo exacerbado. Cada cual puede pensar lo que le dé la gana, pero que una dirigente del Partido Popular como Isabel Díaz Ayuso se queje de que en España no hay democracia porque lo que hay, según su apreciación, es una dictadura y encima se manifieste contra esa dictadura (mafia es lo último), después de decir lo que dice rompe todas las barreras del sentido común. Si de verdad estuviera en una dictadura todas esas lindezas hacía tiempo que habría dejado de decirlas.
De niño estudié en un seminario en Logroño. Tres años. Muchos compañeros, de diferentes provincias limítrofes. Los procedentes del País Vasco hablaban a escondidas en su lengua natal, el euskera. Y lo hacían a escondidas porque así era como hablaban en sus pueblos o ciudades cuando no estaban en casa porque Franco, ese dechado de libertades imagino que para Díaz Ayuso y Esperanza Aguirre, tenía prohibido toda manifestación cultural o no de lo vasco, incluida la lengua que se hablaba ancestralmente. En Euskadi no es que Juan se haga llamar Jon, es que se llama Jon. Y Aintzane, Ione, Imanol, Koldo, Andoni, Aitor, Ander, Iker, Aimar… Así se llaman, le guste o no a la presidenta de la comunidad más libre de España. Yo soy navarro, pero llevo 40 años en Almería y soy y he sido totalmente libre, no necesito irme a Madrid, de hecho iré lo imprescindible, mientras continúe su presidenta. Ahora bien, parece que la riqueza cultural y lingüística en este país a la presidenta Ayuso le importa bien poco. Y al resto del PP de Euskadi, Galicia, Cataluña y Navarra (PP y UPN) tampoco porque no he oído a nadie censurar a la presidenta de los madrileños.
Pero es que lo del PP ha ido ya muy lejos. El otro día José María Aznar decía, con cara de susto, que si Pedro Sánchez había sido capaz de adulterar unas elecciones internas en su partido «¿por qué no va a alterar unas generales». Y al día siguiente Feijóo, a modo de muñeco de ventrílocuo, decía lo mismo que Aznar y añadía que «si uno ha robado una joyería, ¿por qué no puede robar un banco?». Y eso lo dicen habiendo ganado el PP las elecciones, si las llega a perder…
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Y digo yo, si uno es capaz de apoyar una guerra porque asegura que un país tiene armas de destrucción masiva y luego resulta que no, que no las tiene; si uno es capaz de empecinarse sin pruebas en acusar a ETA de los peores atentados de la historia de este país con el fin de salvar su bigote, ¿si se es capaz de todo eso, quien nos dice que no es capaz de auspiciar un golpe de estado? Es solo un ejemplo.
Al final yo creo que el PP lo que hace es dar votos a la izquierda con esa falta de clase, de liderazgo, de proyecto de gobierno para este país; con ese afán de convertir el Congreso de los Diputados en un circo de lo más chusco. Después de lo que veo y oigo yo no puedo imaginarme a Feijóo como presidente de un país como España. Menos aún un gobierno con Santiago Abascal, Elías Bendodo, Cuca Gamarra, Miguel Tellado, Esteban González Pons, Isabel Díaz Ayuso, Carlos Mazón, Borja Sémper… todos ellos de ministros. No puedo.
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