MARIA PICASSO I PIQUER
Puerta Purchena

Muy triste

ángel iturbide

Sábado, 26 de febrero 2022, 22:57

Estamos viendo estos días la cara más desagradable de la política. La salida de Pablo Casado del Congreso de los Diputados el miércoles pasado tras ... una intervención que sonó a despedida fue muy triste. Vaya por delante que nunca, el todavía presidente del Partido Popular, ha sido santo de mi devoción (tampoco es que sea devoto de muchos santos, precisamente). Creo que ha llevado una trayectoria errática, sin programa político, ni propuestas, ni contenido y que al final, en ese empecinamiento por rechazar todo lo que saliera del Gobierno y avanzar en su enfrentamiento personal con Pedro Sánchez, le ha llevado a cometer varios errores que en política (y fuera de ella) son imperdonables. Ejemplos de esto último el pifiazo de la votación de la reforma laboral después de conseguir (imagino cómo), los apoyos de los dos diputados de UPN y el clamoroso error repetido del diputado 'mano derecha' de Teodoro García Egea que inclinó la balanza a favor del Gobierno; la convocatoria electoral en Castilla y León que, seguramente, no hacía falta y que ha dado como resultado hacer más fuerte a Vox mientras que el PP se ha quedado más o menos como estaba; y sobre todo ese enfrentamiento de egos con Isabel Díaz Ayuso y las pertinentes metidas de pata en pocas horas que han acabado por poner punto y final a su carrera política.

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La Fiscalía Anticorrupción ya está investigando las facturas por las que el hermano de la presidenta de Madrid recibió pagos de la empresa de un amigo de la familia a la que se le habían adjudicado algunos contratos y la Justicia dirá si hay delito o no. Casado, como presidente del PP, debió acudir a la Fiscalía cuando tuvo conocimiento de los hechos, pero optó por reunirse con Díaz Ayuso a la que quiso cortar las alas dado el creciente protagonismo político de la presidenta. Y eso lo condenó. Los errores de Teodoro García Egea y los suyos propios se sucedieron y los llevaron al primero a presentar su dimisión y al segundo a protagonizar uno de los episodios políticos más tristes vividos en el Congreso de los Diputados.

Lo que resulta escandaloso es comprobar cómo los que han estado a su lado han pasado a mirar en la dirección opuesta en cuestión de horas. Bien es sabido que en política no hay amigos y que uno vale según el poder que detenta, ahora bien, no deja de ser doloroso asistir a los aplausos de tu grupo político en tu despedida cuando la mayoría se ha pronunciado en tu contra. La hipocresía en política no tiene límites y resultaba sonrojante ver a su núcleo duro aplaudiendo cuando previamente le habían abandonado y clavado el puñal de la traición por la espalda. Pero eso, en el Congreso de los Diputados, en su junta directiva que lo acompañó siendo ya presidente del partido y en todos los territorios donde el PP tiene su presencia consolidada. En horas Casado pasó de ser el mejor candidato a disputar la presidencia del Gobierno a Pedro Sánchez a ser denostado y poco menos que repudiado por casi todos.

Desde luego, el rumbo del grupo lo traza el líder y en este caso ha sido Casado quien dictó el camino a seguir por el partido. Ahora bien, tampoco hubo mucha oposición si se consideraba que el camino no era el correcto. Como en un rebaño de borregos la mayoría decía amén y se dejaba llevar por lo que decía y proponía Casado. Hubo versos sueltos, desde luego, como Cayetana Álvarez de Toledo enfrentada al líder y al secretario general del partido, pero poco más. Entonces supongo que habría que repartir responsabilidades entre quien elegía el camino equivocado y quienes lo seguían sin ningún tipo de cuestionamiento hasta caer por el precipicio. Ahora resulta que todos estaban en contra del líder y piden unidad. Es como cuando un equipo de fútbol deja de funcionar y se echa al entrenador como medida para solucionar el problema cuando lo que habría que hacer es terminar con todo el plantel. Y lo peor de todo es que este triste capítulo se cierra sin saber finalmente cuál era el proyecto político del Partido Popular para este país. Aunque eso a los que han pedido la cabeza del líder tampoco parece que les importara gran cosa.

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