Tiempo muerto

Los gobiernos de España y Marruecos deben reflexionar para superar la crisis

Javier Fernández-Arribas

Domingo, 27 de junio 2021, 23:03

Los gobiernos de Marruecos y España mantienen un aparente tiempo muerto para recapacitar, reflexionar, reordenar ideas, intereses y estrategias al afrontar una situación de crisis ... que tiene consecuencias negativas para los dos países vecinos. Podemos pensar que la crisis, el enfrentamiento en público, puede haber tocado techo, o eso sería lo más deseable para todos, con el objetivo de no empeorar las cosas. En el toma y daca, y tú más, que han invadido las declaraciones públicas de demasiados responsables políticos y, sobre todo, de encrespados medios de comunicación y profesionales partidistas embarcados en lanzar los peores demonios a una y otra orilla, nos encontramos ahora en el descanso del partido, en el tiempo muerto que debe servir para evaluar el rendimiento de las diversas decisiones tomadas y de las graves acusaciones vertidas que sólo van a beneficiar a aquellos que pretenden lograr que las relaciones entre España y Marruecos sean lo peores posibles. Por desgracia, hay demasiados oportunistas impulsando estos desvaríos e, incluso, numerosos entusiastas que se esmeran en seguir echando gasolina al fuego. Es momento para plantear una revisión a fondo, con papeles y con firma de acuerdos y compromisos, sobre los temas que enfrentan a los dos gobiernos.

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La crisis actual ha tenido un desarrollo complicado. En los comunicados de Rabat se recoge claramente que la acogida del líder Polisario, Brahim Ghali, en un hospital de Logroño, inscrito con nombre falso, su posterior comparecencia ante la justicia española, que consideró que no había pruebas suficientes de los delitos de los que se le acusaba, y su consiguiente regreso a un hospital de Argel, no eran la verdadera causa del malestar marroquí. La cuestión es la posición española sobre la propuesta de Marruecos, presentada en Naciones Unidas hace varios años, de una amplia autonomía para el Sáhara bajo soberanía marroquí, opción que fue apoyada en diciembre de 2020 por la Administración Trump. El Sáhara es un tema capital para Marruecos y sus ciudadanos. El Gobierno español se ha mantenido en la posición de neutralidad y de remitirse a la negociación entre las partes en el seno de la ONU. Para Madrid, la crisis con Marruecos comenzó antes, en 2018, cuando cerró unilateralmente la frontera con Melilla. Y después reclamó una jurisdicción sobre aguas territoriales que afectaban a Canarias que provocó la respuesta española. Sáhara, Ceuta, Melilla y Canarias: es lo que hay que dejar bien claro.

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