Subir la cuesta con mascarilla

jesús lens

Jueves, 6 de enero 2022, 22:27

La otra tarde fui al cine. Chispeaba y hacía fresco. Salí de casa y tiré por medio del Zaidín, cruzando por calles vacías. Como iba ... a ver una película larga, hice amago de entrar en una cafetería, pero había mucha gente. Gente que, además de los pasteles, se comía los mocos, bien repegados unos a otros.

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Decidí seguir mi camino y buscar un bar donde echar una caña. Más de lo mismo. La barra estaba demasiado animada y, fuera, un grupo de gente fumaba en aún más animada conversación.

Un poco más allá, sentados en el quicio de una puerta, unos chavales también fumaban. Y no era tabaco precisamente. Seguí ensimismado en mis pensamientos, paseando. De repente sentí una respiración agitada a mis espaldas. Era un individuo haciendo deporte. O algo parecido. Llevaba ropa fosforito y jadeaba mientras se retorcía sobre sí mismo en un trotar desmadejado. Me recordó a mí mismo en otros tiempos. Aflojé el paso para dejarle pasar, no fuera a picarse y a darle un pitango por el esfuerzo.

Entonces le vi. Era uno de esos jóvenes sobradamente preocupados. En una mano llevaba el móvil y en la otra un vasito de café. Supongo. ¡Qué brío! ¡Qué andar más impetuoso!

En el cine tuve mala suerte. La taquillera optó por juntarnos a los menos de 30 espectadores en el mismo roalillo, con la de asientos que había en la sala. Detrás me tocó un fulano que se pasó las dos horas y media de película comiendo palomitas, sorbiendo su refresco XXL y tosiendo como un condenado. ¡Dos horas y media sin parar! Mientras me cambiaba de sitio, me planteé tuitear tres o cuatro hashtag tipo #¿Culturasegura... seguro? #FreePalomitas #Nosinsurrefresco.

De todas esas personas y a pesar de que apenas había un alma por las calles, tanto a la ida y no les digo ya a la vuelta, el único pringado obligado a llevar mascarilla era yo.

Estimados Juanma & Pedro, una vez que ha terminado la Navidad y, con ella, las supuestas aglomeraciones que hacían necesario el uso de mascarilla en exteriores, ¿dejaréis sin efecto el decreto de marras que nos obliga a ir por la calle con el tapabocas?

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Llega la cuesta de enero y el mes va a ser jodido. Estamos tiesos, la inflación desbocada y la luz por las nubes. ¿Nos permitiréis salir a pasear sin que nos sintamos unos delincuentes por desenmascararnos donde apenas haya gente?

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