Algo no ha salido bien...
Puerta Purchena ·
«Vaya pelotazo que están dando algunos. Y mañana, o cuando sea, habrá hasta quien les dé las gracias por haber hecho de Almería la salida del tour mundial de la cantante catalana»Pepe 'El Tomillero' entra, en cuanto se abre la taquilla de preventa, en la página oficial que da acceso a comprar entradas para el súper ... concierto de julio. La espera es corta. Parece que ha tenido suerte y a las 10:07 ya está dentro. Elige localidades en Entrada General Pista A, a 90,50 euros cada una. Con la Visa al alcance de su vista y de su mano pincha o cliquea -como se dice ahora- dispuesto a dar el siguiente paso. Pero ¡oh! «Algo ha salido mal…» le anuncia la pantalla a las 10:08 horas y tiene que volver a empezar. Así una y otra vez, hasta que desiste. Su tiempo vale tanto como el de Rosalía, tanto como el del responsable de la web en la que ha entrado y tanto como el de los organizadores, promotores y mentores de un concierto que llegará a Almería el 6 de julio y para entonces vayan ustedes a saber. Ha renunciado a entrar por enésima vez y seguir en su afán no porque las uvas estén verdes, que eso le da lo mismo, sino porque le ha parecido que esto también tiene trampa, máxime cuando puede demostrar con pantallazos que mientras aguardaba en cola y repetía esa acción, en otra página se ofrecían entradas sin limitaciones -en la oficial un máximo de 4- al precio de 186 euros la unidad salvo que se quisiera asistir -como seguro harán algunos- a General Admission VIP, por la modesta suma de 999 euros.
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La cosa da que pensar, porque si en preventa y con la limitación de cuatro entradas a las 10:08 am aparecía como imposible su compra, ¿cómo en otra web de venta de entradas no había problemas para adquirir las que se quisiera, pero eso sí a más del doble de su valor. Vaya pelotazo que están dando algunos. Y mañana, o cuando sea, habrá hasta quien les de las gracias por haber hecho de Almería la salida del tour mundial de la cantante catalana.
Se entiende que hay cosas que no salen bien, que la técnica y más si es electrónica falla, nunca es perfecta, que no siempre se dispone de un plan B para estas cosas y que quien cede -al coste que sea- el lugar donde se celebra el concierto no tiene culpa de ello. Ni hay que llevarse las manos a la cabeza, porque estas cosas pasan, ni tampoco elevarlas al cielo para mostrar agradecimiento. Hay muchos asuntos que no salen bien. Además, a 'El Tomillero' le asalta la duda sobre cómo ir y, sobre todo, cómo regresar después a su casa, en el otro lado del río, la noche del concierto sin transporte público colectivo que lo lleve y lo traiga, haciendo transbordo en la ida y cogiendo un taxi en la venida salvo que tuviera que hacer uso del automóvil privado y perderse el post concierto, conducir de noche, no tomar otra cosa que azúcares y 'ceros ceros'. Total, que cuando no es por la COVID es porque aparecen rarezas coyunturales que causan daños colaterales a los planes de alguien y que, en definitiva, en cosas así seguimos como de costumbre. Y en horario de transporte colectivo, exactamente igual que en el siglo pasado. ¿Qué será primero, el autobús nocturno o el AVE?
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