Mucho ruido y pocas aceitunas
Entre tanta agitación política hasta en el Vaticano, ya es noticia que PP y PSOE se apoyen mutuamente en pedir trenes y autovías, o el meteórico ascenso del cardenal de Sabiote
En la memoria nebulosa de los primeros años de un niño se aloja la imagen un joven en blanco y negro en un concurso de ... TVE, de cuyos nombres no me acuerdo, pero sí de que el presentador le apodó 'Meteoro' porque con cada acierto avanzaba una casilla. Eso y que era de Jaén. Entonces salir en la tele era algo importante e inusual.
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El recuerdo viene asociado a la carrera del cardenal jienense José Cobo (Sabiote, 1965), que en junio era obispo auxiliar de Madrid; en julio, arzobispo de la influyente archidiócesis de la capital, y en septiembre ya era cardenal. Edad joven para un purpurado, hasta el punto de que en la ceremonia previa en el Vaticano lo confundieron con un acólito, como él mismo contó.
Pues bien. Esta semana, el Papa Francisco le designó miembro del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, organismo instituido por el propio pontífice en 2016 y que aborda, entre otros muchos asuntos, la «profundización de la reflexión eclesial sobre la identidad y la misión de la mujer en la Iglesia y la sociedad».
'Dicasterio' – todos los días se aprende algo – viene a ser un departamento o 'ministerio' del Vaticano. Y 'dubia' son las dudas o preguntas que lanzan cardenales, obispos u otros, normalmente a los dicasterios. La cosa es que hace poco las lanzaron cinco cardenales a la vez, un guineano, un mexicano, un alemán, un chino y un estadounidense, Raymond Leo Burke, considerado uno de los críticos más visibles a Francisco. Y lo hicieron en vísperas de la apertura de la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, donde por primera vez 54 mujeres tendrán derecho a voto. Y preguntaron asuntos peliagudos: la bendición de parejas del mismo sexo, la dimensión constitutiva de la Iglesia, el sacerdocio femenino o el perdón. A los que Francisco por cierto respondió. O sea, una revolución silenciosa y una contestación interna coordinada, según los expertos en Curia Romana. Todo dentro de los cauces establecidos, todo muy de diplomacia vaticana. Las 'dubia', las dudas, como instrumento de poder o contrapoder. En todos sitios cuecen habas.
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AVISO MUNICIPAL
En el Ayuntamiento de Jaén las cuecen un día sí y el otro también, unas veces desde la oposición y otras desde el gobierno haciendo oposición a su antecesor. El aviso de inspeccionar de forma exhaustiva los locales de ocio de la ciudad tras la tragedia de Murcia, bienintencionado pero sin medir las consecuencias, llevó la inquietud a unos y levantó la veda a otros, que dispararon a discreción desde las redes sociales contra establecimientos con nombres y apellidos, hasta el punto de tener que retirar el aviso municipal. El segundo mensaje del alcalde, tranquilizando y asegurando que las discotecas tenían todo en orden, quizá debió de ser el primero.
Y el recurrir al espantajo de las 'facturas en los cajones' puede resultar tan efectista como inexacto, porque las facturas ya no se guardan en ningún cajón y porque no se puede pagar aquello que una empresa no formaliza antes y los técnicos visan. Ha sido un paso más en la espiral de crispación mutua que jalona este inicio de mandato, que de momento tiene más ruido y oropel que nueces. De momento.
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¿SERÁ VERDAD?
De ahí que sorprendiera, gratamente, la sesión del jueves en la Comisión del Fomento del Parlamento andaluz. El PSOE, y Vox, aprobaron la propuesta del PP de pedir al Estado un calendario de inversiones ferroviarias en la provincia, aprobado por unanimidad. Acto seguido, el PP apoyó todas las medidas propuestas por el PSOE para darle continuidad a la Autovía del Olivar, que lleva ocho años más parada que los caballos de Cubero. Todas menos una, la de los dineros, una partida presupuestaria en 2024 para el siguiente tramo, si bien el PP no la votó en contra, para sorpresa de extraños y propios. Y es que los protagonistas eran jienenses, los parlamentarios Erik Domínguez y Víctor Torres. La conclusión esperanzadora es que puede haber unidad para que Jaén avance y que Andalucía no sea solo Sevilla y Málaga. O puede que sea solo una gota en medio de tanta crispación y ruido.
DRAMA EN EL CAMPO
Y segunda mala cosecha seguida. Ni vecería ni hostias. Ha acabado con ella el cambio climático, al que volvió a referirse la consejera de Agricultura. Ya se intuía en el árbol, el cielo y los precios, pero su confirmación certifica la emergencia económica, social y laboral en muchos municipios que viven casi en exclusiva del olivar. Emergencia provincial, por mucho que quisiera amortiguar el golpe y quitarle hierro, que a nadie le gusta dar malas noticias. Apuesta la consejera por la obra pública, sobre todo hidráulica. Bien. Perfecto. Pero no se entiende la negativa a un plan de empleo, y otro del Gobierno de España. Una cosa no quita la otra en esta emergencia, que pide a gritos, como hacen ya las organizaciones agrarias, medidas excepcionales, ayudas directas, fiscalidad reducida y pocas o ninguna peonada para acceder al subsidio.
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Se suele decir que cuando el olivar estornuda, la economía provincial se resfría. Pues van a ser dos inviernos muy duros para muchas familias. Una emergencia que pide unidad en tiempos de cólera, de mucho ruido y mucha 'dubia'.
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