Los incendios opacaron a los trenes. Pero el sábado, en una especie de 'crossover' (cuando dos series de televisión unen sus tramas), un tren ardió. ... Dos horas suspendida la línea Madrid-Andalucía. Pero los trenes que salieron después no circularon de manera normal. Tomamos (sí, la amiga soy yo) el AVE que salía de Sevilla a las 17.46 y llegaba a Madrid a las 20.40. Es un decir. Tardó veinte minutos en moverse de la estación. Luego iba parando en medio de la nada. A veces quince minutos, a veces cuarenta y cinco. Por la megafonía informaron de cincuenta minutos de retraso. Llegamos a las once y cuarto. Pero, oye, aire acondicionado, baño limpio, la cafetería dando abasto, enchufes para los aparatos. Vi un documental de Sam Mendes, 'Bergen-Belsen: Lo que encontraron'. 38 minutos espantosos. Cómo me voy a quejar de un cómodo viaje en tren. Usar el tren ahora en España es como jugar a la ruleta rusa, pero al tambor solo le falta una bala.
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