La historia de nuestra provincia granadina está muy vinculada a las repoblaciones y despoblaciones, por ejemplo, cuando las guerras causaron el éxodo de los vencidos ... y después venían los vencedores estableciéndose en los lugares recién abandonados. Como cuando el reino granadino pasó al poder de los reyes cristianos, o después de la cruenta guerra de las Alpujarras. Como un ejemplo constatable podemos recordar que muchas costumbres que consideramos muy nuestras son oriundas de regiones españolas como Aragón o Extremadura, en especial las culinarias, que suelen ser las que quedan a pesar de los cambios. Y hay otras huellas en el folklore, las fiestas y demás.
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Con frecuencia, la necesidad de encontrar otros horizontes para subsistir impulsó de nuevo los éxodos en los años 50 y 60 del siglo pasado. Y vinieron después los turistas nacionales o extranjeros, a establecerse en muchos pueblos deshabitados, atraídos por la calidad de vida, la tranquilidad y los alicientes de nuestros espacios naturales, al principio como visitantes y después muchos de ellos como vecinos estables. Estoy pensando en la amplia colonia de ingleses que viven en las Alpujarras, o en la Costa Tropical, o en el Valle de Lecrín.
Ahora estamos ante la toma de conciencia general de la despoblación que de nuevo se cierne en tantos municipios, con sus poblaciones muy envejecidas y sus jóvenes buscándose la vida en otros ámbitos, distintos y distantes de la vida rural o ganadera. Los datos de las consecuencias demográficas están recogidos en un documento elaborado por la Delegación de Empleo y Desarrollo Sostenible de la Diputación, con todo lujo de detalles.
Con notable acierto, la Diputación granadina ha puesto manos a la obra para diseñar políticas realistas con medidas previstas en las necesarias consignaciones presupuestarias. Se pretende que las demás administraciones se sumen a un plan consensuado por todas las partes implicadas en forma de Pacto Provincial por los Municipios Rurales de Granada. Se suma a la Estrategia Nacional frente al Reto demográfico cuyos planteamientos comparte. La comunidad autónoma está pendiente de elaborar su propia estrategia ante este desafío que afecta a toda Andalucía, con parecidos parámetros. Teniendo en cuenta que por una parte hay despoblamiento en más de 174 pueblos y por otra, la población se concentra en las zonas urbanas.
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Como ha sucedido con otras acciones, el proceso de elaboración concreta de este plan estratégico se retrasó por la pandemia y ahora se pretende activar con una elaboración más precisa de la estrategia a un año vista. Es imposible resumir en este espacio todo lo que contempla el documento que presenta 7 desafíos, entre los cuales se encuentran: «Transformar el modelo productivo impulsando el desarrollo rural sostenible», «garantizar los servicios públicos», o «conectar a los jóvenes con el territorio», «atraer a nuevas personas para que residan en los pueblos», «empoderar a las mujeres en el mundo rural»… En resumidas cuentas, el documento muestra que saben bien lo que hay que hacer para dar un nuevo giro en la historia granadina de repoblaciones, en este caso.
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