PEPE MARÍN

Regüeldos

La Carrera ·

A lo mejor no están poniendo en cuestión la labor de los tribunales de nuestro país y la calidad de nuestra democracia

Lunes, 27 de septiembre 2021, 22:40

Se presentó en casa sin avisar, como suele, y una vez le abrí la puerta me obsequió con su cara más adusta. Traía puesto además ... un traje tan oscuro y desaliñado que parecía una mortaja. A mi saludo Recesvinto respondió con gesto euroescéptico, con ese que puso cuando supo que el gobierno turco ninguneó a Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, a la que en reunión del más alto nivel en Ankara dejaron de pie, relegada y sin silla, dando a entender la consideración que allí tienen hacia la jefa del Ejecutivo comunitario, y por ende hacia Europa.

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Europa tiene de comunidad, de unión y de rigor lo que yo de arzobispo de Manila. Fue lo que acertó a decir Recesvinto en cuanto entró a casa. Mientras le preparaba una infusión, yo le oía rezongar desde la cocina. Mascullaba sin parar y cuando regresé a su lado con la taza y unas bizcotelas, le escuché afirmar que en Europa a España la toman por el pito de un sereno, y con el mismo tono áspero del principio, añadió que todo ese rollo de la UE no son más que milongas que solo se creen los que cobran de Bruselas. Y más ahora –apostilló- con Puigdemont yéndose de rositas tras su detención en Cerdeña.

Hombre, le dije, no te pongas así. Habrá que ver como discurre la cosa, quizá no se trate de otra afrenta hacia uno de los poderes del Estado español, quizá sean regüeldos del procedimiento. A lo mejor no están poniendo en cuestión la labor de los tribunales de nuestro país y la calidad de nuestra democracia. Quizá no insinúan complicidad con el separatismo. A lo mejor no están convencidos de que aquí hay persecución ideológica. Tal vez no se vea perjudicada la imagen de nuestra justicia y la propia percepción de España. No seas mal pensado, dije finalmente con más candor que convicción.

Entonces Recesvinto me miró como quien mira a una novicia dentro de un prostíbulo. No te hagas el ingenuo, y me espetó: Al juez Llarena no le hacen puñetero caso en Europa y la cosa tiene su aquel porque este hombre es magistrado del Tribunal Supremo, que como jurista profesional de la más alta instancia judicial española toma decisiones técnicas que, pásmate, en Europa se las pasan por la entrepierna. Y la cosa es sangrante no de ahora, el asunto chorrea desde que a los prófugos ríen las gracias en Bélgica, Alemania, Escocia, Suiza y ahora en Italia.

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Puigdemont ha hecho creer en Europa que es un mártir de esa Inquisición que solo existe en los prejuicios con que nos ven al cruzar los Pirineos. El daño que esta caterva de 'indepes' está haciendo a España y a sus instituciones en Europa, habla de la torpeza de nuestro propio sistema. Amigo mío -terminó agregando-, todo anda manga por hombro cuando aquí, en un asunto de este calado, el Tribunal Supremo dicta una cosa y la Abogacía del Estado su contraria. De ahí que los jueces europeos salgan por peteneras y con regüeldos. Europa se va al carajo y tantas cosas con ella, dijo un apesadumbrado Recesvinto.

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