Marcelino Serrano
Hombre comprometido con la sociedad y con valores que tenemos que tener en cuenta, y un enamorado de sus vinos y de sus viñas y un firme defensor de la marca Degusta Jaén en cualquier parte del mundo
Esta semana, cuando me disponía a escribir el artículo para mi columna semanal, conocí la triste noticia del fallecimiento de Marcelino Serrano, lo que ha ... hecho que cambie de opinión a la hora de escribir estas líneas, puesto que se ha ido un gran hombre, una gran persona, muy comprometida con la sociedad y con unos valores que todos tenemos que tener en cuenta, y muy en cuenta, para poder ser tan grandes personas como lo ha sido Marcelino en su paso por este mundo, puesto que todos aquellos que tuvimos la suerte de conocerlo se nos queda un hueco bastante grande en nuestro corazón tras su partida y seguro que lo vamos a echar mucho de menos y también lo vamos a recordar a cada momento y eso será lo que haga que Marcelino nunca muera, porque nadie muere si nunca se le olvida.
Publicidad
Conocí a Marcelino Serrano cuando empecé a trabajar en la Diputación Provincial de Jaén como director del Área de Agricultura Ganadería y Medio Ambiente, con la marca Degusta Jaén. Marca a la que pertenecía su bodega, Vinos de Marcelino Serrano, algo que él lo tenía muy claro desde el inicio de esta marca, que había que apoyar y potenciar porque eso serviría para apoyar y potenciar su propio proyecto. Así lo entendía, puesto que Marcelino era un enamorado de sus vinos y de sus viñas y por supuesto un firme defensor de la marca Degusta Jaén en cualquier parte del mundo.
Recuerdo que siempre que lo veía me decía '¡Civantos, vamos que te invite y pruebas mi vino a ver qué te parece!', y yo siempre le decía 'Marcelino, que tengo que conducir', y él me contestaba 'Este vino no emborracha porque está hecho con amor'. Sabias palabras las que Marcelino siempre me decía y yo siempre le contestaba '¡Marcelino, eres la única persona que conozco que le gusta el vino y no eres un borracho!'.
Marcelino le puso todo su corazón a un gran proyecto, junto con su hija Blanca, con una bodega de categoría en su pueblo, Alcalá la Real, a la que siempre me invitó para ir a visitarla, que por unas cosas y por otras nunca pude atender su invitación, que ahora él no me la va a poder enseñar como le hubiera gustado. Pero no me cabe la menor duda de que será su hija la que siga adelante con este proyecto, con todo el ímpetu y el empeño que su padre le ha inculcado desde que iniciaron esta aventura, aunque ahora se le eche mucho de menos al buen amigo Marcelino.
Publicidad
Son muchos los mensajes que he podido leer en las redes sociales, ensalzando la persona de Marcelino Serrano, son muchos los comentarios, que si los recopilamos darían para escribir un libro con muchas páginas con esos mensajes de cariño y agradecimiento de haberse cruzado en su vida con él. Pero me quedo con uno, que me ha provocado un nudo en la garganta, el que le ha dedicado Juan Ángel Pérez Arjona, paisano de Marcelino y que fue a la sazón diputado provincial de Cultura y Deportes, quien no lo ha podido definir mejor, tal vez por aquello de ser los dos del mismo pueblo y conocerse perfectamente, embriagándonos a todos un halo de tristeza por la partida de esta gran persona que fue Marcelino Serrano.
Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión