Más política y menos negocio
Puerta Purchena ·
«Deberíamos recoger firmas para que en pleno verano no haya contenedores apestosos ni en la puerta de casa, ni junto a los pasos de peatones, ni al lado de las paradas de bús»
Pepe 'El Tomillero' trata de encontrar, en la lectura reposada de la prensa local, la suficiente tranquilidad como para permitirse el lujo de analizar las ... cosas que ocurren entre El Cañarete y Cabo de Gata donde, por la lectura de prensa deduce que desde 1979, año de las primeras elecciones Municipales, ha estado haciendo, junto a usted, a usted y a usted…, el canelo. Que desde aquella memorable fecha en la que la democracia entró en los ayuntamientos y los que entonces movieron ficha depositando el voto en las urnas para rechazar disponer de una corporación facha puesta a dedo, creyendo ejercer el derecho político del voto, ni lo han ejercido ni al parecer lo ejercerán. En pleno debate municipal se suelta el grito de «no hay que hacer política» y, claro, días después nos enteramos de que presumiblemente hay quien sigue el consejo y en lugar de dedicarse a hacer política se dedica a hacer negocio. No lo digo yo, ni 'El Tomillero', ni la vecina del quinto ni el del primero, ni lo dice IDEAL, ni La Razón, ni ABC, El Mundo o El País... La corrupción parece estar en todos lados, la reflejan a diario todos los medios y no pierde un escenario. Por estar está hasta en esta Almería en la que, pese a todo, seguimos respetando la presunción de inocencia y, por supuesto, el derecho a informar sobre detenciones, declaraciones, acusaciones y demás 'ones'.
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Claro que después de eso de que no hay que hacer política, también sorprende que dirigentes cualificados se lancen a recoger firmas, no para que los almerienses podamos decidir sobre lo que necesitamos con más o menos urgencia, sino para que, aunque no hay que hacer política, desde el Ayuntamiento de toda la ciudadanía, se haga partidismo de un solo lado. No es la primera vez ni son los primeros protagonistas, pero alguna vez alguien habrá de empezar.
La mejor recogida de firmas, en este caso, llegará cuando nos llamen a votar en unas Generales y, mientras tanto, deberíamos limitarnos a recogerlas, por ejemplo, para que en pleno verano no haya contenedores apestosos ni en las puertas de nuestras casas, ni junto a los pasos de peatones, ni al lado de las paradas de autobús. Eso sería, precisamente, hacer política municipal, al igual que decirle a la ciudadanía que exija que las terrazas de los bares no estén al filo del bordillo o en plena curva o, ya por soñar, como ocurre en multitud de ciudades y pueblos de nuestra Andalucía, que se instalen en calles peatonales o lo suficientemente anchas y no tener que encomendarse a los santos mientras nos tomamos una cervecita. Por poner un ejemplo, en Real o Jovellanos, donde además hay que estar pendientes de que el patinete o el coche no te pase por encima. Hay que recoger firmas, sí, pero para que no nos coma la mierda en el centro ni en los barrios, que nos come; para no tener las calles de Almería 'levantás' en el estío con la excavadora en medio, para más árboles y menos maceteros 'cuquis' y césped artificial. Vamos a seguir recogiendo firmas para que se haga más política y menos negocio. Seguiremos.
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