Pintura llena de Vida

Jesús Lens

Jueves, 14 de abril 2022, 01:08

No sé dónde lo vi antes. Sería en su Facebook. O en Instagram. ¿Habrá sido un cartel? Al gran cuadro que preside la entrada a ... la magna exposición 'Vida entre amigos', me refiero. Una muestra que se puede —y se debe— disfrutar en el Palacio de los Condes de Gabia hasta el próximo 19 de junio. ¡Ay, qué sería de la Cultura en Granada sin la Diputación! Pero no nos metamos en política, que es Semana Santa y estos días no son para discutir.

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Fui a ver la exposición dedicada a la obra más íntima de Juan Vida uno de aquellos días de calima y lluvia de barro en que las calles estaban desiertas. Tuve la suerte, el privilegio, de estar solo en las salas.

Frente a ese cuadro al que me refería antes pasé varios minutos, acercándome y alejándome, poniéndome y quitándome las gafas, concentrado en el detalle pictórico a escasos centímetros y gozando de la magnética visión de conjunto. Es una obra extraña que me provoca una adictiva atracción.

Un enorme tigre figura en primer plano. ¡Un tigre! Recuerdo cuando mi padre nos decía que cualquier película en la que apareciera un tigre tenía que ser obligatoriamente buena. Un tigre echado, en reposo, con la mirada perdida. Un poco más atrás, el autor del cuadro, Juan Vida, se autorretrata sentado en una silla de ruedas con un aparatoso vendaje en la cabeza mientras sostiene la paleta de pintura. ¿Mira al espectador o mira al tigre? Más atrás aún, una cebra bebe agua mientras dos pájaros amarillos se dan la espalda y un arbolito escuálido apenas sostiene unas pocas hojas. ¿Saltará el tigre, de repente? ¿Morderá un cocodrilo la nariz de la cebra? ¿Echarán a volar los pájaros? Figuras perfectas sobre un fondo níveo, vertiginosamente vacío, pespunteado de algunos trazos de color: verde por aquí, azul por allá, negro por acullá… Una extraña quietud, el tiempo congelado en el instante preciso. Naturaleza viva y muerta.

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¿Qué significa ese cuadro? No tengo ni remota idea. Pero me gusta como me gustan las películas más inquietantemente sin sentido (aparente) de David Lynch o la música computacional de Jóhann Jóhannsson.

Estos días, entre procesiones y potajes de vigilia, dense un salto a Condes de Gabia y sumérjanse en esos luminosos cuadros llenos de Vida. Cada uno de ellos cuenta una y mil historias. No es necesario comprenderlos para disfrutarlos, desde el hombre que camina, dándonos la espalda, a la mujer que duerme… ¿y sueña? Y esa niña de luz que, con su feliz presencia, incendia las pinturas.

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La perfección técnica de Juan Vida en diferentes contextos y épocas diferentes. Sus cuadros más íntimos, los que están en manos de sus mejores amigos. Fotografías, catálogos y publicaciones para contextualizar. Toda una vida pintando. Todo Vida, retratado.

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