Puerta Purchena

Sin periodismo no hay democracia

Marta Soler

Periodista

Jueves, 4 de diciembre 2025, 23:17

En marzo de 2012 decenas de periodistas de Almería participamos en una manifestación convocada por la Asociación de la Prensa de Almería para defender los ... principios fundamentales de nuestra profesión, para visualizar la compleja situación en la que se encontraban las empresas editoras y, sobre todo, para defender el derecho de la ciudadanía a la información, como estipula la Carta Magna. Mostrábamos nuestra preocupación por el despido de periodistas y por las consecuencias que estaban generando tanto en las plantillas como en las informaciones la relación que estaban tejiendo las instituciones y los medios de comunicación entre sí. El lema escogido para esa manifestación fue «Sin periodistas no hay periodismo ni democracia»; un tema que casi 14 años después sigue siendo de máximo interés porque la situación es, si cabe, más preocupante que entonces.

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Catorce años después de aquello podemos constatar que nuestros temores se han cumplido y que la relación existente entre los medios de comunicación y las instituciones; al menos, aquí en Almería, ha tenido consecuencias y no del todo positivas para el público, para quienes consumen la información. Antes no, pero ahora si sumamos hay, muy probablemente, el mismo número de profesionales o más en gabinetes de comunicación que en medios de comunicación siendo las razones de este brutal cambio muy diversas. Una de ellas lo representa el hecho de que en una época en la que las empresas periodísticas se deshacían de profesionales en su plantilla, las instituciones –alimentadas por la era de la globalización y el marketing– lo aprovecharon para destinar presupuestos a contratar a periodistas que informaran de sus acciones diarias; toda vez que las plantillas, cada vez más mermadas de personal, eran incapaces de llegar a todos los sitios ni cubrir todos los actos y, por lo tanto, no podían salir todas las informaciones. Ahora no hay ese problema. En todo caso, el problema sería que existe una avalancha de información y poco espacio para contarlo.

Todas las instituciones tienen periodistas. Algunas, dependiendo del ego de la persona responsable en cuestión y del presupuesto público que quiera manejar, están vergonzosamente abotagadas de periodistas o de profesionales que ejercen como tales y que hacen, con todos mis respetos, el trabajo que se les encomienda. Sin embargo, los gabinetes de comunicación –y lo sé porque hasta hace unos meses he estado en uno de ellos– no sustituyen a las y los periodistas. Jamás. En todo caso, están para ayudar, para cubrirles si alguien necesita un sonido, una imagen o un texto; pero no han de representar la plantilla externa de un medio de comunicación. Es algo muy sencillo que, lamentablemente, no todo el mundo entiende y, como consecuencia, tenemos situaciones tan tremendas para el periodismo y para la democracia como las acontecidas en el pleno de toma de posesión del nuevo presidente de la Diputación Provincial de Almería; un evento en el que quedó vetada la entrada a las y los periodistas gráficos. Por lo tanto, las imágenes que se suministraron fueron, previamente dirigidas, revisadas y autorizadas por el departamento de comunicación del nuevo presidente ya que sólo existía una única señal: la emitida por el canal oficial institucional, como antes con el Nodo o ahora con el mensaje de Navidad del rey.

Este hecho ha sido criticado tanto por la Asociación de Periodistas de Almería como por la Asociación de Informadores Gráficos de Almería pero, ¿ustedes se han enterado? Si leen este periódico, sí. Nadie más –que yo haya visto– lo ha mencionado y esto, creo, es el mejor y más claro ejemplo de por qué hace 14 años salimos a la calle. Ya lo veíamos venir.

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