Desde la Alameda

Cantos de sirena

Proyectos inacabados, los hay y la lista sería interminable.

Pepe Cortés

Viernes, 24 de mayo 2024, 22:38

Hay canciones que lo dicen todo y que relatan la realidad, incluso antes que ocurran los hechos. Es lo que tienen los compositores, que fueron ... y son unos adelantados a su tiempo. Marcan el compás como nadie y describen una realidad que sale de muy adentro para trasladarnos con sus melodías, unas sinfonías a las que le va cualquier letra.

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Tienen el sentido del ritmo tan interiorizado que lo reproducen con total naturalidad; tanto que logran que el público lo asuma como algo suyo. Este puede ser el secreto que permite que las canciones se puedan adaptar a diferentes momentos de nuestra vida. Hacía tiempo que no escuchaba al cantautor y músico cordobés Emilio José, y caí en la cuenta de que tiene una canción titulada «Ni contigo, ni sin ti» que puede adaptarse al momento actual que vivimos también en esta ciudad.

Y es que 'Ni contigo ni sin ti tienen nuestros males remedio'. Tanto es así que uno prefiere a veces no conocer para poder olvidar. Da la sensación de que cuando se avanza, se hace como las tortugas, muy lentamente; y cuando no se hace, parece que caminamos como los cangrejos.

Proyectos inacabados, los hay y la lista sería interminable. Son ya tan manidos que cansa nada más que nombrarlos. Promesas incumplidas, también. La nómina es tan extensa que llegará el momento en el que quienes tienen la responsabilidad de cumplir y hacer, no sabrán ni por donde empezar. Se les acumulan las tareas y crecen los problemas. A las protestas por el acceso al centro de salud de la Alameda le han salido competidores. Los trabajadores de la sanidad publica están en pie de guerra, la plataforma en defensa del tren rural hace lo propio…

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Hasta la plataforma del Conservatorio Profesional de Danza de Jaén se ha cansado de esperar una respuesta a un compromiso de la administración que llegó hace tres años. En 2021 se anunció presupuesto para el equipamiento del centro en el corazón de la Magdalena y ni está ni se le espera. Ya se han cansado de danzar de despacho en despacho. La música no les suena y la letra mucho menos. Ni siquiera la consagración de la primavera interpretada con una flauta mágica acalla el ruido del hartazgo por la ausencia de respuestas.

Está muy bien arreglar los accesos a la capital y poner flores, que es muy bucólico. Pero hace falta algo más. Cualquier día y en cualquier lugar nos encontramos a un ballet interpretando un Vals y no precisamente de las flores. Esperemos que el compromiso no sea el sueño de una noche de verano, porque los cantos de sirena ya no cuelan.

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