Aspecto que presenta el Nuevo Estado de la Victoria, en Jaén. i.

Operación desalojo: Castillo y Real Jaén

El Ayuntamiento inició curso decidido a materializar proyectos y puso en marcha una operación doble en los autobuses y el fútbol, golpes de efecto que entrañan sus riesgos

Sábado, 11 de septiembre 2021, 23:18

Decíamos ayer... Retomamos esta voltereta a la actualidad política de la semana, esta trepolina con la cabeza en el suelo, dando cuenta de la nueva ... moda de inaugurar varias veces el curso. Y eso que aún no es año electoral, salvo que Juanma diga lo contrario. Paco Reyes, aupado por la visita de Sánchez para arropar a Espadas y así agradecer, ambos, el papel que ha jugado el PSOE jienense en el difícil trance de suceder a Susana, no hay día que no dé 'el pistoletazo de salida' y lo mismo habla para Jaén que para toda Andalucía.

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Y luego está el alcalde de la capital, que o descansó poco o lo hizo demasiado y viene con la falcata entre los dientes. Sus más cercanos dicen que se ha dejado la flema en el ir y venir de sus 'vacaciones' intermitentes y los más lejanos se apuntan el tanto, por tanto criticarle que 'se pone de perfil'. El caso es que, una vez pasado el ecuador de su primer mandato, le toca concretar en el tercer año para rematar en el cuarto, si quiere aspirar a un segundo. Y ahora, más difícil todavía, sin mayoría absoluta, en un ayuntamiento en ruina y después de año y medio de pandemia.

De ahí también su necesidad de empezar con golpe de efecto, incluso jugándosela, en dos asuntos que huelen tan mal como la Dinamarca de Hamlet, a podrido de tanto manosearlos durante años, décadas, de mirar a otro lado y el que venga detrás, que arree. Uno, la licitación de los autobuses urbanos después de 60 años sin concurso público, que tiene mérito, y encima con un servicio en evidente declive; y el otro, la paulatina descomposición en el Real Jaén, que ha llegado a límites surrealistas y vergonzosos, pues aunque el perro no sea suyo, el estadio sí, de todos los jienenses, abochornados, indignados, con la imagen difundida de unas instalaciones estrenadas hace apenas dos décadas y que pagó el Ayuntamiento, sobre todo en especie, con terrenos a la antigua EPSA de la Junta, que tan bien habrían venido a la ciudad y al Consistorio, por ejemplo, para hacer la vivienda pública que hace años dejaron de hacer, unos y otros, o para hacer caja.

Cocheras de Autobuses Castillo, durante la huelga del pasado 24 de agosto. I.

Para ello, el gobierno municipal ha puesto en marcha una especie de operación desalojo doble. En los autobuses, con la sentencia en una mano del juzgado jienense decretando que no hay contrato con Castillo y, en la otra, la «huelga salvaje» –así la llamó– del 24 de agosto, que tan bien le vino pese a montarse en su contra. «No le vamos a pagar una factura más mientras no se resuelva la relación contractual», asegura más tajante que nunca Millán, cansado de que la empresa frene la licitación del servicio y, por ende, la mejora del mismo que buscan. «Si quiere, negociamos la liquidación, y si no, nos vemos en los juzgados. Hasta aquí hemos llegado. La ciudad está harta de chantajes y de rehenes. Se ha acabado».

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De hecho, no ha levantado el reparo para hacer un pago que había pendiente y tampoco ha autorizado el de las últimas bonificaciones de los billetes, puesto que no hay contrato. Una decisión valiente, después de casi tres décadas de intentos, intermitentes, por conocer las cuentas del servicio y de devaluación del mismo. Aunque de la valentía a la temeridad hay a veces un pequeño paso. Dependerá de cómo acabe, de si el TSJA paraliza o no cautelarmente la adjudicación a Alsa y de si al final, unos tres años, confirma o no que no había contrato. La oposición aguarda al trascacho, ahora ella de perfil. Sabe que defender a Castillo no es popular, pero cree que la adjudicación es precipitada y esperará por si hay estacazo judicial.

Y también desalojo, o eso parece, de Andrés Rodríguez en el RJ. Pese a las presiones y el mirar de siempre hacia el Ayuntamiento (la última vez que puso dinero, lo perdió), el alcalde se ha resistido. Pero no se ha inhibido. Sabe que si el equipo gana, él gana, y que si desaparece, habrá quien le culpe. Y ha jugado la baza de quitarle el estadio y de cederlo a quien presente un proyecto serio. De hecho, ahora no es seguro que el rescate vaya a pleno. Un problema añadido será quién arregla el erial y acaba con la penosa imagen del equipo de la capital jugando fuera, teniendo un estadio con solo 20 años y que costó un riñón. Tremendo.

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PPipirranada

Y los 'populares' también multiplican sus pistoletazos de salida y ayer estrenaron tradición, que visualiza el estilo 'coaching' de Erik Domínguez, de hacer 'familia' desde el último rincón, con la vista puesta en la Diputación. Cambio de estilo, pipirrana a la vera del Señor del Mármol, el Santísimo Cristo de las Aguas, con presencias y ausencias, que septiembre es de intendencia y muy puñetero (el mes, me refiero).

Y primer contrato a la vista para reactivar el tranvía. El alcalde espera que circule para Navidad de 2022, cuando abra todo el Jaén Plaza, un parque comercial que el PP afirma que le regaló. Muchos Reyes (Magos) parece eso, Millán, a cinco meses de votar.

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