Nene, ¿qué ha 'pasao'?

En esta ocasión tenía clarísimo a quien no votaría, a ese partido que proponía el mayor listado de ninguneos, falta de aprecio y chulería inusitada contra Andalucía. Así, a cara descubierta, sin tapujos. Una ranciedad incomprensible con menosprecio a cada uno de nuestros símbolos, identidades e incluso mayoría de habitantes (que somos por la humanidad, por la humanidad). Tan solo les faltó decir, quitaos a un lado que ya estamos aquí. Pero fíjate tú que el tirillo salió por la culata y provocó el efecto contrario, no hubo ni vicepresidencias ni 'ná' que toque bola. Eso sí, al partido que ha ganado le ha servido la mayoría absoluta en bandeja y los sillones sin pan, ya sabemos que saben a muy poco.

El gran beneficiado de la astracanada berlanguesca fue el PP que no se lo esperaba. Por un lado, los enemigos de lo andaluz, soberbios sin medida (¿qué encuestas habrían barajado?), por otro lado, el veletismo de Ciudadanos y la herencia del ínclito Rivera procuró que el partido en el gobierno fagocitara como suele ocurrir al pequeño que pone el puñado de votos necesarios para una legislatura; y por último, (habría que pensar a qué reza Juanma Moreno), la izquierda más dividida que nunca. Con un PSOE después de que le manifestaran claramente en juzgados y urnas que la gente quiere ya otra cosa, otras caras, pero aquí parece que ni con agua caliente se echan a un lado quienes más decisión tienen en el asunto. Y qué decir del lamentable espectáculo más a la izquierda menospreciando ideología e historia para erigirse en grandes perdedores y perdedoras por egos y rencillas sin ni siquiera haber tocado un poquito de bola.

Luego tenemos a Jaén merece más, también con su correspondiente escisión. Contentos porque han tenido muchos votos y si se trasladara la tendencia en las locales a lo mejor pueden ser bisagra y eso da esperanzas. He vuelto a perder, aunque en realidad he ganado un poco. Extraño regusto. Tan solo el PP está eufórico, no es para menos, gracias al trabajo del resto, parece que empeñados en que así fuese. Dejaremos para la barra del bar las razones que llevan al poder a quien gana, aunque me quedo con las nítidas de quien no ha ganado.