San Juan Bosco y los premios Goya

Miguel Ángel Pareja Rivas

Jueves, 30 de enero 2025, 23:05

¡Ya llegan los Goya a Granada! Desde que en marzo de 2023 el presidente de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas ... de España, Fernando Méndez-Leite, anunció que Granada sería el escenario de la 39 edición de los Premios Goya, nuestra ciudad empezó a movilizarse. En los últimos meses la actividad se ha intensificado: conciertos, exposiciones urbanas, proyecciones de las películas nominadas acompañadas de encuentros con sus autores y/o protagonistas, actividades educativas y sociales, goyas gigantes por las calles, photocall… Llega el 8 de febrero, la fecha establecida para la entrega de los Premios Goya 2025.

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Es posible que nunca nos hayamos planteado, cuál es la razón de que la entrega de dichos premios se lleve a cabo en estas fechas. Pues bien, menos en sus primeras ediciones, los Premios Goya siempre se han entregado a finales de enero o primeros de febrero, es decir alrededor del 31 de enero, fiesta de San Juan Bosco. La razón es que siguiendo la tradición del antiguo Sindicato de Actores que consideraba a San Juan Bosco su patrono, como nos recuerda el escritor y dramaturgo Antonio Puente Mayor en algunos de sus artículos en prensa, se consideraban éstas, unas fechas apropiadas.

Y es que la vinculación del santo con la gran pantalla es estrecha, de hecho en septiembre de 1994, y coincidiendo con la celebración del primer centenario de la creación del séptimo arte, la Santa Sede lanzó una curiosa propuesta: buscar un patrono para el cine. Los cineastas no contaban con ningún santo a quien encomendarse, y he aquí que el Vaticano les propuso tres: San Francisco de Asís, San Maximiliano Kolbe y San Juan Bosco. ¿Por qué fue elegido finalmente San Juan Bosco como patrono del cine? La comisión pontificia se basó en el amor que el santo de los jóvenes profesaba hacia las artes escénicas. Asimismo mencionó las numerosas iniciativas relacionadas con el séptimo arte que, desde inicios del siglo XX, vienen desarrollándose en las casas salesianas de todo el mundo. No en vano, los salesianos se han destacado por su presencia evangelizadora a través de los medios de comunicación, incluido el cine.

En nuestra ciudad esta vinculación entre los salesianos y el séptimo arte tiene un nombre propio: el «Cine-club Don Bosco», que tantas generaciones recordarán. Ya en los años 50 era frecuente que, en las llamadas entonces «Escuelas salesianas», situadas en los Jardines del Triunfo, hubiera los fines de semana proyecciones de películas de cine que, con el paso del tiempo llegaron a tener una programación estable. Con la llegada a Granada del salesiano D. Francisco Guzmán esta actividad, que hasta ese momento era como un divertimento o esparcimiento, toma otras connotaciones. Consciente y firme convencido de la importancia del cine, D. Francisco pone en marcha, en los años 60, dicho Cine-club y el Centro de Formación Cinematográfica que posteriormente se transformará en el CECAV (Centro de Cultura Audiovisual). Sin duda una aportación importantísima a nuestra ciudad como así se le reconoció en la entrega del primer Premio Comunicar de Andalucía de 1998. En palabras de su secretario Francisco Martínez: «el hombre que hizo más comunicativa la ciudad de Granada a través de un alumnado que ya es legión». También fue crítico de cine por muchos años en este periódico Ideal.

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Pero los salesianos, ya en pleno siglo XXI, quieren seguir la estela de todos aquellos que, como D. Francisco Guzmán entendían que el cine era algo más que un lenguaje y comprendían el valor de la comunicación audiovisual. Fruto de todo aquello son los Ciclos Formativos de la familia de Imagen y Sonido que se cursan en los salesianos desde los años 80, siendo pioneros en Granada y Andalucía, habiéndose convertido en cantera de tantos profesionales que hoy se dedican profesionalmente a la radio, televisión, fotografía, cine, mundo del espectáculo y artes escénicas… Es por ello que hace ya tres años, se crearon los Premios de Comunicación Audio Visual «Don Francisco Guzmán» con el objetivo de reconocer la figura de los comunicadores en nuestra ciudad, una profesión que no siempre tiene el reconocimiento que merece, queriendo poner en valor a todos esos hombres y mujeres que creen en lo que hacen y que sienten que pueden aportar a la sociedad algo que nadie más puede hacer.

Este año el Premio ha recaído en la persona de Juan de Dios Salas, «alma mater» del Cine-club de la universidad de Granada desde 1995 (y seguimos con el cine). La entrega del Premio fue el pasado 24 de enero coincidiendo con la festividad de San Francisco de Sales, patrón de los periodistas. Juan de Dios es uno de esos intangibles de nuestra sociedad, ese tipo de personas que solo se valoran cuando faltan. Su labor callada, pero constante e insistente, creyendo en lo que hace, desde la honestidad y una clara vocación, lo convierten en uno de los imprescindibles. Poco se le ha reconocido en nuestra ciudad a Juan de Dios. Es cierto que recibió la Medalla al Mérito de la Real Academia de Bellas Artes de Granada pero, tras 30 años de entrega a la cultura de nuestra ciudad ¿no sería merecedor de alguno de los honores y distinciones que concede nuestro Ayuntamiento? ¿de alguna de las Medallas y otras Distinciones Honoríficas de la Universidad de Granada? Por cierto, nuestra universidad no ha concedido el título de Doctor o Doctora Honoris Causa a nadie relacionado con el mundo del cine. Ahora que queremos hacer de nuestra ciudad una «ciudad de cine» podríamos tener «homenajeados de cine».

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Pero, además los salesianos queremos «seguir haciendo»; es por ello que la iniciativa de un Festival de Cortometrajes «La comunidad del corto», alcanza su segunda edición. Está organizado por el Ciclo Formativo de Grado Superior de Realización de Proyectos Audiovisuales y Espectáculos y pretende ser cauce de nuevos valores en este mundo, fomentado el ser creadores y soñadores.

Pues sí, San Juan Bosco y el cine tienen mucha relación, como acabamos de ver y en nuestra ciudad el colegio de los salesianos, que lleva su nombre, quiere seguir abriendo caminos en el ámbito de la comunicación audiovisual, formando a profesionales que tomen la antorcha de personas como D. Francisco Guzmán y otros muchos que creyeron que el cine es algo más que un lenguaje, algo más que un instrumento de formación o un simple divertimento, el cine es un viaje, una aventura donde disfrutar y emocionarse, dónde poder vivir otras vidas y tomar conciencia de «otros mundos». Será por eso que el cine es… un arte.

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